“La calidad es gratis, lo que cuesta dinero es la falta de calidad” decía Phil Crosby, el primer experto que reconoció que hacer negocios sin calidad generaba costos que podían evitarse. Hoy en día es fundamental mejorar la eficiencia y bajar los costos, sin embargo muchos de los costos que tenemos en las empresas los consideramos como “pérdidas normales de la operación”, pero podrían reducirse y hasta eliminarse, generando además una mayor satisfacción para el cliente. ¿Cómo? Analizando los costos de la NO calidad. Continuar leyendo