Febrero me agarró teniendo una práctica maravillosamente disciplinada. Los lunes doy clases por la noche, así que entre el trabajo de oficina y la clase, tengo el tiempo perfecto para practicar en casa. Los martes doy clases particulares, pero, llegando a casa, también hay tiempo para la práctica. Miércoles, jueves y viernes se practica, salvo que sea luna llena o que esté en los primeros días del período. El sábado se descansa y el domingo de familia siempre tiene un huequito para una práctica más corta. Continuar leyendo