“¡La persona humana está en peligro: he aquí la urgencia de la ecología humana! Y el peligro es grave porque la causa del problema no es superficial, sino profunda: no es sólo una cuestión de economía, sino de ética y de antropología”, sostuvo Francisco en la Jornada Mundial de Medioambiente.
Con esa sola reflexión, el Papa plantea una diferencia conceptual entre un “proteccionismo” que parece desentenderse o no ocuparse de las miserias de sus semejantes, y una filosofía antropológica que pone al hombre, en toda su dignidad, en el centro de la preocupación moral y política. Continuar leyendo