Hace algunos años presencié una conversación que pudiera ser típica de un café, pero sucedió en la oficina de la vicepresidencia regional de uno de los conglomerados más grandes del mundo.
- ¿Para qué existen las empresas? Preguntó la vicepresidenta a un ejecutivo.
- Para producir dinero, contestó él.
La respuesta pareció sacada del libro de texto escolar del más ortodoxo capitalismo.
Seguramente te parece conocida la pregunta y la respuesta, en realidad nos la hacemos consciente e inconscientemente en muchas ocasiones, y posiblemente hayas presenciado otras tantas conversaciones similares.
¿Existen realmente para producir dinero? ¿El modelo capitalista, con todas sus fallas hubiera podido sobrevivir todo este tiempo si el objetivo fuera realmente este?