Por: Matías Bugallo
“Nuestra casa estaba siempre llena de chicos, en el verano escuchábamos los chapuzones en la pileta, la música a todo trapo. Hoy sólo hay un vacío espantoso”.
Mariano era un pibe familiero, tenía veinte años y estudiaba abogacía. El 30 de diciembre de 2004 fue a ver a Callejeros junto a Gustavo, su amigo de toda la vida. Esa noche ambos fallecieron en el incendio de República de Cromañón.
Nilda Gómez es la mamá de Mariano y representante de la ONG “Familias por la Vida”: “nos juntamos porque creemos que todos tienen derecho a divertirse sin perder la vida en el intento, porque un derecho constitucional.
Esta Asociación Civil fue formada por familiares y amigos de las víctimas de Cromañón junto a sobrevivientes de la tragedia. En enero de 2005 obtuvieron la Personería Jurídica y desde entonces se dedicaron a “luchar contra la corrupción y la impunidad, en pos de logar justicia”.
“Siempre estuvimos tranquilos porque teníamos las pruebas para evitar que fueran absueltos, no había otra posibilidad que no fuera la cárcel”, sostiene Nilda respecto a la sentencia de Casación.
A la hora de indicar las responsabilidades, la mamá de Mariano apuntó: “Cromañón era una trampa mortal creada por Ibarra, controlada por inspectores corruptos con afán de recaudar. Chabán y Fontanet lo convirtieron en una cámara de gas”.
Existe un grupo de sobrevivientes que entienden a los músicos de la banda como víctimas y no como responsables, “desde un principio consideramos a Callejeros culpables, el respeto por el dolor de los chicos hizo que nos mantuviéramos en silencio, hasta que salió la absolución, y ahí decidimos no callar más”.
A mediados de esta semana “Pato” Fontanet quedó internado en una clínica psiquiátrica de Córdoba debido a un supuesto abuso de sustancias psicoactivas. Esa misma provincia que los vio volver a tocar en septiembre de 2006, y que según Nilda es el “lugar donde la Justicia lo protege poniendo trabas para evitar su traslado al Penal de Ezeiza, donde existe un pabellón psiquiátrico”.
“Justicia sería que esto no vuelva ocurrir, pero también que se revise la situación penal de Ibarra, que lo encierren a Fontanet y sobre todo que se cambie la carátula de estrago culposo a estrago doloso con dolo eventual seguido de muerte más a cohecho activo”, expresó Nilda en los términos jurídicos adquiridos desde la tragedia.
El actual Legislador porteño, y ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, recibió duras críticas por parte de los familiares de las víctimas: “habrá salido indemne en lo penal, en lo que respecta a los padres y amigos siempre vamos a estar atrás de él denunciándolo como responsable de que no tengamos a nuestros hijos con nosotros. Si la Justicia lo sobreseyó será la condena social la que se lo recuerde”.
La madre de Mariano se ilusiona con que luego de lograr que tres ex funcionarios (Fabiana Fiszbin, Ana María Fernández y Gustavo Torres) “cayeran presos”, los actuales van a “cuidarse de hacer las cosas bien para evitar pagar con la cárcel, por los errores, acciones y omisiones que pongan en peligro la vida de la gente”.
En la actualidad el trabajo de la ONG no termina en lo que Cromañón respecta, “Familias por la Vida” anticipó que en 2013 “van a seguir trabajando en el control de riesgos, y en realizar un diagnóstico más preciso sobre las zonas de peligro de la nocturnidad para diagramar las prácticas que deberían aplicarse en materia de prevención y la adecuación de los códigos de nocturnidad tanto en Capital Federal como en el resto de la Provincia de Buenos Aires”.
Nilda recuerda a Mariano como el “amor de su familia, de sus amigos y sus compañeros”, una persona solidaria que “siempre llegaba a casa con paquetes de broches comprados en el tren y que argumentaba hacerlo porque ´quizás ese fuera el único ingreso que el vendedor podía llevar a su casa´”.
“Si pudiéramos volver el tiempo atrás lo abrazaría y no lo dejaría salir. Ante esta ausencia monstruosa lo único que nos queda es luchar para que no vuelva a pasar”.