“Lanzo un llamado a hacerle huelga al inglés”, anunció el filósofo Michel Serres que, a los 83 años, sigue ejerciendo la docencia universitaria en Stanford, Estados Unidos, por lo que es evidente que el dominio del inglés no es un problema para él.
“Lanzo un llamado a hacerle huelga al inglés”, anunció el filósofo Michel Serres que, a los 83 años, sigue ejerciendo la docencia universitaria en Stanford, Estados Unidos, por lo que es evidente que el dominio del inglés no es un problema para él.
Como todos los años desde 2009, la que empieza hoy será una semana francesa en la capital argentina, es decir, una oportunidad para tomar contacto con las expresiones de esa cultura: arte, idioma y gastronomía. Habrá shows, clases gratuitas de francés, visitas guiadas y un gran “Picnic a la Francesa” el domingo 22.
Ese es el título de un film francés sobre un grupo de resistentes durante la ocupación alemana y las difíciles condiciones de clandestinidad en las cuales desarrollan su tarea. Uno de los personajes, Luc Jardie, viaja a Londres, donde el general Charles De Gaulle, líder de la Francia Libre, lo condecora. Al concluir el film, una leyenda aclara que “Luc Jardie murió bajo la tortura el 22 de enero de 1944 tras haber entregado un nombre: el suyo…”
Hace poco leí en un sitio web anglosajón una lista de motivos para mudarse de modo urgente a Francia, con crisis y todo. Lo voy a comentar aquí, sobre todo porque me parece indicativo de “la mirada de los otros”. ¿Qué ven otros -los ingleses en este caso- de atractivo en ese país; qué valoran que los locales no perciben o consideran normal?
Cuando era chica, mi padre me llevó a la plaza a ver al General. Tuvo que alzarme sobre sus hombros para que pudiera verlo. Hablaba desde un balcón, y abajo había veteranos de guerra con el pecho cargado de medallas y los ojos llenos de lágrimas. Ese día vi por primera vez a adultos llorar… Me explicaron que era por una mezcla de orgullo y tristeza.
“París bien vale una misa”, dijo Enrique IV (Henri IV), el rey que se convirtió al catolicismo para unir a los franceses y lo pagó con su vida. Otro día hablaré de este personaje fascinante cuyo mejor biógrafo fue el alemán Heinrich Mann, hermano de Thomas -quizá por eso de que nadie es profeta en su tierra.