Alonzo Mourning, al Salón de la Fama

#MiamiHeat

El gran pivot que tuvo Miami en su historia fue homenajeado por la NBA. Con su ingreso al selecto grupo de estrellas que pasaron por la mejor liga de básquetbol del mundo, “Zo” puede decir que su carrera deportiva tuvo, al fin y al cabo, un final feliz. Y es que no fue fácil ese camino para Mourning. Gloria, enfermedad, transplante y un regreso triunfal, parte de su historia. Aquí la repasamos.

Alonzo Mourning

Mourning, al Salón de la Fama de la NBA

Alonzo Harding Mourning Jr. nació en Virginia, Estados Unidos, en 1970. Tras un muy buen paso por la Universidad de Georgetown, “Zo” se candidateó para el Draft de la NBA de 1992. Justamente en ese sorteo se encontraba otro “peso pesado” que marcaría una antes y un después en lo que a Pivot se refiere: Shaquille O’Neal. Por eso, Mourning fue elegido en la posición n°2 de ese año, detrás del gran Shaq, por los Charlotte Hornets.

Durante tres temporadas, Mourning se encargó de llevar a su equipo adelante, ubicando a la franquicia recién creada en puestos de playoffs en dos oportunidades. Sin embargo, conflictos con el otro líder del equipo, Larry Johnson, generaron que los dueños de los Hornets decidieran traspasarlo a Miami Heat.

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Mourning, puro músculo del Heat.

Ya en el primer año, y con Pat Riley como entrenador, Zo se convirtió en el líder indiscutido de un equipo que además agrego al base Tim Hardaway. Junto a él, Mourning vivió años de gloria con el Heat, alcanzando una final de Conferencia (la primera para Miami en su historia), cayendo en 1997 ante los Bulls de Jordan.

Cumplidos 30 años, la que se considera en el básquetbol la edad de madurez y plenitud de un jugador, a Mourning le diagnosticaron una enfermedad renal, Glomeruloesclerosis focal y segmentaria. Se perdió 5 meses de la temporada 2001/02 pero, a pesar de todo, retornó para los últimos partidos. Al año siguiente, con enfermedad incluida, Zo continuó jugando, disputando 75 partidos y participando en el Juego de la estrellas.

Ya para el 2002, con su condición renal cada vez peor, Mourning decidió poner un alto en su carrera para dedicarse de lleno a su enfermedad. En 2003, con su contrato expirado y sin renovar con el Heat, los New Jersey Nets le ofrecen un contrato de 4 años para retornar a la NBA. Apenas duró 12 partidos, teniendo que anunciar su retiro para operarse: necesitaba un riñon nuevo.

En diciembre de 2003, se anuncia el éxito del transplante, aunque los médicos le aseguran que no podrá volver a competir profesionalmente. Mourning, como en la cancha, no se dio por vencido y para la temporada 2004/05, los Nets lo incluyen en el plantel.

Apenas 18 partidos logró disputar en New Jersey ese año, hasta que el Heat logró hacerse con él a mitad de temporada. De allí no se iba a ir más hasta el final de su carrera.

A pesar de tener minutos limitados, Zo logró continuidad y presencia en Miami. Con promedios por debajo de los 10 puntos, fue clave en el espíritu del equipo y tuvo su recompensa. En 2006, con la llegada de Shaquille O’Neal, aquél que le había arrebatado el n°1 del draft, y la aparición de un novato llamado Dwyane Wade, Mourning consiguió el tan ansiado anillo, el primero para la franquicia.

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Shaquille O’Neal y Zo, una dupla letal.

Al año siguiente, y ya con 37 años, Zo jugaría sus últimos partidos en la NBA. Anunció su retiro en 2009, tras intentar volver luego de varios problemas en sus rodillas.

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Tras dejar el básquetbol, el Heat retiró su número.

La “33″ del Heat nunca tendrá otro nombre que no sea el de Mourning: fue el primer jugador de la historia del Heat al que se le retiró su camiseta. Ahora, la NBA premia a un jugador que supo luchar dentro y fuera de la cancha. Un ejemplo para el deporte y para la vida. Y un orgullo para el Heat.

Las mejores jugadas de la carrera de Alonzo Mourning: