Cuando todavía retumbaban en los oídos de Zubeldía , el ruido de las partidas de Hauche y ¿Centurión?, en Avellaneda apareció el jugador al que el director técnico espero con ansias, golpeó la puerta y se puso rápidamente los colores del cielo en su torso en composé con sus ojos. Era Mario Bolatti, el flamante y único refuerzo que tendrá Racing de cara a este primer semestre de 2013, en el que quiere ser uno de los principales animadores del Torneo Final que hoy comienza.