Murió Julio Grondona y la pelota se detuvo por una semana. Todo pasa, inclusive su muerte. Nadie puede escaparle al deseo divino aunque crea ser el vicepresidente del mundo. El fútbol argentino quedó congelado por siete días por la muerte del presidente de la AFA y entró en una etapa de luto dirigencial que llegó a su fin rápidamente.