Río Negro. Viedma. Reencuentro.

 

 

 

 

 

 

 

Recuerdos de mis Viajes por Argentina.

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Argentina. Viedma. El Río Negro baja cargado de historias. Fotos: Raúl Solis.

Ya instalado en la terminal de ómnibus de Puerto Madryn repasaba mis días en la Península. Habían sido intensos pero maravillosos. Deseche mi vuelta en avión y recurrí a un colectivo porque quería volver a visitar Viedma. Una ciudad que me marco periodísticamente. Hace unos años visite con un grupo de amigos periodistas esta magnífica ciudad. Ella todavía no había podido superar el no haber sido la Capital de la Republica. Pero si se escuchaba un término que no era tan conocido como el de la “Comarca Turística” El mismo se había establecido entre esta ciudad y la última de la Provincia de Buenos aires: “Carmen de Patagones” Una magnífica oportunidad para que de la mano de Antonio Torrejón una eminencia en Turismo recorrimos los hitos costeros de esta Provincia. La boca, San Antonio Oeste, Las grutas, Barranca de los Loros, etc.

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Argentina. Viedma. El Río Negro y su cuidada costanera. Fotos: Raúl Solis.

Atesore a un importante grupos de amigos y recorrí experiencias que me permitieron anexar nuevos conocimientos. Incorporamos por primera vez a la Pesca Deportiva en un curso de guias de Turismo. Expusimos en Talleres de Turismo Alternativo que se repetían en Río Colorado y Lamarque. Una maravillosa oportunidad en esta interesante provincia que tiene turismo para repartir. Ha sido bendecida por la naturaleza sin soltarle la mano al Creador. Tiene la particularidad de unir el Atlántico con el Pacifico rodeada de innumerables bellezas naturales. Sobre el atlántico magníficos lugares y sobre la cordillera todo. Con solo nombrar Bariloche y su entorno estamos nombrado gran parte de nuestro Turismo reconocido mundialmente.

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Argentina. Viedma. Frente a la ciudad un pequeño puerto. Fotos: Raúl Solis.

Seguían dando vueltas en mi cabeza tantos recuerdos que las seis horas que me separaban de un punto a otro se pasaron volando y ya estábamos entrando a la terminal de Viedma. Cargue mi equipaje y una destemplada noche me recibió. Un intenso viento se me metía entre mi escasa ropa como queriendo marcar terreno y haciéndome saber que estaba en el portal del Sur y aquí los vientos son así. Me instale en un hotel céntrico, salí a caminar y buscar algún lugar para cenar. El frio se había acentuado un poco más y esto contribuyó a que muy poca gente estuviera en las calles en este destemplado viernes sureño. Apure una cena rápida y volví a mi diario encuentro con Morfeo. El sol seguramente me permitiría caminar la ciudad como a mí me gusta.

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Argentina. Carmen de Patagones. La Catedral orgullosa sobre el cerro. Fotos: Raúl Solis.

Con una mañana prometedora y sin viento, inicie un día agradable y luego de un buen desayuno comencé una caminata de reconocimiento. Una vuelta por su centro comercial y rápidamente enfile hacia el río. El mismo conserva su belleza y la limpieza de sus aguas. Tampoco perdió su apuro por llegar a la Boca, buscando el mar. El Océano Atlántico lo recibe con los brazos abiertos. Ya algunos tempraneros estaban disfrutando un mate. Los más pequeños pese a que todavía estaba fresco jugaban, se divertían, sus risas y gritos le daban un tono festivo al lugar.

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Argentina. Viedma. “El Hotel Austral” frente al río. Fotos: Raúl Solis.

 Muy cercano a su orilla me deleitaba admirando su cauce de un color oscuro, no negro como su nombre lo indica, en todo caso de un verdoso oscuro y un sofisticado velo transparente. Sus aguas corren presurosas buscando el alivio de la libertad y de encontrarse con el mar. Viene encajonado recorriendo muchas localidades, supera su recorrido los 1200 kilómetros si esta se une al sistema del Limay y el Neuquén. Trae mensajes de la mayor población patagónica y mantiene fresco y húmedo al Valle del Río Negro. Un maravilloso tesoro económico que centra la actividad más importante de la Patagonia.

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Argentina. Viedma. Las torres de la catedral. Emblemáticas. Fotos: Raúl Solis.

Sus aguas nos traen historias con olor a manzanas y peras que ayudan a crecer económicamente al Alto Valle. También el de las uvas que alimentan las bodegas y producen un excelente vino de la “Zona Fría”. Olor a naturaleza y economías regionales. Sus aguas nos cuentan de los progresos y la dedicación del hombre del sur en sus chacras de aromáticos productos frutales.

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Argentina. Viedma. Así se disfruta una tarde frente al río. Fotos: Raúl Solis.

Al levantar la vista y clavarla en la orilla de enfrente es imponente ver como se eleva en el cerro la Caballada, Carmen de Patagones la más austral de las ciudades que integran a la Provincia de Buenos Aires. Inmediatamente son visibles las torres de su Catedral. Cuanta historia que conservan sus calles, sus edificios y sus costas de este maravilloso Río Negro. Aquí cumple con una maléfica función, la de servir de límite entre las dos provincias… es decir separarlas. Nada más contrario y dispar de lo que proponen las leyes. El sentimiento que permanece en las dos orillas es que este río verdaderamente une a las dos poblaciones. Es por ello que la denominan “Comarca a la región” cuando sus ansiedades y proyecciones turísticas son similares.

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Argentina. Viedma. Los que mas disfrutan de las costanera son los mas pequeños. fotos: Raúl Solis.

Cuando salía del Hotel mis planes eran otros pero el fuerte sonido de la música me fue llevando nuevamente hacia el río. La siesta dejaba sus sabanas para disfrutar una calurosa tarde. A medida que aumentaba el sonido. Aumentaba la cantidad de gente que me encontraba en las calles, los unía un solo norte… el río. Todo Viedma se había convocado para pasar la tarde. Abrazos cordiales, saludos de auto a auto. Se festejaba y no había motivo. Se homenajeaba el buen tiempo y que lindo es cuando todos se conocen. Viejos amores, amores que quieren volver y otros que se prometen amor eterno por siempre. Miradas cómplices y el mate. Que gran protagonista. Incansable. Su eterno vaivén de boca en boca. Muy caliente, tibio y hasta frío pero nadie lo rechaza. Las puertas de los autos abiertas y la música de cada uno recorren todos los gustos y endulzan los oídos.

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Argentina. Viedma. El río trae aromas de frutas desde el Valle. Fotos: Raúl Solis.

Los más pequeños disfrutan el buen momento familiar y descargan sus energías gritando y corriendo. Las horas pasan muy lentamente. Los automóviles llenos con amigos, familiares, todos repletos y un denominador común las risas y alegrías. Las horas pasan y el hambre empieza a cosquillear en nuestras entrañas. Para comer. De todo: churros, rosquitas, waffles dulces y salados, panchos, pizetas y helados. Infaltable todo lo que prepararon las mamis y llenan las heladeritas. Me faltaron las tortas fritas como en Corrientes. Mi hambre era atroz pero me negaba a comer. Mis planes para la cena eran importantes.

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Argentina. Viedma. Los mas pequeños disfrutan incansables. Fotos: Raúl Solis.

Mi propuesta era estar bien temprano me quería asegurar una mesa. Nuevamente el viento patagónico me ponía de mal humor. Me habían marcado una parrilla recién inaugurada. Mi intención era despedirme con un buen cordero patagónico como debe ser. La moza me indicó que era tenedor libre. Me ofrecía, distracciones, fiambres, empanadas, encurtidos, etc. etc. No, No traeme un buen tinto, una ensalada y decime por donde está el fuego. Allí me posicione, frente a los reyes de la noche… los asadores.

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Argentina. Viedma. Los puestos con manjares. son un Éxito. Fotos: Raúl Solis.

Ellos cuchillo en mano. Yo con una amplia sonrisa. Y en mi derecha el plato vacío. Por favor llenalo. Mi voz como un susurro, casi un ruego. ¿Cordero? Siii, cordero patagónico. Mis recorridos hasta allí dejaron una amplia huella. Me hice habitué de los asadores. Mientras mi dentadura hacía su tarea con prolijidad. Pensaba que faltaba poco para irme y que bien la estaba pasando. Me saco de mis pensamientos mi querida moza. ¿Qué le traigo de postre? ¿De postre? Cordero, respondí casi sin pensar… por supuesto. Ella se quedó mirándome casi sin entender. Yo enfile muy sonriente por ese caminito con otro plato vacío. Hasta Pronto Viedma.

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Argentina. Viedma. El río es muy navegable. Patagones tiene una vista privilegiada. Fotos: Raúl Solis.

Próxima Publicación: 24 de Enero de 2015.

Recuerdos de nis Viajes por Ecuador.

 

Argentina. Chubut. Mas Ballenas.

 

Recuerdos de mis Viajes por Argentina.

 

 

Estábamos saboreando un cordero patagónico en Punta Norte y ya casi de sobremesa mi guia estrella Paula Ortega me hizo una reseña de lo que nos faltaba hacer para terminar con nuestro recorrido. También era una manera de despedida porque lo que nos faltaba era bastante poco. Como habrá sido mi expresión que me pregunto preocupada, ¿Qué pasa? ¿Te cayó mal el cordero? No, no balbuceaba y ella insistía ¿hice algo que te molesto? No, no, era mi lacónica respuesta. Tu cara de asombro me preocupa, insistió. ¿El recorrido no te gusta? Me quede callado. Decime que querés y voy a hacer lo imposible para que se te cumpla.

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Argentina. Chubut. Maravilloso atardecer. Ellas también lo disfrutan. Fotos: Raúl Solis.

