Qué tiene esta nueva versión de Sherlock Holmes que volvió a cautivar a la audiencia de forma inmediata? Sin duda este detective inglés fue uno de los personajes que más representaciones tuvo en el cine y en la televisión. Genio de la deducción y de frases célebres que quedaron en el uso cotidiano (Elemental, Watson), Holmes es un personaje que se supo reinventar de manera genial en cada una de sus versiones.
En esta versión, Sherlock vive en la Londres actual. Usa celular, maneja la tecnología, sigue viviendo en 212 de Baker Street y no deja de tener los tintes del siglo pasado. Sigue tocando el violín, posee gustos exquisitos y un tanto demodé para esta época. El gran éxito de esta serie recae sin lugar a equivocarnos sobre el “muy british” Benedict Cumberbatch, un gran actor que coquetea con la televisión y el cine generosamente. El es quien le aporta este nuevo aspecto al detective que es el cinismo. Su inteligencia está tan por encima de la media que no sabe relacionarse de otra forma más que siendo cínico a la hora de establecer vínculos.
Hábil con la palabra y deducciones, este Holmes nos recuerda mucho a las características del Dr. Gregory House. Amado por unos pocos, odiado por muchos, admirado por todos.
Por supuesto está acompañado por John Watson (interpretado por el “hobbit” Martin Freeman), su compañero (y amigo?) inseparable que le viene bien para explicarle sus deducciones mientras las va elaborando.
De la mano de la BBC la serie del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle debutó en la pantalla en 2010 con una primera temporada compuesta por tres capítulos de hora y media. En 2012 llegó la segunda temporada que tuvo un último capítulo (ATENCIÓN SPOILERS!!) más que impactante con el supuesto suicidio de Sherlock.
La tercera temporada acaba de estrenarse en Inglaterra logrando su mejor marca de audiencia con 9,2 millones de espectadores. Los dos años de espera lograron colmar las expectativas de los seguidores de la serie.
Sherlock tiene la particularidad de muchas series británicas de temporadas cortas pero contundentes como fue también el caso de Black Mirror (temporadas de 3 episodios). Logran a pesar de los pocos capítulos condensar la esencia de la serie y generar expectativa para que comience la próxima temporada.
La serie es dinámica, actual, divierte, engancha y sobre todo es distinta a lo que estamos acostumbrados a ver. Mantiene el hilo argumental y en ningún momento decae la tensión, propone recursos (aunque ya fueron usados anteriormente) bastante originales como la escritura en la pantalla de los pensamientos de Sherlock.
No dejen de verla, las dos primeras temporadas están disponibles en las versiones online y el primer episodio de la tercera temporada también ya está disponible. Esperemos que nos sigan deleitando con una cuarta.