¿Hacia dónde va el Boden15?

#WallStreet

El Boden 2015 sigue siendo hoy la estrella que todos contemplan a pesar de haber tenido una semana movida. Primero, el fallo en contra y luego el anuncio de la reapertura del canje de deuda por parte del gobierno argentino.

Boden15_Carta Financiera

El martes de la semana pasada el Boden 2015 cerró en 93,48 dólares en la bolsa estadounidense, brindando al inversor una tasa cercana al 12,8%, mientras que en Argentina cotizó a 839 pesos, rindiendo alrededor de -11% a tipo de cambio oficial. ¿Qué significa esto? Por un lado significa que, como todos sabemos, el tipo de cambio correcto no es el oficial; los inversores están dispuestos a pagar 8,97 pesos para hacerse de un dólar en el exterior (también conocido como “dólar fuga”). Esta relación surge de dividir el precio de compra de 839 pesos por el precio de venta de 93,48 dólares. Pero por otro, significa que en la medida que las restricciones al mercado cambiario se mantengan, que el nivel de reservas del Banco Central continúen disminuyendo y que el gobierno siga utilizando la máquina generadora de felicidad (léase, siga imprimiendo pesos), la cotización del Boden 2015 continuará su camino alcista.

 Si observamos la relación existente entre los pesos circulantes en la economía y el nivel de reservas en poder del Banco Central, obtenemos un tipo de cambio implícito cercano a 8,73 (calculado como el ratio entre la base monetaria de $323.202M y la cantidad de divisas de U$S 37.011M) lo cual se asemeja mucho más al “dólar fuga”. De hecho, si observamos la evolución entre estos dos tipos de cambio en lo que va del 2013 encontramos una relación bastante directa:

dolar fuga vs pesos-reservas

No quedan dudas que, en un escenario donde el gobierno pierde fuerzas para intervenir en el mercado cambiario, donde se ve en una posición complicada de cara a las elecciones en octubre, donde el gasto público crece a pasos agigantados, y la devaluación oficial incrementa su ritmo, el Boden 2015 continuará su camino hacia nuevos máximos. ¿Por qué? Porque los inversores ven que hoy el dólar a 8,97 sigue siendo barato, porque se espera, cada vez con mayor fuerza, una devaluación de gran magnitud y porque el escenario internacional parece comenzar a cambiar de rumbo hacia tasas de interés mayores en los países desarrollados. Lo importante no es tanto que este escenario se convierta en realidad, sino que los inversores lo crean posible.

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