Respire… Respire nuevamente muy hondo. Ahora sí. Mis palabras salieron como a borbotones. Me quede con ganas de más ballenas. ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Que eso de que me quede con ganas de más Ballenas? Si mira estuve revisando las fotos y no tengo imágenes que puedan ilustrar mi nota. Excelente excusa la mía. Ocurre que se nublo y con el atardecer no conseguí fotos con buena luz. Además las gorditas me resultaron un poco esquivas. Bueno. Está bien. Está bien. Dejame gestionar y te cuento. Fue su rápida respuesta.

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Argentina. Chubut. Sus aletas delatan su presencia. Fotos: Raúl Solis.

Comenzó con una serie de llamados y mensajes y en pocos minutos me dijo: Esta todo solucionado. Mañana 11.30 tenemos que estar en Puerto Pirámides que hacemos un nuevo avistaje ¡Genia! ¡Genia! Repetía enajenado. Mi alegría era total. La verdad es que me había quedado con ganas de más Ballenas. Es una experiencia singular. Realmente alucinante, es tenerlas tan cerca, tan grandes y tan inofensivas. Es inexplicable, es algo que uno no se puede perder.

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Argentina. Chubut. Su cabeza se asoma en el agua. Fotos: Raúl Solis.

Esa noche repase las fotos nuevamente de mi experiencia anterior y no me parecieron esta vez tan mal pero ya había logrado el objetivo. Estaría nuevamente en el mar al lado de estos seres paradisiacos. Mientras conciliaba el sueño recordaba la charla que tuve con Luis Lepettite, el fotógrafo del “Yelow submarine”. Me conto su experiencia cuando pudo fotografiar el parto de una Ballena Franca Austral. Una de ellas a quien bautizo “Tehuelche” porque tiene una callosidad en la cabeza con la forma de las flechas que utilizaban estos nativos para cazar. Mi ilusión lo confieso era poder encontrarme con ella al otro día.

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Argentina. Chubut. Con medio cuerpo afuera navega suavemente. Fotos: Raúl Solis.

Mientras las caricias del sueño me rodeaban y se apoderaban de mí. Yo casi no oponía resistencia al dios de las sombras. El sueño que todo lo domina y te deja inmovilizado por más que te resistas. Me tenía paralizado. Ya casi no me dejaba moverme, pero no podía sacar de mi mente estas maravillosas criaturas. Son capaces de moverse en el agua como si fueran pequeños pececitos pese a sus 16 toneladas y sus 16 metros de largo. Dan toda la sensación que ellas se divierten con nosotros como nosotros nos divertimos con ellas. Una maravilla que la naturaleza nos permite disfrutar.

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Argentina. Chubut. Una embarcación neumática te lleva al avistaje. Fotos: Raúl Solis.

Un mar calmo muy azul nos recibía con el marco de un magnifico día, muy luminoso e ideal para la fotografía. Ya estábamos montados sobre una embarcación neumática, semirrígida. “El Islas Malvinas Argentinas” de 12. 40 metros de largo y 4 metros de ancho. Con tres motores de 260 HP. Cada uno. Una verdadera maravilla. La navegación muy suave y sin sobresaltos. Pese a todo ya nos rodeaba ese tufillo nervioso y la clásica ansiedad de todos los pasajeros. Todos nos entreteníamos con algo, para camuflar la espera.  Preparábamos las cámaras y disimuladamente cruzábamos los dedos para que nuestras amigas se dejen fotografiar.

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Argentina. Chubut. Navegaban suavemente a la par nuestra. Fotos: Raúl Solis.

A lo lejos había una que nos hacia esa clásica seña, la de un borbollón blanco como si fuera un semáforo que nos dijera “Estoy lista para salir a escena” El Capitán hacia deslizar la embarcación muy suavemente. Yo me entretuve escuchando el dialogo que tenía Luis Lepettite – nuestro guia ballenero- con dos hermosas pequeñas, ambas con cámara en mano se preparaban para el avistaje. Y comenzó el dialogo o el monologo por parte de ellas que en forma continua lo ametrallaban a preguntas ¿No se asustan? ¿Y que comen? ¿Cuándo vienen? ¿Cuándo se van? La lista era interminable y Luis con la mayor paciencia se las iba contestando. Una a Una. Con toda la mansedumbre del mundo y su voz con tono tranquilizador las contenía a ellas y a los que quisieran escuchar en esa pequeña espera.

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Argentina. Chubut. Una lluvia en forma de “V” anunciaba el comienzo del Show. Fotos: Raúl Solis.

La embarcación se puso rápidamente a su lado. Nada se movía, El pasaje en absoluto silencio. Las cincuenta almas con salvavidas y con cara de asombro. Todas con su vista clavada en las azules aguas del Golfo. Y ella sin apuro. Tenía todo el día para hacerse ver. Estaba en diva y se hacía esperar. Todos hablábamos en voz baja. Eso sí sin quitar los ojos de esas aguas transparentes y profundas. De pronto el clásico resoplido y esa lluvia en forma de “V” que anunciaba que el show estaba por comenzar. Nosotros recibimos la descarga eléctrica y la adrenalina movió todo nuestros estímulos y estos a su vez se pusieron resensibles.

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Argentina. Chubut. Buscaba en su cabeza una callosidad en forma de flecha. Fotos: Raúl Solis.

