Argentina. Península Valdés.

 

Recuerdos de mis Viajes por Argentina.

 

Atrás dejábamos Puerto Pirámides y la inolvidable gran experiencia que fue el encuentro con las Ballenas. Estas extrañas criaturas nos habían recibido en el living de su casa… El Mar. Lo hicieron como si verdaderamente fuéramos amigos y nos mostraron orgullosamente a su cría. Este sí que es un día para no olvidar. Lamentablemente debíamos dejar esa hermosa Villa y ponernos en marcha detrás de nuestro ambicioso programa. Ya montados en el auto. Mi guia personal: Paula Ortega. Me hizo una breve reseña de lo que nos esperaba en las próximas horas. Detalles sobre la amplia recorrida por la Península. La había programado de manera que esa noche termináramos en el “Faro de Punta Delgada”

DSC03647

Argentina. Puerto Pirámides. Las embarcaciones vuelven luego del avistaje de ballenas.

Atrás dejábamos la playa y nos internábamos en el Continente. La tarde se sentía derrotada ante el avance de las sombras. El sol indignado no quería dejar de ser el protagonista y su cara roja de ira teñía el cielo en un juego de luces multicolores. Pese a la resistencia que encontraron, las sombras se adueñaron de la situación y la noche buscaba su quietud. Los únicos privilegiados nosotros que disfrutábamos de un gran espectáculo… el atardecer.

DSC03760

Argentina. Península Valdés. Atardecer en el Golfo Nuevo. Fotos: Raúl Solis.

El camino de ripio nos recibió con toda su incomodidad. La tierra invadía el habitáculo del auto y se hacía participe obligado de nuestra excursión. Nuestras narices incomodas con la intromisión de este invitado de tierra. Los golpes en los guardabarros provocaban sobresaltos. Ese fuerte sonido era provocado por las piedras sueltas del camino, parecían que los querían perforar. A partir de ese momento empezamos a estar acompañados en la soledad. ¿Por quién? La fauna autóctona del lugar. Una verdadera maravilla y una abundancia notable. Sin duda la buena protección que tiene la Península a través de los años ha surtido efecto. Es una lástima que con la Pesca Deportiva en todo el país no se pudo lograr.

DSC04032

Argentina. Península Valdés. La Punta Pirámides en todo su esplendor. Fotos: Raúl Solis.

Una frenada inesperada nos sorprendió dándole suspenso al viaje. El coche derrapo en el ripio y la nube de polvo que nos invadió fue terrible. Mientras nos agarrábamos de donde podíamos le preguntábamos a Marcelo, nuestro chofer ¿qué había pasado? Es que se me cruzo un grupo importante de copetonas que se paseaban en la oscuridad. Nosotros ya las divisábamos corriendo y exhibiendo su copete muy orgullosas.

DSC03801

Argentina. Península Valdés. El crepúsculo maravilloso. Fotos: Raúl Solis.

Mientras nos reponíamos y levantábamos las cosas caídas. Vimos detrás de la polvareda el brillo de unos ojos que nos llamó la atención. Una tropilla de guanacos cruzaba el camino y no precisamente por la invisible senda peatonal. Es por ello que extremamos la precaución para transitar los 80 Km que nos separaban para llegar a Punta Delgada. Los zorros, maras y liebres se cruzaban por delante de las luces de los faros con su velocidad característica de un lado a otro.

DSC03751

Argentina. Puerto Pirámides. Cuidando su magnifico Reino. Fotos: Raúl Solis.

Nos acerábamos a nuestro destino y el Faro de Punta Delgada nos recibía con su señal característica de “prende y apaga”. Nos acomodamos en la habitación y el lugar del encuentro era el coqueto Restaurant. La elección de los platos y un buen vino nos acompañó. Yo elegí una “Reunión de Mariscos y unos fideos con salsa de langostinos, para hacerle honor al lugar.

DSC03815

Argentina: Faro de Punta Delgada. “Una reunión de Mariscos” Una delicia. Fotos: Raúl Solis.

