Francis Underwood no tiene escrúpulos. Su ambición es desmedida. No tiene techo. Su vida está marcada por el ritmo de su ansia de poder. Ama el poder, ese es su adn y no lo oculta. Siempre se muestra seguro, determinante, carismático, decidido y por momentos soberbio. Desprecia a todos pero o se los demuestra salvo en los golpes finales.