Una buena foto no solo debe estar correcta en términos técnicos, sino que también debe ser impactante, tener un sentido y provocar algo. Una buena foto es aquella en la que nos podemos detener varios minutos e incluso podemos volver a mirar sin cansancio.
La composición fotográfica es uno de los elementos más importantes y difíciles de lograr. No porque implique una técnica determinada, sino porque necesariamente requiere de un “saber ver” para lograr un mensaje deseado.
Componer significa encontrar una cadencia, un orden o una ubicación de los elementos en el espacio; implica también saber recortar ese espacio en función, de nuevo, de un mensaje. Una foto que en principio tendría un significado, cambia totalmente si el recorte es otro.