Nos mirábamos con una expresión estupefacta en el rostro. Y nuestras cámaras empezaron a disparar. Saco su enorme cabeza e hizo una movida como un saludo. Yo buscaba en ella la marca en forma de flecha. Quería saber si era “Tehuelche” la misma que me había acompañado en mis sueños. No era. Poco importa. Allí estaba un hermoso ejemplar y muy predispuesta a mostrase. A su lado la cria. Un pequeño de más de cinco mil kilos. El mismo que toma 150 litros de leche por día que su mama le ofrece. Parecían que flotaban y que hacían la plancha. Nadan tan suavemente que no provocan ningún oleaje. Solo la ausencia de alguna estridencia, todo se sucede con un deslizamiento que no producen en el agua ningún estrepito.

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Argentina. Chubut. Sus colas son lo mas preciado para fotografiar. Fotos: Raúl Solis.

Como por arte de magia desaparecen en la inmensidad del mar. Mientras tanto la miraba a Paula la Guia estrella que sin el compromiso de la fotografía se deleitaba con el espectáculo. En el agua con las ballenas y en el barco con nosotros… los humanos. Yo la miraba y le agradecía en silencio de esta nueva oportunidad de estar hoy con las Ballenas nuevamente. Y el show estaba en su pico máximo. Hizo todo lo que cada fotógrafo quiso. Pero algo que saco expresiones de admiración en la platea, es cuando sacaba su cola y la mantenía afuera de todas formas y por un largo tiempo. De esta manera los más lentos en la fotografía también tuvieron su oportunidad.

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Argentina. Chubut. Su cola es un símbolo. Fotos: Raúl Solis.

Por una larga hora hicieron todos los juegos posibles, la embarcación se deslizaba a su lado como si fuera otra cria ¿Mi duda? Quizás era ella la que no se despegaba de nosotros. Ambas, su madre y su cria habían tomado todos los recaudos como para deleitarnos. Parecía que era el momento de hacer los aeróbicos porque hicieron todos, no se olvidaron de ninguna en esa maravillosa rutina que a nosotros nos deslumbro. Pasar por debajo de la embarcación, cambiar de lateral, saltar fuera del agua y hacer una “U” en el aire. Zambullirse y hacer con sus colas un verdadero show de amistad y de destreza. Los turistas totalmente asombrados.

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Argentina. Chubut. Seguía buscando a “Tehuelche”. Fotos: Raúl Solis

Cuando la dejo debajo de la superficie del agua. La pregunta de las más rubiecita de las dos niñas fue un impacto tan importante como el espectáculo que nos brindaban las ballenas. Luis… ¿Ganan mucha plata las ballenas para actuar? Luis se quedó sin respuestas pero lo salvo la otra niña que le hizo otra pregunta tan punzante como la anterior. ¿No nos tienen miedo? Pareciera que tanto en el agua como en la embarcación es un sentimiento que no existe. El respeto es mutuo y hasta se puede decir que existe un sentir de amor y tolerancia. Creo que ellas hacen lo imposible para ser nuestras amigas. ¿Nosotros los humanos hasta cuando seremos sus amigos?…

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Argentina. Chubut. Nadar en el Golfo, nada mas lindo. Fotos: Raúl Solis.

Próxima Nota: Sábado 10/01/2015 – 12 horas.

Río Negro. Viedma. Reencuentro.

 

Argentina. Puerto Madryn.

 

Recuerdos de mis viajes por Argentina.

 

Volvíamos de nuestra recorrida desde punta Norte. Luego de hacer el avistaje de Ballenas y de una maravillosa fauna tanto en la tierra como en el mar. Sin duda un lugar elegido por el creador para alojar a tanta maravilla viviente. Nosotros muy satisfechos de todo lo vivido en la Península Valdés nuestro destino final Puerto Madryn. Mi sentimiento particular era el interés de reencontrarme luego de tantos años con esta querida ciudad. No aceptaba que me anticiparan nada. La sorpresa debería ser total.

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Argentina. Puerto Madryn. La dentadura de una Orca. Terrible. Fotos: Raúl Solis.

Fue muy acertado parar en el Centro de Interpretación. Una moderna y muy cuidada construcción casi en el medio de la nada. Posee un extenso material de todo lo que vimos correteando vivitos y coleando en la Península. La cantidad de fauna salvaje que se encuentra diseminada por todos los caminos es importante. Una magnífica oportunidad de verlos en libertad. Para los más pequeños debe ser única. Guanacos, Zorros Grises y colorados, Choikes – Avestruz patagónico- Zorrinos, Armadillos, Cóndores, Liebres, Maras – Liebre patagónica- y Martinetas. Todas ellas se encuentran diseminadas con claras explicaciones de su hábitat en el Centro de interpretación.

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Argentina. Puerto Madryn. Centro de Interpretación. El esqueleto de una Ballena. Fotos: Raúl Solis.

