El hombre en busca de sí mismo

#WOBI

¿Cuánto estaría dispuesto a pagar usted por contratar a un consejero que le permitiera conocerse mucho mejor, que le ayudara a descubrir los recursos que encierra en su interior y que le mostrara los obstáculos que no le dejan avanzar?

Dentro de cada uno de nosotros existe una facultad que no utilizamos la mayor parte de las veces, sencillamente porque no sabemos que la tenemos. Descubrir esta facultad y aprender a utilizarla puede ser una de las cosas más importantes que podemos hacer en nuestra vida. A través de ella, alcanzamos a conocer nuestros entresijos y recovecos más profundos, ya que nada escapa a su capacidad de ver en medio de la oscuridad.

Nuestro sistema de condicionamiento social ha ido progresivamente alejándonos de algo que se resiste a ser comprendido desde el intelecto y la razón, y que cuando se manifiesta no lo hace a través de una explicación, sino de una experiencia. Es precisamente esta experiencia la que tiene la capacidad de dar por completo la vuelta a la manera en la que vemos ciertas cosas.

Esta facultad que no tiene nombre sabe exactamente por qué nuestra vida es como es. Entiende por qué reaccionamos de la forma en la que lo hacemos y también comprende qué es lo que nos hace tan difícil poder cambiar. Su contacto con el cuerpo es tan estrecho que con frecuencia se manifiesta a través de él. El problema es que no nos es fácil interpretar un mensaje que no suele llegarnos con palabras sino con sensaciones corporales o con imágenes que para nosotros no acaban de tener sentido.

Dentro de nosotros existe una sabiduría esencial que tendría la capacidad de sanarnos mental y emocionalmente si le prestáramos un poquito de atención. Esta facultad inconsciente se da cuenta de aquellas certezas y convicciones que tenemos sin saber que las tenemos y que limitan profundamente nuestra capacidad de alcanzar aquello a lo que aspiramos. Dichas convicciones ancladas a nivel profundo son además las que disparan muchas de las emociones que experimentamos.

Cuando notemos cómo ante una determinada situación nuestro cuerpo se tensa a la vez que nos invade un sentimiento de furia o de miedo, es importante empezar a conectar con esta sabiduría interior. Para ello recomiendo buscar un lugar donde no se nos interrumpa y cerrar los ojos mientras mantenemos enfocada nuestra atención en las sensaciones corporales. A continuación hay que hacerse una pregunta del tipo ¿qué es lo que está ocurriendo dentro de mí para que me sienta así? Es muy importante aguardar en silencio con el convencimiento pleno de que antes o después vamos a obtener una valiosa respuesta.

Si evitamos responder desde nuestras cabezas o analizar la situación, veremos que ocurre algo muy sorprendente. Esa sabiduría interior que conscientemente no podemos percibir, nos transmitirá un mensaje que es muy importante que nos abramos a acoger. Como nada de este proceso tiene una explicación racional, suele faltarnos la fe, la confianza y la paciencia que se requieren para recibir aquello que tiene un poder transformador. Sin embargo, si persistimos descubriremos algunos de esos lastres que arrastramos y que no nos dejan progresar. A veces una frase o una palabra surgirá de nuestro interior, de un lugar completamente diferente a donde estamos acostumbrados a escuchar a nuestra voz interior, a la vez que experimentamos una curiosa relajación muscular. Albert Einstein nos recordaba que “ningún problema importante puede ser resuelto desde el mismo nivel de pensamiento que lo creó”. Nuestras mentes no paran de crear los problemas que sólo nuestra sabiduría interior es capaz de resolver.

Mario Alonso Puig formará parte del World Leadership Forum México, a celebrarse el 24 y 25 de abril.