22. Los tres mitos del amor

#AmoresTóxicos

A Tonino Carotone

 

A propósito del día de los enamorados elegimos tres de los seiscientos cincuenta mitos que forman la parábola del amor, entendiendo como amor según el Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce: “Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo”.

 1)      El mito del romanticismo

El amor romántico es un placebo y las mariposas en el estómago con el tiempo pueden transformarse en pirañas. El romanticismo es un modo que encuentran las personas para seducir; la galantería y las miradas sugestivas contribuyen a decorar una posible conquista que, como todo lo referente al amor, tiene fecha de vencimiento, excepto el amor mismo. La aceleración de los tiempos y el vértigo de la tecnología hicieron que el amor romántico se fuera devaluando convirtiendo a algunos actos románticos más cursis de lo que aparentaban y entonces, un ramo de flores puede llegar a fastidiar a más de una mujer.

El romanticismo es efectivo los primeros sesenta días, luego pasa a ser un rito que queda bien, pero que como todo rito, está plagado de acartonamiento, rigidez y tradición sensiblera. Si bien la gran mayoría disfruta del canto del romanticismo, algunos, por vergüenza o timidez, lo ridiculizan. Con el tiempo, en una pareja duradera, el romanticismo va perdiendo intensidad y actos deliberadamente cotidianos generan más ternura que los bombones de El Greco.

Todos tenemos un ser romántico dentro nuestro, en algunos está más desarrollado que en otros; los hay creativos y calcados y se dan en general a través gestos sólo visibles en la dulce intimidad de ese vínculo. Con el avance de la ciencia habrá que revisar las nuevas formas románticas para que pueda dejar de ser un mito que vuelva a ser un intenso ritual.

2)     El mito del para siempre

Se alarga la vida, se acorta el amor. Para el siglo XXI parece una rareza que un vínculo dure más de diez años. Hay un común acuerdo implícito que declama: “dura hasta que da”, cada vez menos lágrimas se derraman en nombre del amor porque el desapego vincular contribuye a que esto ocurra. Dicen que el único amor para siempre es el amor hacia los hijos, todo lo demás puede ser reemplazable. A diferencia del siglo pasado, donde en la mayoría de las personas no existía la posibilidad de una ruptura (y por eso soportaban las cosas que soportaban), ahora los vínculos arrancan sabiendo que es muy probable que en algún momento se termine. Esto contribuye a la falta de compromiso y a permite que surjan cada día más los llamados vínculos episódicos. Sin embargo algunos corazones todavía siguen latiendo al ritmo del para siempre y mantienen esa ilusión a pesar de todo.

 3)     El mito de la posesión

Nadie es de nadie. Muchos creen que el amor es tener control sobre el otro. Estar pendiente del otro, cuidarlo dedicadamente y saber todos sus horarios es un modo de ejercer el control. Bajo el manto de “yo quiero cuidarte” se esconde la intención de hacerse necesario así el otro no puede prescindir de nosotros. Uno de los alertas típicos de esta conducta es la pregunta: “¿Cómo no me contaste que fuiste a lo de tu hermano?”  Si respondés con una disculpa estás en el horno. Nunca hay que creer cuando el otro aduce estar preocupado porque no le respondiste el mensaje. No está preocupado, está furioso porque te le vas de su campo de control.

 

C.C.C. (Compartan, Comenten y Critiquen)