Asimismo se pueden conocer las especies de la fauna que se concentran en grandes apostaderos a lo largo de la Península. Las salas repletas de distintos protagonistas de la vida marina: elefantes marinos, lobos de un pelo, orcas, ballena franca, delfines y aves como pingüinos, cormoranes de pecho blanco, gaviotas del sur y gaviotones. Me impacto todo lo referido a las Ballenas y la dentadura de las Orcas algo para mi inimaginable. El Centro cuenta con personal capacitado, como así también auditórium y servicios.

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Argentina: Puerto Madryn. Un mar muy azul y en el horizonte Madryn. Fotos: Raúl Solis.

 Se puede acceder a una torre para apreciar la costa del Golfo Nuevo situado a la derecha, y la del Golfo San José hacia el lado izquierdo, es el sector más angosto del istmo Carlos Ameghino una estrecha franja de tierra que une la Península con el continente. Desde la cual se divisan ambos golfos, oportunidad que te ofrece este privilegiado Punto panorámico. Es destacable mencionar que los regímenes de marea, entre ambos accidentes costeros, oscila en alrededor de los 11 metros de diferencia entre uno y otro.

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Argentina. Puerto Madryn. Una ciudad que mira el mar. Fotos. Raúl Solis.

Cuando apareció ante mi vista la ciudad de Puerto Madryn recostada a orillas del Golfo Nuevo, rodeada de paisajes naturales encantadores. Para mí fue de un impacto visual inusitado. Mi expresión fue: ¡Me cambiaron la ciudad! A no dudarlo que fue así. Se ha convertido en un lugar fascinante y es una ciudad costera de inusitada belleza. Su construcción hoy ocupa todos los espacios y especialmente se ha disparado hacia el cielo. Lo disfrutaba atónito y me llenaba de alegría, admiración y orgullo. Muestra como pocas su carácter de cara al mar y así lo simbolizan sus exquisitos barrios de gran belleza arquitectónica. Al noreste de la provincia del Chubut es en Argentina el mayor centro de servicios de la costa patagónica y la puerta de entrada a la Península Valdés, declarada por la UNESCO en 1999 “ Patrimonio Natural de la Humanidad”.

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Argentina. Puerto Madryn. Una costanera muy cuidada. Fotos: Raúl Solis.

 Sus impresionantes paisajes marítimos y su riqueza ecológica son únicos y hace que sus playas reciban miles de turistas en verano, mientras que en invierno se convierten en un paraíso para el ecoturismo. El principal atractivo son las ballenas francas, las cuales han dado fama mundial a la ciudad. Madryn desnuda su esencia turística a través de la calidad y cantidad de oferta hotelera, gastronómica y de servicios en general ¿Cómo resistirse a deliciosos platos realizados a base de mariscos?

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Argentina. Puerto Madryn. El muelle viejo en pleno centro. Fotos. Raúl Solis.

Desde el céntrico muelle Comandante Luis Piedrabuena que lo camine con nostalgia e intentaba recordar si lo había visto lleno de pescadores con sus cañas. Hoy ausentes. Me interesó saber que se pueden observar a simple vista delfines del tipo tonina overa, lobos marinos e incluso la ballena franca austral. El Puerto es uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad, es el “Muelle Viejo”, construido en 1909. Hoy es el lugar donde arriban en cada temporada una importante cantidad de cruceros. Una actividad interesante y creciente. Sin duda que el antiguo muelle es un centro de reunión y entretenimiento familiar. Lo pensaba mientras lo caminaba y retornaba hacia mi hotel que estaba muy cercano y a su vez aprovechaba la oportunidad de admirar la ciudad que desde ese punto se presenta muy imponente.

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Argentina. Puerto Madryn. Las embarcaciones se preparan para el buceo. Fotos: Raúl Solis.

Declarada la capital del Buceo. Madryn ha proyectado numerosos arrecifes artificiales que son los lugares elegidos para los tradicionales bautismos submarinos. Esto permite la gran posibilidad de atesorar experiencia de bucear en aguas transparentes – es el centro de buceo más importante del país – En verano siete balnearios, con toda la infraestructura necesaria, son el escenario elegido por los turistas para realizar todo tipo de actividades náuticas como dominar el viento sobre una tabla de windsurf, el Mountain bike, trekking, sandboard, cabalgatas y paseos náuticos La variada gama de actividades que aquí es posible desarrollar conforman el espíritu de Puerto Madryn.

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Argentina. Puerto Madryn. Hasta allí legan grandes Cruceros. Fotos: Raúl Solis.

Todos los deportes pueden ser comunes a otros sitios, pero pocas veces se unen a un escenario tan bello y atractivo como el ofrecido por el Golfo. Unidos por el contraste de colores y abruptos acantilados interrumpidos por extensas playas. Tenemos que agregarle: Museos, sitios históricos, vida nocturna, numerosas agencias receptivas y la cercanía con los principales atractivos y localidades de la región, complementan una alternativa de excepción que seguramente sorprenderá al visitante.

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Argentina. Puerto Madryn. Importante gastronomía. Cantina “El Náutico”. Fotos: Raúl Solis.