Nos sentamos al aire libre mientras saboreamos un “Etiqueta Negra on the rock”. Observábamos el cielo que estaba especialmente adornado como un árbol de Navidad con una infinita cantidad de luceros que parpadeaban con signos de amistad. Detrás de cada una de esas luces un amigo o un ser querido me guiñaba un ojo como símbolo de complicidad y las estrellas se multiplicaban. El silencio me invadía el espíritu. Ese silencio que se puede escuchar de tan profundo que es. Me sentía invadido en cuerpo y alma. Este es mi país y va seguir siéndolo mientras existan lugares como este… donde existe la paz.

DSC03842

Argentina. Faro de Punta Delgada. Un alerta para los navegantes. Fotos: Raúl Solis.

Luego del desayuno caminamos hacia la costa para ver los Elefantes marinos, que todavía no habían arribado en su totalidad y se encontraban las madres con sus crias pequeñas. Cargamos nuestras valijas y salimos hacia Punta Norte. El ripio y la tierra nos acompañaban mientras avanzábamos por un camino muy cercano a la costa. Una maravillosa mañana permitió que observáramos la cantidad de fauna salvaje que se encuentra diseminada por la Península. No recuerdo haber visto tanta en libertad en otro lugar. Guanacos, Zorros Grises y colorados, Choikes – Avestruz patagónico- Zorrinos, armadillos, Cóndores, liebres, Maras – Liebre patagónica- y Martinetas. En el mar la Península se caracteriza por tener una fauna increíble pero en tierra firme tiene una población que es digna de ser destacada y Promocionada. Es única.

DSC03851

Argentina. Península Valdés. En el horizonte “La Caleta Valdés”

Ya estábamos divisando la “Caleta Valdés” viajando de sur a norte tiene una boca que lo pone en contacto con el mar Argentino. Esta lengua de tierra que se interpone entre el mar y la costa, te acompaña unos 35 km de extensión. Llegamos a la estancia “La Elvira” y estuvimos fotografiando su hermosa costa, Elefantes marinos y Pingüinos. Aquí en Punta Norte en los meses de fin de marzo y principio de abril es posible ver Orcas. Un sangriento y duro espectáculo pero que no deja de ser el llamado de la naturaleza. La necesidad de la alimentación, de esa manera la producen con toda crudeza. Apenas retomamos la ruta nos pusimos en marcha hacia dónde nos prometieron un cordero al asador y esta era la hora que no sentíamos particularmente atraídos por el Lugar.

DSC03843

Argentina. El Faro de Punta Delgada. Los corderos se preparan para el almuerzo. Fotos: Raúl Solis.

Sin previo aviso se nos cruzó una manada de guanacos a toda velocidad unos 10 o 15 ejemplares adultos hicieron demostración de su estado atlético, algunos de ellos saltaron limpiamente los alambrados. Pero era notable su velocidad ¡Tenían el diablo adentro! Seguramente vieron la imagen de los nativos “Aoniken” que en otros tiempos los perseguían para su caza. Esta población autóctona poblaba este territorio. Para ellos esta especie fue muy importante para su subsistencia, alimentación y abrigo. Todo fue tan rápido y tan llamativo que ninguno atino a sacarles fotos.

DSC03871

Argentina. Punta Norte. Los elefantes marinos y sus crías. Al fondo el canal de ataque de las Orcas. Fotos: Raúl Solis.

Al fin llegamos a la estancia San Lorenzo, muy cercana a la Punta Norte. Allí visitamos la Pinguinera, comprobamos que muy lejos del mar es decir del alimento. Había cuevas y en ellas un guardián de los huevos o de las crías pequeñas. Estas familias se aparean y buscan un lugar donde toda la colonia hace sus nidos. Como en un barrio Privado. Los nidos sin alambrar seguramente para chismear y hacer más llevadero las espera de 42 días para dar luz a las crias. Su casa es por demás rústica, pero allí recibirán a sus hijos. La pareja de pingüinos mantienen su relación para procrear y permanecen idílicamente unidos para lograr este objetivo. Un importante motivo para prolongar esta unión y para ayudarse en esta dulce espera.

