Carta de un Diente de León a otro

Parque Lezama, 29 de septiembre de 2013.

 Querido hermano:

¡Cuanto tiempo sin saber de vos! ¿Cómo está la vida en el campo? Tuviste mucha fortuna en tomar esa corriente de viento cuando eras semillas y alejarte de la ciudad. Mucho ha cambiado desde que compartíamos la flor de nuestra planta madre en aquellas viejas baldosas rotas de Villa Urquiza.

Nuestra última foto juntos

Nuestra última foto juntos

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Lo nuestro vale: 5 plantas nativas para tener en casa.

Las plantas nativas o autóctonas son imprescindibles para cualquier ecosistema. Ellas mantienen a una fauna local activa, sus necesidades se adaptan a las condiciones del lugar y sobre todo no implican un riesgo por las plagas y las invasiones que otras especies externas al ambiente pueden generar.

Ahora veremos cinco plantas para el jardín o el balcón que son autóctonas de la zona bonaerense y otras que pueden ser utilizadas para diversos fines como embellecer el ambiente, atraer mariposas y otras especies locales, usos alimenticios y también medicinales.

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Las plagas en nuestro jardín: hormigas negras y pulgones.

Para un cuidado íntegro de nuestras plantas, debemos estar al tanto de las principales plagas que suelen atacar las plantas de jardín e interior en nuestros hogares.

A nadie le gusta encontrarse en la situación en la que una especie de organismo provoca un daño a una planta y es por esto que debemos conocer a los posibles “visitantes” y los métodos para tratarlos.  Hoy veremos el tratamiento de pulgones y hormigas, con la intención de reconocerlos, expulsarlos sin matarlos y sin lastimar a la planta con productos tóxicos.

¡Con las patas en la masa! Hormiga en acción.

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Huerta en casa: cultivos de otoño-invierno.

Es momento de repasar las principales plantas que podemos sembrar en estos próximos meses, para disfrutar en una rica ensalada o simplemente contemplando su noble desarrollo.

Es importante que piensen en la asociación de plantas si van a tener más de un cultivo. Por ejemplo, las habas crecen hacia arriba y llegan hasta los 40-50 cm., entonces se podría asociar con los rabanitos por delante que no crecen en altura y no estarán compitiendo por la luz solar.

Hojas verdes
Lechuga, acelga y espinaca. Riquísimos cultivos de hoja verde que podemos disfrutar en invierno. La siembra es directa (algunos aconsejan hacer almácigos, pero por experiencia propia les digo que se puede todavía), las semillas de dispersan en la tierra y se cubren levemente con una capa de tierra tamizada o humus. La idea es dejar un espacio de 10-15 cm entre cada planta para que puedan crecer. Pueden echar varias semillas y una vez que brotan y tienen 4 a 6 hojitas quitar las que se ven más débiles para dar lugar a las más fuertes. Puede ser un poco “cruel”, pero pueden dejar el brote que sacan sobre la tierra para que se descomponga y vuelva a ser alimento. La cosecha es a gusto, cuando tengamos ganas probamos la hoja y cuando esté a gusto, directo a la ensalada.
Berro, ajo y cebolla
El ajo es muy fácil y útil. Fácil porque consiste en enterrar a 3 cm. de profundidad un diente de ajo (morado es mejor para mí gusto, con la puntita mirando hacia arriba) y luego esperar a que dentro de unos cuantos meses saque las hojas verdes hacia arriba. Cuando las hojas miden 20 cm., debemos tomarlas con la mano en forma de puño y pisar el ajo a nivel tierra tirando de las hojas hacia arriba. Las hojas se partirán y la fuerza de la planta irá hacia abajo, haciendo crecer la cabeza de ajo (bulbo) que se forma bajo la tierra.  Cosecha: a los 4 meses aproximadamente. Tratar que no le falte humedad.
La cebolla es de semilla (o pueden pedir en la verdulería una cebolla brotada, ubicando el brote por encima de la tierra) y deben separar por 15 cm. cada planta. Le gusta el sol, y cuando las hojas se ponen amarillas en los bordes debemos procedes a romper sus cuellos al igual que el ajo, y dejan que las hojas caigan a la tierra para que crezca el bulbo que consumiremos. Si llega a florecer, cortemos el tallo floral.
El berro
Rabanito
El cultivo más rápido de la estación: en 4 a 6 semanas estará listo para cosechar. Requiere poco espacio (1,5-2 lts.) y 10 centímetros de distancia entre cada planta. La siembra es directa y la gusta el compost (tierra rica). Pueden plantar cada 15 días para tener cosechas constantes. Eviten el barro, pero que nunca les falte el agua ya que son sensibles a la sequía. Se comen frescos, y si están listos pero no los comeremos los sacamos de la tierra ya que sino se endurecen.
Brócoli, coliflor y repollo
Estos son cultivos largos, pero riquísimos. Todos son de almácigo y se transplanta a tierra cuando se ve el brote y con 4 a 6 hojas por lo menos (no se apuren, puede llevar algunas semanas). Son cultivos que soportan el frío y les gusta el sol aunque soportan pocas horas. Separen las plantas por 40 centímetros y denle una cobertura para el suelo. En caso que los repollos tarden mucho en “repollar”, pueden atar las hojas cerrando así la planta, esto estimulará la formación del repollo propiamente dicho. La cosecha es a ojo, cuando lo vemos listo para consumir. Es imporante dar una profundidad de 25-30 cm. ya que son plantas medianas.


