Es una fija encontrarse con bandas a las cuales les “retocan” su sonido para ser transformado en música para que los pequeñillos se duerman. Pink Floyd, Metallica, Guns and Roses, AC/DC, Nirvana y hasta Radiohead (que ya es para dormirse en su versión original, imagínenlo en este formato) son claros ejemplos de esta metodología particular y distinta que, obviamente, le es bastante redituable a quienes se encargan de estas producciones. Lo mismo ocurrió hace unos años con el “Bossa n’…” que inundó las bateas de las disquerías, pero tan sólo unos meses duró esa moda. Con esto ocurro algo diferente. Desde hace unos 10 años, aproximadamente, se han instalado para quedarse. En este caso, es la agrupación de los hermanos Abbott la que se mete en el mundo de los dulces sueños: