Todos los sobrevivientes de la Copa del Mundo en 1995, que tuvo como campeones a los Springboks, se reunieron en Johannesburgo para celebrar el aniversario N º 20 de su famosa victoria 15-12 sobre los All Blacks.
“Es fantástico ver a todos de nuevo, en el campo donde sucedió todo”, dijo Brendan Venter, un reemplazo de último momento de James Small en la final.
“Para ser honesto, hace unos días, no había pensado mucho en eso (la final), ya que todos tenemos vidas ocupadas. Pero estar aquí hoy hace que los recuerdos aparezcan de golpe”, continuó.
“Me han preguntando cómo fue cuando Madiba entró al vestuario antes de la final. Recuerdo un señor mayor, de cara amigable dando energía a un grupo de personas. El nos decía que eso sería muy importante para mucha gente si nosotros pudiéramos llevarlo a cabo”, finalizó.
Bernard Lapasset, comenzaba su mandato como presidente de la IRB (World Rugby ahora) y tomó la decisión de que el capitán, Francois Pienaar, le entregara la Copa Web Ellis a Nelson Mandela, fue la imagen más icónica en la historia de este deporte.
“La Copa del Mundo de Rugby en 1995 siempre tendrá un lugar especial en mi corazón, ya que era más que un evento deportivo increíble”, dijo Lapasset.
“Sudáfrica 1995 demostró que el deporte puede cruzar barreras, promover la inclusión, crear comunidades y que puede atraer e inspirar a hombres, mujeres y niños de todo el mundo, como ninguna otra actividad”, además expresó.
Y agregó: “El señor Mandela era un hombre verdaderamente notable y esos días del Mundial vi el increíble impacto en su Nación y su Pueblo. Su sabiduría, inteligencia y la pura presencia eran una maravilla para contemplar”, prosiguió.
“Estableció una nueva Sudáfrica y nuestro Torneo llegó a simbolizar el surgimiento de una nueva Nación. Él cambió el mundo y tuvimos el privilegio de presenciar y abrazar su trabajo”, finalizó Bernard.
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