DSC03881

Argentina. Punta Norte. Estancia san Lorenzo. Importante colonia de Pinguinos. Fotos: Raúl Solis.

Los huevos de la pareja que generalmente son dos están siempre custodiados así como la cria. Una vez que esto sucede, a los padres se les produce una problemática muy mundana. Es quien va al Supermercado a hacer las compras y quien se queda con las crias. Es una maravilla verlos en esta ceremonia de la alimentación. Uno de los miembros de la pareja es el destinado a cuidar el nido con su contenido y el otro realiza una caminata hasta el mar. Es evidente que puede ocurrir a cualquier hora Es maravilloso verlos cuando lo realizan, Con su cuello erguido y pasitos cortos tal como están acostumbrados a caminar.

DSC03902

Argentina. Punta Norte. A los arrumacos para convencerla de vivir juntos. Fotos: Raúl Solis.

Enfilan solitarios hacia el mar, como quien va a comprar el diario. Lentos pero sin detenerse. Algunos van muy cerca de otro como si fueran vecinos. Quizás contándose cosas de la vida. Si uno se detiene a observar va a ver una cantidad importante de ellos que van caminado hacia el mar. Y otra que viene de él. Provocando un tránsito interminable. Tal cual hacen los matrimonios de humanos. Uno se da un chapuzón mientras el otro se queda cuidado la sombrilla es decir el espacio y sus pertenencias. Los que vuelven son  fácilmente identificables por su dirección y el plumaje mojado.

DSC03916

Argentina. Península Valdés. El azul del Mar Argentino. Fotos: Raúl Solis.

Por fin llegó la hora señalada. Saborear un cordero patagónico. Allí sentados en su comedor que estaba atestado de turistas. Visité como es mi costumbre primero a el asador- tratamos de hacernos amigos- Luego a los dueños y ya en la mesa, saboreamos una picada estilo campo y una empanada. Todo muy rico. Pero mi subconsciente que es intratable. Decía: Vamos basta de demoras que venga el Cordero de dios y que me quite los pecados del Mundo.

DSC03931

Argentina. Punta Norte. Estancia el Carmen. El cordero listo para comerlo. Fotos: Raúl Solis.

 

 Próxima Nota: Sábado 13/12/2014 . 12 horas.

“Argentina. Puerto Madryn”

 

Perú. Un Paraíso Gastronómico – Continuación-

 

Recuerdos de mis Viajes Por Perú.

 

DSC05301

Perú. Concurso de Ceviche. Mi cara de alegría, en una mano el certificado y en otra el Premio.

En nuestro paso por el Mercado de frutos de San isidro dejamos las huellas marcadas. Platos, vasos y bandejas vacías. Seguramente no nos van a extrañar. Para mí fue una visita reveladora que me permitió conocer un poco más de este maravilloso pueblo peruano. Es mi costumbre visitar los mercados de Frutos de los distintos lugares que visito. Ellos me permiten conocer los cultivos de la región y como les gusta a su gente cocinar estos productos convirtiéndolos en manjares.

DSC05234

Perú. Miraflores. El mercado de San Isidro. Las frutas del Perú.

Luego de picotear de todo ¿dónde podía seguir el programa? Conocer la “Rosa Náutica”. Un maravilloso Restaurante montado en una escollera que se mete en el mar. Redondo, con vista de las olas del Pacifico desde todos los ángulos, como si estuvieras flotando. Muy parecido a nuestro muy desperdiciado Club de Pescadores, frente a Aeroparque. Por supuesto que el motivo de la visita fue para conocerlo… pero en realidad… fuimos a comer.

DSC05275

Perú. Miraflores. “Restaurant La Rosa Náutica”.

Una pequeña recorrida por sus instalaciones y el Gran Salón. Una nube de mozos que se desesperaban por atendernos. Copa de Bienvenida que no podía ser otra que mi querido Pisco Sour. Justo en sabor y en temperatura una delicia. Uno, dos… es de mal amigo contarme los Piscos le tuve que decirle un poco enojado a el Uruguayo Denis Severo, mayorista de Turismo. Aprovechando la poca resistencia que opuso lo hice adicto a este trago.

