“Nuestra casa estaba siempre llena de chicos, en el verano escuchábamos los chapuzones en la pileta, la música a todo trapo. Hoy sólo hay un vacío espantoso”.
Mariano era un pibe familiero, tenía veinte años y estudiaba abogacía. El 30 de diciembre de 2004 fue a ver a Callejeros junto a Gustavo, su amigo de toda la vida. Esa noche ambos fallecieron en el incendio de República de Cromañón.
Nilda Gómez es la mamá de Mariano y representante de la ONG “Familias por la Vida”: “nos juntamos porque creemos que todos tienen derecho a divertirse sin perder la vida en el intento, porque un derecho constitucional.