La vemos en todas partes, nos indignamos con su impunidad y sufrimos sus trágicas consecuencias. Pero al mismo tiempo, cada vez más nos acostumbramos a convivir y a pactar con ella.
Junto a las demandas de mayor seguridad, los reclamos contra la corrupción son una de las grandes novedades de la política en el Siglo XXI. Muchas personas sienten que es algo que está en el origen de muchos de los problemas crecientes que tienen los estados para solucionar los problemas de los ciudadanos.
¿Pero se pueden separar las faltas de los funcionarios de las que cometemos todos en nuestra vida cotidiana? Se podría contestar que las responsabilidades no son las mismas.
Eso es cierto y, por lo tanto, son acciones que deben tener sanciones muy distintas según la función social de quien las cometa. ¿Pero no forman en cualquier caso parte del mismo problema? Continuar leyendo