DSC05280

Perú. Miraflores. “Restaurant La Rosa Náutica” La sensación es que flota.

Menú:

Copa de Bienvenida: Pisco Sour

Entradas -Presentación mini degustación-

Ceviche Espigón

Causa Colonial escabechado

Carpaccio de pulpo Roquedal

Fondo:

Arroz con mariscos Rosa Náutica

Postre Mini Tartita de Lúcuma con enrejado de Alaska

Mini suspiro a la limeña en shot.

DSC05285

Perú. “La Rosa Náutica” Un centro de mesa hecho con hortalizas. ¡Que paqueteria!

Concurso de Ceviche

Dentro del marco de este gran show gastronómico, tuvieron la gran idea de organizar como divertimento un Gran Concurso de Pisco Sour y Ceviche. La copa y el plato insignia de la gastronomía Peruana. Chefs y Barmans, nos dieron explicaciones y técnicas de su elaboración, a los que se les agregaron Autoridades y formaron el “Gran Jurado”.

DSC05150

Perú. Gastronomía. Una copa muy bien presentada.

En el de Ceviche por supuesto que participe, con la seguridad de que lo ganaba, hubo un revoleo de votos y no fui el premiado, pero informantes que entrevere con el Jurado, me pasaron el dato que los votos me daban como ganador, es por ello que quede como “Ganador Moral de la Competencia”.- Nuevo motivo para el brindis y el Pisco Sour infaltable para esta ocasión.

Las Cevicherias:

 

Cevicherias: ídem Marisquerías ídem Restaurante cuya especialidad son los Pescados y mariscos.

Esto sí que es cosa seria, para aquellos que les gusta los frutos del mar estamos allí de parabienes, calidad, frescura y muy buena preparación de platos y como si esto fuera poco, económicos. Son lo más. Únicamente comparable a Puerto Montt, en Chile. A total diferencia de lo que pasa en Argentina, que pese al amplio litoral marítimo que tenemos su consumo es prohibitivo por sus disparatados precios…

DSC05778

Perú. Gastronomía. Un omelette de mariscos.

…A una hora de llegado al Perú empecé a buscar dónde comer mariscos. En Miraflores “La Preferida”, es la mejor me dijeron y allí salí a buscarla. De esta manera aprendí que en Perú si no se tiene el nombre de la calle y la dirección exacta nadie sabe darte información, no, no, no. Le pregunte a todos… cuida coches, policías, peatones, en las estaciones de servicio etc. etc. Al principio me dije, camino un poco, conozco, voy tarareando y abriendo el apetito. Excelente plan, pero pasada la primera hora ya me entraba la desesperación. Consumida casi la segunda hora mi locura retroalimentada por el hambre entraba en pánico… pregunte y pregunte… y nada.

DSC05777

Perú. Gastronomía. Los mariscos como se te ocurran.

Deambulaba muerto de hambre y pensando que ya estaba pasado de horario y cuando lo encontrara me iban a decir “Cocina Cerrada” y de pronto consumido en mi porfía aparece “La Preferida” así rezaba un cartel, el cuida coches con una amplia sonrisa me invito a ingresar, me pareció muy buen augurio.

DSC05780

Perú. Gastronomía. Chicharrón: Fritanga de mariscos.

Ingrese sin demoras y descubrí por primera vez una Barra de Mariscos, no era mi opción espere una mesa. La mejor forma de agregar una hora más a mi hambruna. De alguna manera me sentía protegido. A mi alrededor…ruidos de mandíbulas. Todos en silencio. Cuando se come no se habla. El olor de la cocina y el paso de los humeantes platos era un maltrato permanente. Los conocedores muy cancheros mataban el tiempo comiendo. Se servían directamente de la barra o lo pedían. Desconocedor y muy porfiado no quise probar bocado hasta que me sentara en mi mesa.

DSC05388

Perú. Gastonomía. Los postres son para ponerse serio.

Dice un viejo adagio Todo lo que empieza… termina y sí que valió la pena y por fin mi querido estómago y mis adorados piececitos lograron sentarse. Allí me entere que el horario es de 8 am. a 17 horas pm. , si querés desayunas con mariscos.- Tal fue mi locura con este lugar que fui todos los días mientras estuve en Perú.

