Un desastre llamado Knicks

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La situación para el equipo neoyorquino no podría ser peor: lleva 10 partidos perdidos consecutivos, va 4-20 en la general y su máxima estrella, Carmelo Anthony, aparece envuelta en rumores de traspaso y conflictos con sus compañeros. Mala suerte para el argentino Pablo Prigioni y el español José Calderón, miembros de estos fatídicos New York Knicks.

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Los Knicks van camino a una temporada récord….pero de las malas.

2 de Noviembre de 2014. Los New York Knicks derrotan como local a los Charlotte Hornets y, tras haberle ganado unos días antes a los poderosos Cleveland Cavaliers de visitante, logran tener un récord de 2-1 en la incipiente temporada. Todo hace suponer que el equipo del gran anotador Carmelo Anthony será protagonista en la pobre conferencia Este y que llegará lejos este año.

12 de Diciembre de 2014. Apenas un mes y días pasaron de aquella vez en la que los Knicks tenían más palitos en la columna de victorias que en la de derrotas. Ahora ya no hay vuelta atrás: 4-20. Sí, pasó tan solo un mes y medio de temporada y los Knicks están fuera de todo. Lejos de los Playoffs, lejos del bueno juego, de todo. ¿Cómo pasó esto? Repasemos…

1) Carmelo Anthony. No es que sea el único culpable de la debacle de los Knicks ni mucho menos, pero nunca ha podido ser el líder de su equipo. O al menos, el líder que sus entrenadores siempre le han exigido. Carmelo ha bajado sustancialmente su cantidad de tiros, y eso se refleja en la cantidad de puntos: casi 23 por juego, contra los 27.4 de la pasada temporada. El problema, entonces, es que la ofensiva depende muchísimo de un solo jugador. Tanto Stoudamire, como Iman Shumpert o J.R. Smith son buenos complementos, pero lejos están de ser estrellas. Y los Knicks lo sufren: Marchan en la posición N°27 (de 30 equipos) en puntos por partido.

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Carmelo niega que se quiera ir, pero…

2) Un entrenador sin rumbo. Al debutante Derek Fisher no le están saliendo bien las cosas, claramente. No solo ha perdido la brújula del equipo, sino que el vestuario está comenzando a ponerse denso. Entre rumores de despido, también han surgido versiones de conflictos entre los jugadores. Carmelo Anthony y Tim Hardaway Jr, un ejemplo de ello. La situación es sencilla (o compleja) para Fisher: O gana o mejor va buscando trabajo en los clasificados.

3) Un plantel heterogeneo. No vamos a caer en la tentación de mencionar a estos Knicks como la antítesis de los inoxidables Spurs, pero es díficil encontrar algo tan opuesto al juego colectivo como este equipo. Se nota que no hay una identidad de conjunto, que no se conocen dentro ni fuera de la cancha. Que no entienden al técnico, que no entienden a sus compañeros. En definitiva, están perdidos. Salvo algunas excepciones como Prigioni o Calderón, que deben estar pensando “pará qué sigo acá”, tras grandes carreras repletas de triunfo y gloria…

En definitiva, estos Knicks van camino a la debacle. No se ve la luz al final del camino y todo hace suponer que Fisher no durará mucho tiempo más, al igual que Carmelo Anthony. A esperar los cambios, entonces.