Es la única estatua de Cristóbal Colón, en toda América Latina, que mira al Este. Y, probablemente, sea la única herida de bala. El monumento de mármol, que pesa 38 toneladas y mide 6.25 metros, lleva en su superficie los agujeros de plomo que supo recibir durante 1955, cuando la Plaza de Mayo fue bombardeada. La obra se encuentra en el predio de la Casa Rosada y fue impulsada por un inmigrante llamado Antonio Devoto, como obsequio de la comunidad italiana en el marco del Centenario de la Revolución de 1810.