DSC05395

Perú. Gastronomía. Los postres son todos una tentación.

Especialidades: Todas. Les enumero platos y algunos precios:

Cevichitos – Choritos a la chalaca – Leche de tigre – Blody Mary de conchas – Pulpito al olivo-pejerreyes a la vinagreta –

Fideuá de Langostinos y Conchas: Cabellos de ángel dorados, mariscos frescos y un toque marinero (Aioli), todo hecho en la misma cazuela como un guiso -u/s 9.45. Un porrón de cerveza -u/s $ 2.18- Ceviche de mariscos -u/s $ 9.00- Pulpo al olivo – u/s $ 7.65- Una Paella u/s$ 10.90.

Todo esto y mucho más en: “La Preferida “ Calle Arias Aragues 698 – Urb. San Antonio – Miraflores.

DSC05396

Perú. Gastronomía. Reservar un buen lugar para los postres.

El Barranco-

En mi paso por el Barranco una localidad cercana a Miraflores, que no deben dejar de visitarlo. Allí nació la maravillosa cantautora Peruana “Chabuca Granda”. La autora de “La Flor de la Canela”. Caminar por sus calles es escuchar el punteo de guitarras y el retumbar del cajón peruano, acompasando el lento caminar de los turistas. Pero en mi búsqueda gastronómica rescate otra muy buena Cevicheria “El Muelle”

Algunas de sus exquisiteces:

Causa de pulpo – Conchitas a la Parmesana – tortilla de mariscos – tequeños de langostinos u/s $ 4.72. Chicharrón (fritada) de pulpo u/s $ 8.36. Arroz a la tumbesina de Conchas negras u/s 10.18. Chaufa de mariscos u/s $ 8.36- Postres: Suspiro Limeño u/s $ 2.18 – Tres Leches u/s $ 3.65.-

DSC05391

Perú. Gastronomía. La variedad en Postres es para volverse loco.

…..Caminaba… confieso un poco aturdido buscando un taxi que me llevara a mi hotel. No recordaba bien si era “El Fro”, el Frá, el Faro, el Farolito, bahh, ya llegare son las 3 de la tarde recién. “El Faro Inn”, me dijo el tachero muy seguro. Inexplicablemente se reía, el muy payaso, se ve que le causaba gracia esa palabra, vaya uno a saber pensé… nunca lo entendí. Y me dije y me comprometí, cuando llegue a la Argentina lo primero que hago para mis amigos es el Petisco Sur y co, coco. Comencé a recordar, dos medidas de Petizsco, limón, si, si limón, toquecito de azúcar y tarareaba ¡Dale Pisco¡ ¡Dale Pisco¡ PissPizzco de mi corazoooon.

DSC05400

Perú. Gastronomía. Muchas veces dan ganas de empezar por los postres.

Mientras tanto pensaba porque hacen las veredas con declive. Porque endemoniadamente me iba siempre para el cordón, seguramente era el famoso cordón imantado. Muy a continuación largue una carcajada por la famosa frase que había inventado y pensé:¡ Que Genio que soy ¡ Estaba contento y tarareaba ¡Dale Pisco¡ ¡ Dale Pisco¡ y me preguntaba el ¿el huevo va frito?, hic ¿para qué es? ¿O la yema, o va la clara? Rico el sauer ¿el sauer se fuma, dónde vaaaa? Hic. Mejor le pregunto al tachero. Dale Pisco, Dale Piso. Ta ta ta, Hiccc…

DSC05787

Perú. El Barranco. Un muro que no necesita de Graffitis.

España: Ibiza. Mantiene su Embrujo.

Recuerdos de mis viajes por España

 

Volábamos… en un cielo claro – azul arriba y azul abajo- el mar acompañaba mi llegada a la preciada a la única ¡La esquiva Ibiza! La contemplaba desde arriba, después de tantos años de espera se iba a cumplir un nuevo sueño. Visitar esta bendita isla. Ya ni recuerdo cuando inicie mi pasión por este lugar, mi objetivo era estar allí, se me hacía inalcanzable. El vuelo desde Barcelona fue tan rápido, que casi no me dio tiempo a recordar porque disfrutaba tanto este momento.

