2. Los actos heroicos y el amor

#AmoresTóxicos

Las personas que se están separando creen que lo único que los puede salvar del estallido es un acto heroico. Un salto al vacío sin medir las consecuencias, una decisión para la foto.

Básicamente un acto heroico es hacer todo lo contrario a lo que te dicen tus amigos. Te sugieren que no la llames y la llamás. Te ordenan que no lo veas y lo ves.

Hacerse el héroe para unir lo que se acaba de romper tiene un mal destino. Valiente es el que acepta la goleada.

En el Canto VI de La Iliada se produce el encuentro entre Héctor y Andrómaca. Ella tiene que despedir a su amado por que éste se va a guerrear y casi seguro que no vuelva. Con dolor y enojo le dice “Éste tu ánimo te destruirá, y no compadeces”. Él no se va con otra ni vuelve con la madre, se va a la guerra, aunque para Andrómaca es exactamente lo mismo el destino de su partida. Ella trata de decirle que afloje y se quede con ella, primero heroicamente, luego victimizándose. Porque esto hay que decirlo así: El acto heroico desemboca en la victimización.

 

Tips heroicos que te convierten en un papa frita.

 

“Ahora la llamo y le digo que no la voy a llamar más”

Una de dos, o la llamás o no la llamás. ¿Vos crees que ella, que te acaba de abandonar como a un perro, está esperando ese llamado que la notifique de algo que viene pensando hace cinco meses y porque le daba culpa no te dejaba? Es la ausencia y el silencio la acción que debería acompañar esa decisión y no hacerse el indestructible del afecto.

 

“Le digo que deje de llamarme porque me estoy viendo con alguien”

Si algo no le importa al abandonado es ser cornudo. En los tramos finales te firma cualquier cosa con tal de retenerte diez días más. Y si sos un poquito culposa te transformas en una puerta vaivén.

Ahora si lo haces de despechada porque él te dejó, no te preocupes a él no le preocupa.

 

“Lo elimino del Facebook y todas las redes sociales”

La fantasía de que un botón borra la memoria emotiva habita nuestra vida cotidiana. El día que el enter pueda centrifugar los corazones, se acabó la poesía, Arjona y Pol-Ka.

 

“Me voy a despedir de la mamá que me re quiere”

Las madres de los novios solo tienen onda con las chicas que él, tarde o temprano, va a abandonar. Si ves que tu suegra te odia quiere decir que el muchacho te quiere. Así que cuando te empujan a la soledad de nada sirve hacerse la heroína llamando a tu ex suegra para el día de la madre.

 

“Me mudo y listo”

No hay nada que angustie más que confundir un problema de tiempo con un problema de espacio. Siempre duele más el cómo que el dónde. Así que por mí, ándate a vivir a Machagai -excepto que seas chaqueño-.

 

“Si lo veo en el gimnasio no lo saludo”

La lógica de pensamiento es la siguiente: si me lo cruzo en el gym no lo saludo así piensa que a mí ya no me importa. Que no lo registro porque otro clavo acaba de sacarme a este clavo de encima. La indiferencia es otro modo de mostrar que todavía seguís enganchada. El día que lo saludes naturalmente sin que el corazón te retumbe con un candombe posiblemente te proponga algo que ya no te interese.

 

“A mí la plata no me interesa”

¿Ah no?