Nostradamus bolea zapatos en la ciudad de México

¿Se imaginan a Nostradamus en los barrios más cutres de la ciudad de México boleando los zapatos de los transeúntes? Yo tampoco, hasta que una voz salió del rincón de un muro art decó que decía: “Te boleo los zapatos por 15 pesos y te leo la suerte gratis”, dice en tono alto una voz barrial que se expande por la calle ruidosa. Un hombre delgado con ojos claros como de tigre se clavan en las páginas de un rotativo de nota roja mientras la gente pasa a su lado y lo escucha sin detenerse. Su caja de boleo está adornada con unos pequeños retratos enmicados de personas que aparecen con manchas de colores fluorecentes alrededor de sus rostros para darles un ambiente parapsicológico, como esos donde se ejemplifica el aspecto del aura.

“Treinta mujeres en el comedor de Kímica Nohóltl me preguntaron que cómo quería llamarme y les respondí que Lustradamus, porque le lustro el calzado y te leo el futuro”, agrega en tono sonriente mientras acomoda a su clienta con botas de punk. Levanta el pantalón para no ensuciarlo y comienza a limpiarlos del polvo con un cepillo. Su nombre “cósmico” hace evidente referencia a Michel de Nôtre-Dame, conocido como Nostradamus, famoso astrólogo provenzal que vivió entre 1503 y 1566 y que es citado hasta ahora por su obra “Las verdaderas centurias astrológicas y profecías” publicada en 1555.

Una pregunta del tamaño de la inabarcable NeoTenochtitlan sería ¿Lustradamus es el único bolero de la ciudad que lee el aura, pasado, presente y futuro de sus clientes? ¿Todo por el mismo boleto?

Cuatro días antes de la elección del Papa pronosticó que el pontífice sería “trigueño y de mente traviesa” (según un texto que reparte a cada uno de los que llega con él a darse bola) así como que en la ciudad de México habrá un fuerte sismo oscilatorio de 7.7 grados que dejará muchos daños este año y la erupción del Popocatépetl. “A mí me dicen el azote de los adivinos; he enfrentado al Brujo Mayor que en todas sus predicciones se equivoca; yo ya me salgo de mi cuerpo para reunirme con Seres Superiores”, presume Lustradamus a la vez que no deja de atender el calzado alto de su clienta a la que ahora le pregunta:

-¿Quieres que te diga de qué color es tu aura?

-Sí

Luego de cerrar los ojos alrededor de 10 segundos y sin abrirlos describe: “Es amarilla y roja, lo que manifiesta que eres una mujer muy sensible, te entregas a los demás, te gusta ayudarlos y tienes muchas reencarnaciones en esta vida. Tienes a una mujer que ye ha ayudado a salir de los problemas más fuertes”.

-¿Una mujer?, ¿Quién? -dice ella con sorpresa.

-Sí, ella”, explica y señala hacia hacia su izquierda, a una parte donde sólo se ve una cortina oxidada de un comercio. La chica voltea, pero no ve nada. Son los personajes de la metrópoli. “Desde los cinco años tengo esta capacidad para ver los seres del mundo metafísico. Toda mi vida me la ha pasado boleando en diferentes partes de la ciudad. Si quieren verte busquen en Youtube donde tengo 10 videos. Sólo les quiero decir que el planeta se inclinará más. Vendrán más sequías, aguaceros, tsunamis, etcétera.

Ah, vean sólo las virtudes de sus seres queridos”.

En el poliedro de la vida cotidiana unos buscan encarar el presente con la ayuda de brujos, hechiceros, chamanes, tarotistas, sacerdotes y demás integrantes de la vida mágica. Unos llegan a esa esfera sin querer, cuando Lustradamus en lugar de extenderles un periódico para repetir el ritual autista de la boleada les dice que viene y va al mundo los espíritus. Así es la ciudad. Un laberinto con pasajes secretos y personajes que sobrepasan la ciencia ficción.

El silencio, lo más preciado en la ciudad de México

atmósfera jurásica
La ciudad de México seguro que es uno de los lugares más ruidosos del mundo, pero dentro de su burbuja sónica cuenta con algunos resquicios para escapar de la histeria que genera tanto escándalo. Uno de ellos se encuentra en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el llamado Espacio Escultórico, la reserva ecológica más importante que tiene la metrópoli. Su rico ecosistema tiene especies animales y vegetales únicas en el planeta por su clima y suelo volcánico. Cuando los transeúntes se introducen en esa capa geológica el ruido de los automotores deja de proyectarse por el espacio. El silencio pasea sobre las piedras volcánicas del  Xitle [ombligo, en náhuatl] un volcán muerto que hizo erupción hace 2400 años y su lava cubrió parte del territorio de las delegaciones TlalpanCoyoacán y Magdalena Contreras.

