Chanchos deslenguados: vinos sin tabú.

#VinosChilenos

Desde el nombre ya sabemos que lo que ofrece este evento no viene en traje y corbata, menos en smoking. Chanchos deslenguados tuvo el pasado ocho de septiembre su quinta feria de vinos naturales. Se celebró en un lugar acorde, la “Copa Feliz”, desde las 11.30 hasta las 18 horas, donde pudimos degustar y apreciar vinos de más de 21 expositores que tienen algo en común: expresar y hacer conocer vinos naturales.

ChanchosDeslenguados

¿A qué se llama un vino natural? Porque hasta aquí, todos pensamos que el vino es una de las bebidas naturales que cuenta el hombre, desde hace miles de años. Pero la idea de este grupo de productores, es presentar vinos que se elaboran casi como en los comienzos, con viñedos arados con animales, uva cosechada a mano, despalillada de igual manera, con caldos fermentados con levaduras indígenas propias de la misma fruta, barricas con un par de usos encima o utilización de tinajas de greda y escasa o nula intervención de químicos en el proceso, entre otras cosas. Le son fieles a la uva y al terruño de origen y los elaboran en sitios minúsculos, por eso hay tan pocas botellas.

¿Quiénes formaron parte de esta movida? Domaine de Manson, Bogus, Domaine Raab-Ramsay, Villard Fine Wines, Tellus Wine, Tipaume, Machalí, Villalobos, Vultur Wines, Viña Richards W, Gonzáles Bastías, Cuvée del Maule, 100% Uva Huasa, Instinto del Maule, Maitía, Kundalini, Quebrada del Chucao, Cacique Maravilla, Viña de Neira, Coteaux de Trumao y Tarambano. Este festival es organizado por el viñatero francés Louis-Antoine Luyt, radicado en Chile, reconocido por ser uno de los precursores en elaborar vinos de Garaje, junto a su socio Sebastián Alvear, quien se encarga de distribuirlos. Fue una cita perfecta para probar los vinos que rompen con el estereotipo comercial y cuya identidad viene marcada por la mano de sus hacedores.

Con todos estos antecedentes fui, con mi copa en mano, a probar esos vinos que sin duda quedarán en la historia de Chile. Les recomiendo algunos que me enamoraron, porque el vino es mi pasión:

- El Malbec frutoso de Vultur Circus 2012 del Valle de Cachapoal, 300 botellas (Viña Vultur Wines).
- El Doña Gissi Pinot Noir 2011 de fruta pasificada tipo Porto, pero con tan sólo 12,7% de alcohol, del Valle del Maule, 500 botellas (Viña Richards W).
- El vino que no es vino, sino “Vinoso”, elaborado con arándanos (12% alcohol) proveniente de Huiscapi junto a la primera cosecha de la Sidra Quebrada del Chucao 2012 que presenta unos sedimentos que no pasan para nada desapercibidos (Viña Quebrade del Chucao).
- El rico y fresco Cinto Kart Gran Reserva 2011 un blend de Syrah Petit Verdot elaborado con barricas húngaras durante 24 meses proveniente del Aconcagua (Viña Cinto Kart).
- Los tres asombrosos Cinsault del Bandido Neira: un tardío, un tinto y un espumante brut 2012 de tan sólo 200 botellas, todos provenientes del Bío Bío (Viña Neira).
- El pipeño húmedo y terroso de cepa País 2012 y los rústicos y fortachones de Los Cacique Maravilla provenientes de Santa Lucía de Yumbel (Viña Treinta y Tres).
- Los estupendos Villard Expresión Reserva Syrah y el L´Assemblage Grand Vin de Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot (Viña Villard).
- El elegante y sedoso Instituto del Maule 2012, 4.260 botellas (Viña Instituto del Maule).
- El Machalí Cabernet Sauvignon 2009 de Cachapoal, vino de relieve que te chupa los dientes, 10.333 botellas (Viña Machalí).
- El Torrontella dulce fortificado blanco oriundo de Nancagua, 1.200 botellas (Viña Domaine de Manson).
- La cuarta cosecha del ya clásico y exquisito Villalobos Carignan 2012 de Lolol Colchagua, de tan sólo 12 grados de alcohol, 6.000 botellas (Viña Villalobos).
- El blend de Tellus Wine compuesto por Syrah, Petit Verdot y Mouvedre, de origen Huelquén del Maipo Alto, que contiene mezcla de tinaja con barricas (Viña Tellus Wine).
- El exquisito y afrancesado tinto Cuvée del Maolee proveniente de Cauquenes, Maule (Viña Cuvée del Maule).
- El premiado País de Quenehuao 2011 (Viña 100% Uva Huasa).

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