El cuida no usa ni puntos ni comas
Dentro de la fauna de las relaciones amorosas hay una especie silenciosa que pasa desapercibida en los escenarios sociales pero de una densidad vincular digna de analizar, el cuida es el guardián del deseo del otro al principio funciona más o menos bien él la llama a cada rato mandándole textos alusivos al día de sol le comenta que va a lavar el auto con Nacho o que se está clavando una milanesa en lo de la abuela ella está cuidada y protegida siente por fin que alguien la registra y que está pendiente de ella cree que el amor se mide por la intensidad compulsiva de la comunicación cotidiana a través de toda red social y/0 del clásico teléfono de línea él considera esa impulsividad por saber qué es lo que ella hace cuando no está con él como una manifestación de amor cuando en realidad no es otra cosa que tener un miedo feroz de sufrir un abandono. Continuar leyendo