 

incluso, mi corazón

La industrialización cada vez nos aleja más del contacto con la naturaleza; el avance asfáltico de la ciudad lo devora todo. Nuestras áreas verdes se limitan a zonas de un metro cuadrado. Resulta evidente que nos gangrena la enfermedad de la ciudadneurosis por la saturación de ruido; paranoia por el miedo que promueven los medios; esquizofrenia por una falta de identidad que se disuelve entre millones de personas que echan a andar el motor de un Distrito Federal que muestra su faceta más decadente atrás de gigantes edificios. Una enfermedad de asfalto, vehículos, muros, miradas de odio y desesperanza. Aquí no hay tiempo para nada, de hecho son pocos los que se dan tiempo ante las ocupaciones de la mente contemporánea dedicada a “cosas más importantes”: la televisión, la virtualidad, el fetichismo por los objetos de plástico y el vacío. Nuestros pensamientos se enferman en la bruma de ruido e imágenes. La ciudad nunca se olvida de su batalla contra la naturaleza. Por eso, el Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM, en Ciudad Universitaria, es una cápsula de curación, una isla en el archipiélago del smog y un buen pretexto para desconectarse de internet.

Apps, para cuidarse en una ciudad peligrosa

Xabier Pérez (País Vaco, 1984) le alertaron en Europa que la Ciudad de México era un campo de guerra, un entorno hostil y muy peligroso si pensaba radicar en ella, por eso se puso a trabajar en una plataforma virtual que guiara a los extranjeros o visitantes por los lugares no-violentos o sin altos índices de robos o secuestros. Así fue como construyó SureDF,  una página basada en la realidad aumentada con datos oficiales proporcionados por la Secretaría de Seguridad Pública capitalina y la Procuraduría de Justicia local en 2010 y que terminó en septiembre de 2011.

 

 

Relata que cuando llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “me asusté mucho al ver encendidas la mayoría de las sirenas de las patrullas; de donde vengo sólo las prenden en momentos de emergencia. Con el paso de los meses me fui acoplando a la vida cotidiana y me di cuenta que me habían mentido en España: los capitalinos no te asaltan en las calles ni las calles son un campo de guerra“.  Es por eso que SureDF tiene como objetivo brindar información a los extranjeros o visitantes una guía para recorrer la NeoTenochtitlán sin problemas.

 

 

SureDF basa su operatividad en Layar, un navegador para Realidad Aumentada que recopila toda la información disponible sobre entornos no virtuales y muestra a los usuarios datos históricos, oficiales y comentarios de los internautas. Lo que al principio sirvió como referencia con el paso del tiempo se transformó en algo no preciso: los datos que daban la SSP-DF y la PGJDF no tenían la exactitud que requiere un caminante, sus datos eran muy generales y no detallaban qué calles eran las zonas de peligro por lo que poco a poco fueron sustituidas por los comentarios de amigos y  usuarios que alertaban no sólo las colonias y delegaciones con índices delictivos por tomar en cuenta.

 

 

“Eso es lo que ahora me interesa: que los cibernautas realicen un mapa colaborativo de zonas inseguras; los de las autoridades son muy generales, por lo tanto poco precisas. SureDF busca la especificidad para ser una herramienta de ayuda para la gente”.  El nuevo modelo de vigilancia de la ciudad, creado por el secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón, consiste en dividir al Distrito Federal en 865 cuadrantes que cuentan con un jefe cada uno que supuestamente debía presentarse con cada uno de los vecinos para fortalecer la figura del policía de barrio en los 75 sectores de las 15 regiones de seguridad que hay en la metrópoli.

 

 

Ante el éxito de esta plataforma de PlaceMaking,  Xabier Pérez prepara la segunda versión de este programa que no cuenta con aplicación para smartphone para convertirla en un espacio colaborativo donde los usuarios podrán crear el  mapa delictivo de cada una de las calles, colonias, pero que no sólo será el mapamundi del delito sino una agenda de actividades culturales y turísticas por lo que ya buscan entablar convenios con los gobiernos del DF y Querétaro. Para consultarlo desde el móvil hay que descargar la capa de realidad aumentada que sureDF tiene en Layar;  en Twitter lo encuentran como @SureDF.

 

 ciudadmonstrvo.wordpress.com

Alfredo Vilchis, el cronista del inframundo urbano

 

La frase “soy ateo gracias a Dios” describe muy bien el pensamiento contemporáneo. Prevalece en el ambiente la sensación de un secularismo, aunque hay ciertas situaciones que fracturan esta visión, cosas que le muestran a la mente un filamento divino (por decirlo de una forma conocida) que contradice lo que Darwin y sus alumnos se han empeñado en enseñar: que no hay ningún ser todopoderoso detrás de los objetos, sólo evolución. Alfredo Vilchis (DF, 1960) no busca contradecir los argumentos racionalistas; sus exvotos son crónicas de lo milagroso y la fe.

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