Avanzaba la tarde y salimos a recorrer la avenida costanera y a medida que avanzábamos mi asombro no tenía fin, La edificación y los hoteles cinco estrellas parecían que me saludaban a nuestro paso. Recuerdo vagamente el contraste. Antiguamente en la playa había un gran estacionamiento de trailers y casas rodantes que estaban estacionados todo el año. Todo eso paso al otro lado y se convirtieron en ladrillos. La playa está totalmente limpia. Llegamos a Punta Cuevas, la vista panorámica y el Monumento al indio Tehuelche. Este marca el fin del paseo. En un costado el Camping del Automóvil Club allí estuvimos alojados ya hace mucho tiempo. Desde este punto constituye una muy buena vista panorámica del golfo y la ciudad. El nombre del lugar se origina en las profundas cavidades que descubre la bajamar, y que se aprecian desde la playa.

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Argentina. Puerto Madryn. El Indio Tehuelche marca el final del paseo. Fotos. Raúl Solis.

Si bien las costas de la ciudad no son de canto rodado y no son tan profundas. Las Ballenas tienen por costumbre pasearse en pleno centro de Madryn. Desde las avenidas principales se las pueden observar saltando, mostrando la cola o simplemente transitando muy cercanas a la costa. Este es uno de los privilegios que pocas ciudades del mundo deben tener. Frente al mar hay varios hoteles, restaurantes y bares desde donde se pueden observar. Incluso, es común para los madrynenses escucharlas de noche emitiendo sus sonidos característicos.

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Argentina. Puerto Madryn. El muelle viejo en un atardecer. Fotos: Raúl Solis.

Como si esto fuera poco hay una playa “El Doradillo” muy cerca de la ciudad que permite compartir momentos con ellas desde la costa. Es esta una interesante alternativa no solo por su cercanía sino también por su bajo costo que lo pone al alcance de todos. Esta Playa distante a escasos 20 Kms. de Puerto Madryn fue declarada área protegida municipal en el año 2001. Resguarda el paisaje terrestre y marino que se extiende desde Punta Arco hasta Cerro Prismático, a lo largo de 30 kilómetros de costa.

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Argentina. Puerto Madryn. Las playas inmensas para disfrutar. Fotos: Raúl Solis.

Allí se albergan como si fuera una casa Maternal año a año ballenas madres y sus crías en su búsqueda de aguas calmas. Es así que encontraron este maravilloso lugar. Donde ellas pueden permanecer plácidamente a 20 o 30 metros de distancia, permitiendo de esta forma verlas sin necesidad de navegar y lo más importantes que son miradores naturales. Los mejores meses son de Junio a diciembre.

Es una cuestión de suerte encontrarse en sus playas en el momento indicado. La hora ideal para ver a las ballenas es el momento en que empieza a subir la marea. Debemos ser pacientes y esperar a que estos increíbles mamíferos decidan acercarse. Recuerdo las sabias palabras de Luis Lepettite- el domador de ballenas-¡Paciencia! ¡Paciencia! Ya van a aparecer y cuánta razón tenía.

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Argentina. Puerto Madryn. Las Ballenas disfrutan el atardecer. Fotos: Raúl Solis.

En mi caso no tuve la suerte de verlas pero lo dejo como materia pendiente para una próxima visita. Debe ser una sensación totalmente distinta estar en tierra firme y ver a estas hermosuras saltar y hacer travesuras al alcance de la mano. Por eso, avistar las ballenas desde esta playa resulta un espectáculo único y singular. Es uno de los pocos paisajes en que se puede realizar avistaje de ballenas francas desde la costa. En esta playa, que es elegida por sus aguas calmas y más cálidas que el resto del océano, las hembras se acercan a parir sus crías y amamantarlas. Me lo tengo prometido es un espectáculo que no me lo quiero perder…

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Argentina. Puerto Madryn. Las Ballenas se muestran en el centro de Madryn. Fotos: Raúl Solis.

 

 

 Próxima Nota: Sábado 20/12/2014 – 12 horas.

“Argentina. Chubut. Mas Ballenas”

 

 

 

Argentina. Chubut. Ballenas.

 

Primer Encuentro con la Ballenas:

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Argentina. Chubut. La Ballena Franca Austral. ¿No sé porque me dicen cabezón? Fotos: Raúl Solis.

Invitado bajo los auspicios de Antonio Torrejón, preparé mi viaje a la Península Valdés. Ultime los detalles sobre todo para llegar a horario a aeroparque. Salí en el transfers con muchísima anticipación. Mi temor…Piquetes, atascamiento en la autopista. Etece. Etece. Los dedos cruzados por si acaso e íbamos avanzando en nuestro recorrido. Sin sobresaltos. Llegue muy temprano. Check inn. No había electricidad para el uso de la computadora. No es nada, pasa en las mejores familias. Quince minutos de atraso. Ya estaba arriba listo para embarcar, saboreando mi visita a la Península. Ocurrió lo inesperado o lo esperado. Se escuchó una voz ceremoniosa. ” Pay attention please” –  “Preste atención por Favor”. Huelga de no sé quién ¿? No hay vuelos…Dos horas de atraso.

