El título de la nota no tiene como objetivo menospreciar, despotricar y mucho menos desafiar. O mejor sí, despotricar, pero no a los artistas, sino a los fanáticos. A esos fervientes enfermitos a los que tanta referencia hice, a aquellos eternos disconformes a quienes prometí que les iba a dedicar unas líneas. Finalmente, hoy me dirijo a ellos…o a ustedes…