Los recientes sucesos en Boston, Massachusetts y West, Texas nos recuerdan una cruel realidad: no podemos escapar de las situaciones de crisis. Pero aunque nos es imposible evitarlas, podemos aprender a liderar a las personas a través de ellas. De hecho, las épocas difíciles y oscuras pueden ser los momentos en los que más se necesite del liderazgo.
Aunque muy pocos de nosotros tendremos la responsabilidad de liderar luego de una gran catástrofe, todos enfrentamos momentos de intensa dificultad dentro de nuestras organizaciones. Por naturaleza, una crisis requiere de una atención urgente, y aun así nos puede resultar muy difícil saber cómo responder a las adversidades repentinas. Espero que esta lección los prepare para liderar a otros con naturalidad y confianza a través de las tormentas de la vida.