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Argentina. Chubut. Caminando por las Playas de Puerto Pirámides al encuentro del “Yellow Submarine”. Fotos: Raúl Solis.

La joven que me recibió de la Secretaria de Turismo y Áreas Protegidas de la Provincia del Chubut, fue quien me organizo el viaje. En esta ocasión acompañada de Claudio a partir de ahora nuestro chofer. Me habían estado esperando con mucha impaciencia, soportando el retraso de mi arribo en el aeropuerto de Madryn. Saludos pecho de paloma, casi al vuelo y sin protocolo. Paula Ortega “La guia” asumió su rol y dijo: ¡Vamos! ¡Vamos! No perdamos tiempo que no llegamos a el avistaje de las Ballenas en el ”Yellow Submarine”. Debemos apurarnos. A lo que acoto Claudio: De llegar a tiempo me encargo yo. Salimos disparados hacia el auto.

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Argentina. Chubut. “El Yelow Submarine” y sus dos potentes motores. Fotos. Raúl Solis.

Allí comenzamos los aprontes para conocernos. La desesperación por contarnos cosas de nuestras vidas y hacer un reconocimiento individual exprés, nos permitió establecer un dialogo, eso sí de locos, todo entrecortado y lleno de palabras encimadas. Es que me habían preparado un programa muy intenso para que en menos de cuatro días conociera la Península, sus habitantes, su historia, bla, bla, bla.

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Argentina. Chubut. Las Ballenas pasean con sus crías. Fotos: Raúl Solis.

Para ello debíamos convivir estos cuatro días… Pensaba… con lo difícil que es hoy convivir. No nos esperaba una tarea fácil. Paula se sintió un poco desplazada. Es que no le permitíamos meter bocado. Cuando se produjo un pequeño silencio… arranco y no paro de hablar y dar indicaciones hasta llegar a destino.

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Argentina. Chubut. Con un raro movimiento en el agua marcan su territorio. Fotos. Raúl Solis.

Me hizo una reseña de la Península, de las Ballenas, de lo que íbamos a conocer en estos días, con el ambicioso plan que había preparado de manera de aprovechar mi visita. Detalle de lo que íbamos a comer. Yo pensaba en un cordero patagónico y me relamía. Claudio concentrado ahora sí, en la ruta. Mientras la jefa le recordaba que no quería perder la posibilidad de hacer nuestro primer acercamiento a las Ballenas. Bla. Bla. Bla.

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Argentina. Chubut. Su B.B. de mas de 5.000 Kilogramos. siempre a su lado. Fotos. Raúl Solis.

Mientras entrabamos a destino. Puerto Pirámides. Yo Buscaba y rebuscaba en mi memoria, para saber si podía reconocer el lugar. El automóvil bajaba raudamente. La vista era hermosa. Ante nosotros la bahía y el mar intensamente azul como fondo. Revolví y revolví en mi oscura memoria y nada. Nada era parecido en lo que yo había guardado de él. El camino asfaltado y la entrada a Puerto Pirámides, me cambio la película. Esto es totalmente distinto a lo que conocí. Es una hermosa villa y en el fondo el inconfundible azul, el auténtico azul del mar. Era la pincelada maestra del artista en este cuadro de magnifica belleza.

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Argentina. Chubut. Su magnifica Cola. Todo un símbolo. Fotos: Raúl Solis.

Habíamos llegado con el tiempo justo. Estirar tímidamente las piernas…Un suspiro y a llenar los pulmones de ese aire puro y fresco que nos ofrecía la orilla del mar. ¿Olor a sal? Ya estábamos caminando por la playa. Apurados nos íbamos colocando los salvavidas. El Submarino Amarillo estaba atento y preparado en la playa sobre la arena. En él haríamos el avistaje de las Ballenas. Montado en su tráiler nos esperaba, todo dispuesto para sumergirse. Su figura es imponente, no dejaba de ser una gran ballena pintada de colores estridentes. El personal embarcado nos recibió con un cariño muy particular y nos hizo sentir a todos muy seguros.

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Argentina. Chubut. Luis Petitte, de las ballenas conoce todo.Fotos: Raúl Solis.

Luis… El fotógrafo de a bordo llevo la voz cantante y se ocupó de darnos las explicaciones de seguridad. No hay bar y no hay comida para no ensuciar el agua dónde habitan nuestras amigas. Las ballenas tienen en él un aliado. Pocas veces escuche hablar a un ser humano con tanto amor como lo hizo él. Su conocimiento sobre ellas es muy amplio y no es nada perezoso todo lo cuenta y lo vuelve a contar tantas veces como sea necesario. Para no andar con muchas vueltas nos dijo: Pregunten. Pregunten. Que si no conozco la respuesta…la invento.

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Argentina. Chubut. Maravilloso atardecer. Ellas no se lo quieren perder. Fotos: Raúl Solis.