El carreteo… nos conmueve – los preparativos para bajar – sus pasajeros marcan la tendencia, este es un lugar con movida nocturna y de playeros empedernidos, equipajes livianos y ropas más ligeras todavía, alguna diosa nos alegraba la mañana, un coqueto aeropuerto nos daba la bienvenida. Mi ánimo… siempre de primera.

1

España nuevamente me deparaba el placer de visitarla. Allí fuimos, hacia el puerto, mientras yo bombardeaba al chofer del taxi con preguntas, mi estancia allí era de unos cuantos días, me preocupaba como iba ocuparlos. Siempre me parecen muchos y cuando empiezo a disfrutarlo quiero tener más tiempo para hacerlo.

Ya estaba en el lobby del Hotel y como siempre reclamando una buena ubicación. Presenté curriculum, fotos, datos de la familia, premios ganados, credenciales y la máxima simpatía. Me rindió sus frutos. Rescate un pequeño balconcito y la vista a la pileta. Nada despreciable… Primer objetivo cumplido.

2

Repaso general de la habitación, acomodar un poco la valija, ponerse ropa cómoda, ya era casi mediodía, buena gorra, cámara de fotos, euros… benditos euros y a la carga. ¿Dónde está el centro? Fue la pregunta obligada. Este es Sr. me dijo la conserje. No, me refiero al centro… no sabía cómo explicarle. (Es que ese a mí no me parecía el centro) me refiero a calles peatonales, muchos negocios. Si Sr. es este – Volvió a insistir – Los negocios están todos diseminados- Me informo- ¿Pero aquí está el Puerto? – Volví a reiterar -yo en este caso-. Si así es. No me pareció lógico (contesté por lo bajo) ¿El centro en el Puerto? (Dije más bajo todavía) Pero Ibiza es así… así debe ser.

Cuando le pregunte ¿Dónde está la Playa? ¿A cuál quiere ir?  A la  más cerca. Está aquí, mientras le hacía un círculo al mapa que nos separaba. Pero es bastante lejos- Le dije- No crea serán dos kilómetros. Me respondió ¿En qué puedo ir? En taxi, ómnibus o caminando. Casi todos lo hacen así. Mirándome y a la vez desafiándome.

3

Recorrí apresurado los 100 metros que me separaban del puerto y el mar. Cuando llegue a él uno de esos enormes Ferris estaba operando, me asombro con qué facilidad su capitán lo saco de allí. Cuando lo vi  parado- tan ajustado-  con Proa y Popa pegado a otro, me imagine que lo habían fabricado allí – me parecía imposible salir- La maniobra fue rapidísima, salida lateral, pequeño giro, puso primera como si fuera un automóvil y proa al mar.

En mi caso que soy un cabeza dura, acomode todas mis cosas y tiré de la visera de mi gorra. Un paso… dos… tres y ya estaba caminando entre otros turistas que también se sintieron tocados en su moral. Mi rumbo… la playa. Me repetía las palabras de la conserje, casi todos lo hacen así y  le agregaba.  Por qué no…  yo también.

Tiraba algunas fotos, reconocía la figura de algunos edificios publicitados en tantos portales de la Isla, que cuando me quise acordar estaba frente al mar, Ibiza me recibía con todo su encanto. Pensaba encontrarme con todas las mujeres del mundo, desafiantes, cada una queriendo mostrar su cuerpo, bajo la atenta mirada de los hombres, revoleo de corpiños y muchos pechitos al aire… Bienvenidos sean.

4

Mi asombro no tuvo limites, una de ellas muy bien dotada y su cuerpo de color cobre sostenía una diminuta biquini, si de esas, las entradoras en su parte baja y más arriba… nada. Es decir: su sostén como vincha, no solo exponía sus maravillas, sino que lo hacía jugando al vóley. La canchita en la playa, en la arena, un combinado de hombres y mujeres. Mire de costado haciéndome el disimulado…un poco avergonzado. Volví a mirar…no lo soporte…seguí caminando.

