Hace exactamente un año, el peso argentino sufrió una fuerte devaluación que lo llevó a 8,14 pesos por dólar. Un año más tarde el tipo de cambio está en 8,66, lo que significa apenas una suba del 6,4%. Si tenemos en cuenta que la inflación verdadera estuvo en torno al 40%, tenemos que Argentina está, en promedio, un 34% más cara en dólares.