La cena de Navidad en la empresa

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Es frecuente que las compañías organicen, con mucho tiempo de anticipación, una fiesta de fin de año a toda pompa, cierre de ciclo caracterizado por el balance y los planes a futuro. Pero hoy les propongo algo diferente, para sumar al gran evento anual corporativo o reemplazarlo en aquellos casos de presupuesto acotado.

Se trata de una comida o cena navideña, destinada únicamente a los miembros de la firma. Una ocasión más íntima y cercana, en la que todos se sientan alrededor de una mesa, sin distinción de jerarquías.

Si bien un pequeño discurso del CEO o gerente no puede faltar, la idea es que se fomente la charla descontracturada, se limen asperezas entre compañeros y se propicie el acercamiento a los jefes, muchas veces figuras inalcanzables. Y todo en el marco del ambiente festivo.

No obstante, y a pesar de lo sencillo y tranquilo de este tipo de reuniones, deben tenerse en cuenta ciertas pautas de organización:

Mesa Navidad

 

Elegir el espacio correcto: En aquellos casos en los que se opte ir a comer afuera, lo central es buscar un restaurante con capacidad suficiente, ya que la idea es que todos se sienten en la misma mesa. Tampoco es recomendable optar por un lugar recientemente inaugurado; es preferible ir a lo seguro para garantizar un buen momento. En el caso argentino, lo ideal es una parrilla.

Ahora, si el presupuesto aprieta, puede organizarse dentro de la oficina -¡a correr los escritorios!-, en algún salón de usos múltiples o, si el tiempo acompaña, en el jardín o terraza. En este último caso, hay que recordar que siempre debe haber un “plan B” por si aparece súbitamente alguna tormenta de verano.

Día y horario: La comida de Navidad puede desarrollarse al mediodía o a la noche. Si se elige la opción diurna, deberá tener lugar un día laboral para garantizar la asistencia. Sucede lo mismo con la nocturna; la diferencia radica en que ésta suele extenderse más en el tiempo -con o sin compañía de los organizadores, en algún bar o disco-. Por eso se recomienda planearla para un jueves o viernes. En cuanto a la fecha, una semana y media antes de la Navidad es lo ideal.

Catering: Como les comenté antes, siempre es mejor optar por platos de tipo “universal”, que sean del gusto general. Un asado -que incluya verduras a la parrilla en caso de que haya empleados vegetarianos- o un lunch son las opciones más pedidas. Gaseosas, jugos naturales y champagne para brindar son las elecciones correctas a la hora de pensar en la bebida.

En tanto, si la comida es en un restaurante, lo recomendable es acotar la elección a dos o tres menúes, para evitar así demoras en las preparaciones y entrega de platos muy disímiles.

El espíritu navideño puede expresarse también en la decoración del lugar de trabajo, los centros de mesa de este día especial y la música adecuada. Una buena idea es convocar, un tiempo antes, a los empleados a adornar sus espacios laborales con motivos acordes a la fecha, y premiar los más esmerados, originales y divertidos durante esta comida.

¡Espero les haya gustado la idea! Y, como siempre les recuerdo, no duden en consultarme si tienen alguna pregunta.

¡Hasta la próxima semana!

Yanela