La ciudad de Nueva York presentó una nueva campaña para concienciar a la población sobre los riesgos de consumir bebidas energéticas, deportivas o ‘con sabor a fruta’ que puede verse desde hoy en televisión y en los autobuses que recorren la Gran Manzana. Las bebidas deportivas son factor para el desarrollo de obesidad y diabetes, señalaron autoridades sanitarias de la Gran Manzana.
“Estas bebidas que parecen saludables están llenas de azúcares añadidos que conducen a la obesidad, a la diabetes de tipo 2 y a otras complicaciones serias”, ha advertido el Departamento de Salud.
Mientras que las ventas de refrescos han caído en los últimos años en Estados Unidos, las de bebidas no carbonatadas con azúcares han subido de forma sustancial.
Las ventas de refrescos cayeron el año pasado el 1,2%, su octavo descenso anual consecutivo, mientras que las de bebidas como Red Bull se dispararon el 17 %. De los diez barrios de la ciudad con mayores índices de obesidad, nueve son también los que registran mayores tasas de consumo de este tipo de bebidas.
En 2011, casi 650.000 adultos padecían diabetes tipo 2 en Nueva York, frente a los 200.000 casos que se habían registrado en 2002. Además, se estima que otras 230.000 personas tienen la enfermedad sin saberlo.
La de las bebidas energéticas y azucaradas es la última de las cruzadas en las que se embarca el alcalde, quien también ha puesto en la diana a los refrescos gigantes, aunque esa norma ha sido invalidada por un juez estatal.
Desde que llegó al poder en 2002, Bloomberg multiplicó los impuestos sobre el tabaco, ha prohibido fumar en restaurantes, parques públicos, playas y lugares históricos, y obligó a informar de las calorías de los alimentos en los restaurantes.