Si bien muchos pueden coincidir con lo que dijo T. Boone Pickens, “Un tonto con un plan es mejor que un genio sin un plan”, la mayoría ve el proceso de planeamiento anual como una visita al dentista. El problema no es la meta de un mapa estratégico; son los métodos de la vieja escuela los que no funcionan, y por muchas razones. Uno de los problemas es que para el momento en que el plan está finalizado, es casi obsoleto. Otro problema es que no está hecho en colaboración o alineado con los otros departamentos, unidades de negocios, y geografías. También está el problema de la falta de comunicación en cuanto a la estrategia y esto causa un problema de ejecución. No sorprende que las investigaciones muestren que el 90% de la estrategia de una compañía no se ejecuta.