¿Hay algo más improbable que toparse con el gurú de las finanzas y maestro de la especulación en el preciso momento –septiembre de 2008- en que estallaba la burbuja de las suprimes y se iniciaba la crisis mundial? Parecía una escena surrealista la de aquel restaurante parisino donde, al mismo tiempo, un Francis Ford Coppola aparentemente ajeno a las turbulencias de los mercados cenaba en compañía de su hija…