A pesar de ser periodista especializado en vinos, esto de “el vino turista” es nuevo para mí y calculo que para muchos más, también. Lo que suena a priori cool es en realidad una iniciativa oficial reflotada del pasado para equilibrar la balanza dentro de una industria cada vez más despareja. La bebida más noble y natural que existe, hoy es un producto disfrutado más por sofisticación que por mera costumbre. Es decir: la mayoría de los que acostumbraban a poner un vino en su mesa a diario (jarra, botella o tetra) lo ha reemplazado por otra bebida, al tiempo que otros lo han incorporado, aunque sólo sea de vez en cuando, para salidas u ocasiones especiales. Continuar leyendo