Era muy fuerte. De repente me dije: ¡Yo debo estar loco!  Gire sobre mis pasos. A que hemos venido ¡Esto es Ibiza me repetí! Busque un lugar con muy buena visión. Que van a pensar los muchachos del Gimnasio. No me puedo perder semejante partido de vóley playero, mi deber como periodista es recabar toda la información  y escribir sobre ella.

5

Estaba más entretenido con los falsos piques que con la trayectoria del balón, los muchachos que jugaban muy mal intencionados le tiraban todas las pelotas a ella. En un momento paso a mi lado otra diosa- una de las jugadoras- como una ráfaga ¿a dónde va tan apurada? Me pregunte, me extraño que la pelota estaba en juego en la red, ella corría en sentido inverso, de pronto se detuvo. Yo la veía perfectamente desde mi platea preferencial, apenas cubierta por unos matorrales, sin esconderse mucho y semi erguida, corrió su biquini hacia un costado e hizo “Pis”. Me pare y arranque- dije esto es mucho para mí-  Hablaba solo… balbuceaba ¿Si esto no es Ibiza, Ibiza dónde está?

La caminata fue muy variada y muchos personajes me llamaron la atención, los chiringuitos en la Playa de a poco se iban llenado y las paellas empezaron a poblar las mesas.  De pronto encontré en uno de ellos un cartel que anunciaba ¡Cordero Ibérico! Me dije. ¿Qué mejor lugar que este para probarlo? Seguí caminando y tarareaba. ¡Cordero de dios que quita los pecados del mundo! la caminata se me hizo larga pero entretenida. Llegue al final… y emprendí la vuelta.

6

El aire del mar y el gasto de energía me abrieron el apetito. Pese a mi cansancio apretaba el paso, la hambruna y el cordero se apoderaron de mí. Motivos más que suficientes para llegar rápidamente al Restaurant. Ese es un hecho que voy a agradecer siempre a mi gusto por el cordero, porque participe de un evento inesperado, pero uno de los que más me hizo sonreír en España…

¿En qué le puedo servir? Dijo la cuarentona…y un poco más. Acompañada de una sonrisa con ánimos de querer sumar comensales- mientras hacia el clásico gesto de restregarse las manos en  un pequeño y coqueto delantal- se notaba que quería ser amable, pero  estaba agobiada por su tarea. Su cuerpo alto, delgado, fibroso y estaba tenso- su pié derecho algo adelantado como para salir apurada- Pregunte ansioso yo también ¿Cómo sirven el cordero? Rápidamente me paso la receta: Son postas que se hacen a la plancha. En realidad la propuesta no alcanzaba a cubrir ni el mínimo de mis expectativas. Semejante título nobiliario con nombre y apellido ilustre. “El Hidalgo Cordero Ibérico”. Me lo imaginé al horno con su piel dorada y patatas. A la cacerola, a la parrilla. Por su sencillez se podría haber llamado, simplemente “Cordero a la plancha”…

7

Mi apetito y mis ganas de comer justamente este animalito (ese mediodía) con el sol de Ibiza en lo más alto, logró todo. Sí. Fue mi rápida respuesta. Quiero  sus partes más carnosas, manitos, patitas, con patatas blanquitas y abundantes, una ensalada mixta, tomate cebolla y lechuga, preparado con aceite común y limón – Sin vinagre, aclaré- Aceite común no usamos (Dichosos, pensé) Bueno oliva. Busque un lugarcito a la sombra, desde dónde pudiese dominar todo el movimiento y mirar el mar. Me senté cómodo y comencé a saborear  mi primera cañita, como siempre reparadora y helada.

8

Muy cerca mío se desarrollaba todo el movimiento del negocio. En forma inmediata se escuchó el primer pedido a los gritos –Como debe ser- A la mesa cuatro una paella, pero de verduras, el arroz bien al dente. Hacela bien que no quedaron conformes con la tapas que le mandaste de entrada. ¿Fue una recomendación o una orden para el cocinero? Alcánzame el destapador ¿Dónde está Mami? Un pequeño de 8 a 10 años, que hacía de ayudante preguntaba. Ella a su vez salía disparada con el vuelto de una factura y ya volvía nuevamente- siempre  apurada – con un nuevo pedido.

