9. Al final sos una histérica

#AmoresTóxicos

A muchas mujeres les cuesta reconocerse como histéricas

Simplemente prueben, promediando una conversación, decirle a una mujer: “al final sos una histérica”. Verán que en el 92% de los casos la primera reacción es negar la afirmación enunciada. Yo no sé qué entiende una mujer por ser histérica pero seguramente dista mucho de lo que realmente es. Tal vez lo considere un insulto o un menosprecio inoportuno.

 

Modos de insultar

En los últimos cuarenta años vienen utilizándose algunos cuadros psicopatológicos a modo de insulto. Que sos una histérica de libro, un obsesivo de mierda, un paranoico insoportable, etc. A nadie se le ocurriría recurrir a la gastroenterología para insultar a alguien ni tomar de la proctología algún cuadro que ponga en ridículo o dañe la integridad social de un ser humano. Probá de decirle prostático a tu novio en medio de una discusión.

 

El que lo dice lo es

Un modo de defendernos de los diagnósticos deliberados construídos en salita de cinco es, ante un insulto, contestar rápidamente: el que lo dice lo es. Después, de grande, te enteras que ese mecanismo en psicoanálisis se llama proyección.

 

La histeria criolla

La histeria criolla no tiene nada que ver con aquella que le sirvió a Freud meterse en los laberintos vertiginosos del psicoanálisis. Gracias a ella pudo hablar de fantasía inconsciente y más tarde de realidad psíquica. Es decir que hay un mundo afuera donde te pasan las cosas que te pasan y otro adentro donde no siempre pasa lo que tendría que pasar.

 

Quedar de garpe

La histeria criolla es la de la falsa seducción. En el barrio le dicen calentar la pava, jugar a seducir sin saber cuándo es el límite de parar. Define a la histérica criolla la frase “te quiero como amigo”. Él la lleva, la pasa a buscar, la escucha, le da consejos, chocolates y crema del cielo, le dice que el solerito le queda pintado, mientras que en otro barrio hay un muchacho que viene de jugar a la pelota con los tapones de los botines embarrados y que antes de bañarse revisa los contactos del teléfono móvil y llama (orientado por el aburrimiento) a esa muchacha. Y ella acude como si nadie estuviera esperando el milagro de ir juntos un sábado a la noche a barcearse por las barras de la calle Directorio.

 

No está bueno

No está bueno que le generes falsas expectativas a alguien que sabés desde un principio que no te va a gustar. No está bueno que te hagas la confundida para sacar provecho de la servidumbre. No está bueno que ante la evidencia te hagas la que no es así. No está bueno que te produzcas para ir a tomar un helado como si fueras a salir con un George Clooney. No está bueno que sabiendo lo que dicen sus ojos hagas de cuenta que él te quiere como una amiga más. No está bueno que ante los demás digas -nada que ver. No está bueno que le hables de lo mal que te trata ese muchacho porque él nunca va a entender porque no estás con él en lugar de estar con ese otro.

 

Mensaje para las de un metro cincuenta

Me llegaron algunos mail de personas femeninas de baja estatura quejándose por ponerlas de ejemplo en algunos post. En este caso, la histeria criolla no tiene altura. Buenas tardes.

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