El guerrillero heroico, la foto más conocida del mundo

#UnaBuenaFoto

“Después de haber tirado las fotos de Dorticós y de Fidel se produce un vacío. No levanto la cabeza, solo muevo mi Leica con un objetico de 90 milímetros. Entonces aparece el rostro severo, terrible, acusador del Che. Su expresión es tan impresionante que tuve una reacción de retroceso y, en la misma fracción de segundo apreté el botón… Esa es la foto… “

Alberto Korda

El  guerrillero heroico es el nombre de esta fotografía hecha por Alberto Korda en marzo de 1960. Se dice que tras la de la Gioconda de Leonardo, es la obra más reproducida de la historia, en pósters, remeras, pancartas, etc.

Este ícono fue tomado en La Habana la tarde del 5 de marzo de 1960. En ese momento, el Che asistía al funeral por las víctimas del sabotaje al barco La Couvre, un atentado terrorista perpetrado por EEUU contra el pueblo cubano y la Revolución.

Alberto Korda se hallaba a unos ocho metros de distancia del rosarino en una tarde opaca, invernal. Esta atmósfera explica que la imágen no tenga absoluta nitidez,  sino que parezca envuelta en una aureola: el rostro solitario de Guevara resalta envuelto por una luz pareja y suave.

Esta imágen no fue publicada hasta ocho años después, cuando Guevara, asesinado en Bolivia por el sargento Mario Terán, se convirtió en el martir de la revolución cubana. En un primer momento se la presentó como “El Che de Korda” o “La foto de Korda”. Más tarde recibiría el nombre con el que hoy la conocemos: El  guerrillero heroico.

El fotógrafo

Alberto Díaz Gutiérrez nació en la Habana en 1928 y murió en París en 2001.

Marino, gran bebedor de ron,  fue un autodidacta que empezó su carrera en el mundo comercial cuando fundó, junto a Luis Pierce, los Studios Korda. El nombre Korda era un homenaje a dos hermanos cineastas húngaros, aunque también lo eligieron porque era fácil de reproducir, siguiendo la misma fórmula  Kodak.

Tanto Alberto como Luis se desprendieron de sus apellidos, y firmaron desde entonces con el nombre de la agencia.

Korda nunca reclamó los derechos de autor de la imágen, según dicen, porque compartía los ideales de Guevara. Sin embargo a finales de los ´90 reclamó una vez sus derechos para evitar que la fotografía fuese usada en un anuncio de vodka de la marca Smirnoff.

“La foto está en el ojo del fotógrafo, mi ojo busca lo que propicia esa emoción, en mis fotos hay un 90 por ciento de búsqueda y un 10 por ciento de casualidad”.

Alberto Korda