A decir verdad desde la noche anterior que tuve una rara sensación en todo mi cuerpo y mi mente. Ni triste, ni alegre, melancólico…quizás…ansioso…La palabra justa. Pero ya. El Yellow Submarine había soltado su tráiler navegaba solo empujado por dos motores con 500 HP de furia. La mitad de su cuerpo sumergido. Allí radica la gran diferencia. Permite la observación a cielo abierto y si no debajo del agua a través de 40 ventanas, distribuidos a ambos lados. Su navegación es muy suave e imperceptible, lo que le da al observador una tranquilidad absoluta y le permite tener sus cinco sentidos en la aparición de la “Ballena Franca Austral”

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Argentina. Chubut. Desde las ventanas podemos observar debajo del agua. Fotos: Raúl Solis.

La maniobra de entrada y salida del agua es muy particular. Se encuentra en tierra sobre un tráiler gigantesco, donde está depositado. Un vehículo que lo empuja con su cama y sus habitantes, todo hacia el agua hasta que flota y allí lo suelta. Se ponen en marcha los motores logrando una total independencia. Desde abajo la vista es sorprendente. Un pasillo largo con ventanas cada una con su asiento. Esto permite ver al agua y en un futuro las ballenas en su propio hábitat. A través de ellas te invade un color verdoso con impurezas, seguramente seres vivos que deben ser el alimento de las Ballenas. El color más oscuro resalta cuando miramos hacia arriba y una fuerte transparencia más clara te invade porque viene desde el exterior.

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Argentina. Chubut. solo me dejo flotar para que me miren. Fotos. Raúl Solis.

Ya habíamos visto a lo lejos un clásico movimiento que provocan ellas en el agua. Hacia allí fuimos. Estábamos todos expectantes y en silencio. El encuentro era inminente. Nuestra primera Ballena estaba casi al alcance de la mano. El capitán comenzó el acercamiento. Lo hizo por uno de sus laterales. Busco la deriva del agua. Sus motores regulando. Pareciera que su ronroneo les encanta a estas maravillosas criaturas. La embarcación no sé si empezó la aproximación o ella se acercó a nosotros. Pasamos de observadores a ser observados. Nuestros pechos explotaban. Casi no respirábamos, nos mirábamos atónitos y nuestros ojos fijos en el agua. La espera era eterna todos esperando el momento en que apareciera en la superficie…

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Argentina. Chubut. Te saludo con la “V” de la Victoria. Fotos: Raúl Solis.

…Y sucedió. Primero un fuerte resoplido y el agua en forma de lluvia cayó sobre la superficie y apareció su cabezota gigante. Nosotros queríamos hacer todo a la vez. Verla, sacarle fotos y a su vez salir de nuestro asombro. Este era nuestro bautismo. Nuestro primer contacto con la Ballena Franca en aguas de Península Valdés. Una maravilla. Nosotros también resoplamos y permitimos que el aire que retenían nuestros pulmones saliera con un resoplido similar. Nos mirábamos muy turulatos pero esta vez… con una sonrisa.

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Argentina. Chubut. Su cola preparada para ser disparada. Fotos: Raúl Solis.

Según Luis no estaba muy confianzuda, se dejó ver poco, apenas su cabezota y parte de su lomo. Mucho menos fue su cría que apenas se asomó. Parecía vergonzoso de tanta exposición. Rápidamente se fueron hacia su gran escondite. El Agua. Se escuchó nuevamente la voz de Luis – el domador de ballenas- Con su dulce y cantarino tono nos volvió a repetir sabias palabras ¡Paciencia! ¡Paciencia! Ya van a aparecer nuevamente. Cuánta razón tenía. Pero quien contenía precisamente nuestra… Impaciencia.

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Argentina. Chubut. Cuanta Paz y alegría transmite este lugar. Fotos. Raúl Solis.

 Estábamos todos amontonados sobre una borda, no nos queríamos mover. Conteníamos la respiración. Nuestros ojos clavados en el agua y todos querían tener el poder de traspasar su contenido. Queríamos ver debajo de ella. Nuestro dedo índice acariciando el gatillo de la máquina de fotos por supuesto. Se hacía rogar. Hizo su aparición nuevamente esta vez nos mostró toda su cabeza pero él bebe no quiso aparecer. Seguramente estaba despeinado.

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Argentina. Chubut. Que placer nadar en este atardecer. Fotos: Raúl Solis.

El Yellow Submarine flotaba lánguidamente en las azules aguas del Golfo. Pasaban los minutos y ningún movimiento. Nos mirábamos desorientados y el capitán también. Él oteaba el horizonte, todos mirábamos para todos lados. Nada. A 300 metros en la lejanía apareció su cabezota. La proa apunto hacia ella y el capitán le bajo los bigotes a los aceleradores. En un instante navegábamos a la par, era evidente que nos estaba esperando. Ya éramos como amigos y en agradecimiento esta vez se mostró casi de cuerpo entero. Inmediatamente emergió su cria. Pero estaba vez no estaba detrás de su madre estaba lateralmente adelante de ella. Se mostró durante unos instantes con medio cuerpo afuera. Había perdido el temor. No es para menos con semejante mamá.¡ Quien no se hace el valiente ¡

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Argentina. Chubut. Su cola en todo su esplendor. Fotos: Raúl Solis.