66. Los escurridizos

Hay una especie especial específica de caballeros conocida con el nombre de escurridizos, del latín nocompromisum, más conocidos por los “sí pero no”. Hombres gentiles y de buen humor que van prometiendo con pequeños actos, barriles de eternidad para las muchachas desprevenidas. Tienen el don de la seducción a flor de piel, son encantadoramente espontáneos y no necesitan ninguna estrategia; esos artilugios se los dejamos a los feos que son los que aportan las grandes ideas al Manual de Estrategias de Levante y Abandono. Saben cuándo victimizarse al encontrarse con un alma maternal o hacerse los héroes cuando una personalidad apocopada se presenta ante sus labios. Calculan cuándo sonreír y en qué momento pegar el zarpazo. Continuar leyendo

42. Las reventadas

La fauna amorosa

La jungla de los sentimientos desencontrados convoca diferentes especímenes que aúllan bajo la luna sus deshonradas catarsis. Vuelan y retozan alrededor del pantano: el pollerudo, la mosquita muerta, el conquistador compulsivo, la llorona, el paganini. Etiquetas que se pegan en nuestra cara para que el otro no se angustie si no sabe dónde encasillarnos. Todos necesitamos una etiqueta en la cara del bolud@ que nos mira. Continuar leyendo

9. Al final sos una histérica

A muchas mujeres les cuesta reconocerse como histéricas

Simplemente prueben, promediando una conversación, decirle a una mujer: “al final sos una histérica”. Verán que en el 92% de los casos la primera reacción es negar la afirmación enunciada. Yo no sé qué entiende una mujer por ser histérica pero seguramente dista mucho de lo que realmente es. Tal vez lo considere un insulto o un menosprecio inoportuno. Continuar leyendo