Recuerdos de mis Viajes por Cuba
Paseo por la Habana.-
Muy temprano salimos para la Habana Vieja. Nuestra recorrida fue por iglesias, plazas y Restaurants muy típicos. Nosotros los periodistas cada uno buscando el mejor ángulo para fotografiar. La maravilla de lo antiguo con lo moderno y ese estilo colonial que tanto gusta. Las arcadas que rodean a las plazas cobijan lugares para comer y tomar y no se deja de escuchar las tamboras con su clásico son cubano. Ya cerca del mediodía, buscábamos las sombras para resguardarnos del fuerte sol. Un sabroso almuerzo y buena música nos acompañó.
La visita al “Havana Club el Ron de Cuba” fue muy particular. Los tragos se sucedieron – El cuba libre y las distintas combinaciones con frutas… bien helado, parecía que no podían apagar la sed de todos nosotros. Algunos atrevidos ensayaban algunos pasos de salsa. Logrando el objetivo de pasarla bien.
Por la noche estuvimos en el Havana café del Hotel Meliá Cohíba, Un lugar decorado con automóviles, avionetas surtidores de nafta y motos de la década del cincuenta, con abundantes tragos y un magnifico Show donde por supuesto no falto la buena música
Salida para el Interior
Un interminable desayuno en Meliá Cohíba. Tal como nos apasiona a los Argentinos… de todo y un poco más. En los caminos a los puestos de comida, estaciones donde se exhibían los manjares. Era tal el transito que tenías que ser muy hábil para no chocar con los otros habitantes de la hambruna mañanera. Los platos cargados de exquisiteces, frutas, jugos, fiambres, pan caliente, facturas, omelettes, huevos, la lista era interminable. Segundo llamado y nadie dejaba los cubiertos, estaban pegados a nuestras manos como fiel resguardo de nuestras mandíbulas que se batían desesperadamente. Pero todo tiene su fin. Sobre el silencio de bocas llenas se escuchó: El que no esté en cinco minutos a lado de los micros- Las Chanchas para los cubanos – ¡Se queda!
Allí estábamos buscando ubicación preparando nuestras cámaras y dispuestos a recorrer la isla de punta a punta, una importante cantidad de periodistas del mundo. Nerviosos y ansiosos por saber que nos esperaba en estos días en que podíamos conocer al pueblo cubano desde muy cerca. En la carretera escoltados por dos motos que nos abrían paso viajaba nuestro comitiva. En Camaguey nos recibieron con el clásico mojito y escuchamos la música de Cuba.
Las localidades y hoteles se iban sumando en nuestro derrotero. Santa Lucia, Las tunas, Holguín, en todas ellas recibimos buenos tragos, comidas típicas y espectáculos musicales que nos asombraban. Esa noche paramos en el Hotel Brisas de Guardalavaca. Allí si nos sorprendieron con una cena nocturna. En la playa vigilados atentamente por la luna y un sequito de estrellas que no dejaban de titilar. Nuestros pies sentían la agradable sensación de la arena muy fina al pisarla. La playa estaba encendida por los fuegos. Salían de distintas parillas que estaban diseminadas por todo el predio y nos llenaban de agradables olores de comidas que se cocinaban sobre ellas, mariscos, langostas, langostinos se doraban lentamente sobre los fierros cuidado por expertos Chefs. No les envidiaban nada los que comían carne de cerdo y vaca – res para ellos –
El maestro del violín “Joel “nos deleitaba con melodías que nos traían maravillosos recuerdos, nuestros dientes no se cansaban de hincarse hasta con furia sobre tantas exquisiteces que íbamos cargando en nuestras recorridas plato en mano y adorando los ¡Fuegos! El buen vino regaba y ayudaba a nuestras gargantas a mantenerse húmedas.
Ya casi llegando al final de nuestra magnifica cena, el grupo Musical Feverson puso todos sus sonidos sobre el lugar cargando la brisa caribeña de notas musicales muy bailables. Las sombras con toda su seducción, el aire que se respiraba con olor al mar nos envolvían con toda su ilusión. La noche se apuraba sin tener en cuenta que tanta diversión hasta el amanecer. Te obligan a pagar las cuentas que dejaste pendiente por las noches. Esa mañana fue terrible. La modorra era imposible de separarla de nuestras mentes. En forma automática cerramos la valija desayunábamos con un solo ojo. El transporte salvador nos permitió dormitar por buenos ratos.
Cuando estábamos llegando a Santiago de cuba nos permitió controlar lo descontrolado y ya estábamos festejando un nuevo día. Este era el último y una velada que prometía ser intensa. Por la Tarde casi noche hacíamos el chek inn en el Hotel Melia Cohiba de Santiago ¡A prepararse! comenzaron las corridas solamente una hora para estar en el lobby. Los micros van a ser puntuales con la salida…
Estábamos en la recepción y una doble fila de bailarinas nos recibía con sus calientes ritmos. Sus caderas y su cadencia nos daban la Bienvenida al “Cabaret Tropicana Santiago”. Una suculenta cena con langosta, mariscos y pez espada. Regado todo con abundantes y buenos vinos del mundo.
Nuestra ansiedad no se apagaba con nada queríamos ver el Show y todo tiene un comienzo y un final… las luces… se apagaron. Exploto el escenario. La música llenaba nuestros oídos, la iluminación multicolor maravillaron nuestros ojos. Rápidamente se inundó de muchos bailarines que hacían de su cintura un instrumento y los movimientos sensuales de ellas no tenían paz. La noche caribeña nos envolvía con su calor, la única fuente de frescura fueron “Unos” Etiquetas Negras llenos de borde a borde… más on the rock que nunca. La noche estaba muy encendida era la única forma de apagarla… El final me sorprendió con una multitud a mí alrededor. Yo iba agarrado a la cintura de una bailarina cubana… bailando junto a un pequeño grupo arriesgados periodistas.
Ya de regreso instalado en el Melia Cohiba. Las autoridades cubanas informadas de mi conocimiento de la pesca como entretenimiento, tuvieron interés de que visitara los dos puertos Deportivos – Marinas – Ubicadas en los extremos de la ciudad de la Habana. Hasta allí fui con un transfer que me pusieron a mi disposición. Me gustó mucho la Hemingway. En honor a este gran escritor que está presente en muchos lugares de la Isla. Numerosas embarcaciones alistadas para los grandes peces estaban amarradas en su embarcadero. Una serie de departamentos en sus laterales preparados para el Turista que podrá llegar por tierra y alquilar los servicios o por mar en su propia embarcación.
Algo similar ocurre con la otra en la otra punta de la Habana “La Marina Tarara” – Llamada de trompeta – realizan distintos tipos de pesca. Las más importantes especies que persiguen son: La aguja blanca, Pez Vela, Dorado, Barracuda o picuda. Encarnan con los peces Escribana, Balihoo, pez volador o pajarito. Los mejores meses de pesca son: de mayo a diciembre. Lamentablemente no coordinamos ninguna salida pero que espero que un próximo viaje se concrete.
Al regreso le pedí a mi chofer que me dejara en el Bar Floridita – la Cuna del Daikiri – Abrazo a mi gran amigo Hemingway y escuchando buena muisca me deleite con este trago bien frost, casi una crema de hielo, ron y frutas tropicales. Bien hecho, bien helado… ese que te pega en el Hipotálamo acústico. Rememoramos entre brindis y brindis grandes jornadas de Pesca. Hasta la vuelta amigo.