La red invisible que interconecta países más allá de la distancia física es cada vez más grande y más compleja. No sólo se intercambian productos, como ya hemos comprobado que pueden competir con nuestra oferta productos chinos que llegan con envío gratis sin prisa pero sin pausa, hasta servicios, e información. Los medios para comunicarse son cada vez más y mejores, facilitando el acceso a distintos mercados que hasta hace unos años eran impensados.
Pero llegar a estos nuevos mercados no es automático, nadie va a decirnos qué hacer ni cuándo. Los dueños y decisores de las empresas deben estar atentos a los cambios y buscar formas de innovar en su oferta para poder superar una crisis o a un competidor local. Continuar leyendo