Estaba yo entretenido. Mirando a aquella mujer, con más actitud de torero que de moza, esquivaba mesas y se movía descalza en la arena entre las sombrillas. A la pasada como para conformarme me dijo: Sr. Lo suyo va demorar un poquito. No tengo apuro y tómese su tiempo- Le dije- En realidad la estaba pasando muy bien, mirando y escuchando ese barullo.

9

Solamente me faltaba ponerle de fondo unas guitaras flamencas o algún pasodoble y era un vodevil español de primera. La actividad iba in crescendo…Desde adentro el cocinero gritaba con excelentes pulmones. La paella de la cuatro esta punto. Conocí su voz, lo escuché gritar y relatar lo que cocinaba,  de vez en cuando canturreaba algo indescifrable, pero no tuve el gusto de conocer su cara.

De pronto apareció el personaje del día y la noche también. Una Sra. Mayor, entre 70 y 80 años (fue mi calculo) rellena, su clásico rodete, su amplio delantal,  no para hacer  pinta, sino para usarlo. Robusta, sus chancletas las arrastraba lentamente por el piso al caminar, pero siempre diligente se movía sin parar, su voz fuerte, pesada y con acento español – Como debía ser-  parecía una de mis Tías, la clásica española ama de casa, de familia numerosa, la que nos atendía y nos daba todos los gustos.

10

Me daba ganas de pararme y darle un abrazo y un beso. Yo la disfrutaba a pleno, rapidísima con los números y el manejo de la caja. Dirigía a todos y recordaba los platos pendientes. Prepárale una paella para 6 personas, pero no le pongas el arroz  hasta que yo te avise. Directiva clásica para el cocinero cantor. No se le escapaba nada,  estaba en todos los detalles- Ese fue el error- esa fue la mecha que hizo detonar el polvorín.

Presten atención a lo que les cuento: Resulta que el mozo que atendía  las mesas de la playa se había ido y no se sabe a dónde. Ella había preguntado a la moza en varias oportunidades por Juan- yo no sabía quién era- pero el candidato se ausento y la puso de mal humor a mi española preferida. Le dijo a la moza: Llévale la cuenta a la 10 que hace rato que no piden nada. Esta era una mesa que atendía Juan. La moza mirando para la playa le dijo: los de la 10 se fueron hace rato…. ¡Exploto!… Si, si y que ruido hizo la explosión. Se terminó la tranquilidad.  Pero como se pueden ir sin pagar. ¿Dónde está Juan? Pero…. ¿Cómo no te fijaste tú? Refiriéndose a la moza…

11

Los gritos subían de tono y aquella simple ama de casa que manejaba un Restaurant- la adorable tía – se había convertido en una fiera. Y el cocinero gritaba retiren esta paella que se enfría.  La Tía volvió a insistir ¿dónde se metió Juan?  En ese momento me di cuenta que Juan era el mozo  encargado de la mesa 10,  había abandonado su puesto de trabajo. La tía volvió a acusar a la moza ¿Por qué no los vigilaste? …

12

…Perdiendo toda postura, la cuarentona le contesto: No tengo porque controlar el trabajo de otro ¡vigile Ud.! ¡ Que no se le escape Juan! A todo esto insistió el Cocinero -con un grito que se escuchó en el África- ¡La Paellaaa, se enfriaaa!  Y la blasfemia, la ira descargada salió de aquella dulce boca de mi tía. Ya vaaa. Ya vaaa. ¡Me cago en Dios!  Me atragante y largue la carcajada. Veía  y escuchaba a mi padre, cuando se golpeaba con el martillo o una rama le raspaba en su cuidada pelada….

… Solo. Tranquilo. Volvía sobre mis pasos con una sonrisa… la panza llena y sospechaba todavía. Con  seguridad… esa  era mi Tía.