7. La llorona compulsiva

Para Vera Salúm que todavía está a tiempo

 

Llanto de bebe

El llanto, desde la más tierna infancia, ha sido un vehículo de comunicación. Los niños cuando tienen hambre lloran. Lloran cuando tienen sueño, cuando les duele la panza y cuando están aburridos. Los padres decodifican ese llanto y responden a la demanda, algunos inmediatamente y otros se toman su tiempo, no para saciarlos sino para que se callen de una buena vez. También reconozcamos que hay padres más abombados que otros.

La fábrica de las lloronas tiene su origen en esos padres que responden de inmediato a la demanda de sus hijos y que no permiten que dicha almita angelical aprenda a frustrarse o que experimente ese sentimiento que la acompañará a lo largo de su vida llamado angustia. Continuar leyendo