Con ustedes, un rico repollo

 Habas y arvejas
Fáciles de cultivas, y ricas para comer. La siembra es directa en la tierra, con unos 20 cm. mínimos de profundidad. Las plantas las separamos a 10 centímetros de la anterior y las semillas las sembramos en surcos y las cubrimos por 2 cm. de tierra suelta para que no queden expuestas. Para mejorar la germinación, se pueden poner las semillas en remojo la noche anterior a la siembra.  Durante el desarrollo de las plantas, las habas se suelen acomodar con un simple tutor (atada a un palo de madera) y las arvejas tienen zarcillos por lo cual se agarran a un alambrado o estructura de tanza.

A este listado, no olviden combinarlo con las plantas aromáticas que sobreviven al invierno y las flores de estación como la caléndula, prímula, violeta de los alpes, pensamiento y viola que aportan color y atraen a insectos benéficos para la huerta.

¡A sembrar!

El momento de los Gajos

Hace unos días fui a la casa de una clienta y me encontré con un hermoso patio interior lleno de alegrías del hogar. Luego de charlar un rato, me dijo con delicadeza: “todas las plantas que ves acá, las hice de gajo”.
Una de las sensaciones más placenteras en la jardinería doméstica es sin dudas el éxito en la reproducción por gajo o esqueje. La experiencia de re-producir un ser vivo a partir de una de sus partes es algo que las plantas nos ofrecen de manera noble y única.

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Los mágicos colores del otoño en la Ciudad

El frío comienza a asomar en este sector del globo y los árboles lo perciben. Saben que vendrá un descenso de la temperatura en poco tiempo y frente a ello muchas especies deciden protegerse para guardar sus energías en las raíces. Es debido a este proceso hacia adentro, que muchos árboles dejan caer las hojas.

El otoño toca la puerta

El otoño toca la puerta

Las plantas que deshojan en esta temporada reciben el nombre de caducas, y tienen una característica muy pintoresca: sus hojas se tornan entre amarillas, rojas y borravino antes de caer. Al desprenderse pintan el suelo y nos convidan con sus colores.  Algunos de ellos como el plátano o el crespón nos invitan a disfrutar también de sus troncos con sus cortezas en degradé de colores.

Para quienes disfruten de este momento del año y quieran saber un poco qué es lo que ven por la ventana del colectivo, aquí un pequeño detalle de las especies más comunes que nos acompañan y oxigenan día a día. Los principales ejemplares en términos de cantidad son:

Fresno Americano: es el primero en deshojar. En este momento sus hojas tornan al amarillo y se van soltando o cayendo con el viento. Su tronco es oscuro y arrguado, y su altura oscila entre los 5 y 12 metros. Suele ser muy usado por su tamaño de porte medio, sus hojas en la temporada de calor que dan sombra y que al caer en invierno dejan pasar el sol.

Plátano: gran ejemplar que disfruto en mi cuadra todo el año. Es un árbol de gran magnitud, suele superar los 15 metros y se utiliza en grandes avenidas para formar un techo con sus copas. Sus hojas son grandes y tienen tres puntas dentadas. Es un hermoso tronco que va desprendiendo su corteza en tonos grises, cremas y verdes. Es un problema a la hora de las grandes lluvias debido a la cantidad de hojas de posee y pierde… Y por sus frutos, que son redondos (tamaño pelota de golf) y desprenden particular que pueden ser molestas.

Paraíso: es el tercer árbol en importancia en la ciudad, y se convirtió en invasora a partir de su adaptación en este contiente (es originaria del sudeste asiático).  Crece hasta una altura de 8 a 12 metros de altura, y su floración es pequeña, pero vistosa y con fragancia. Es la planta que nos da un montón de pelotitas chiquitas que tanto usamos para jugar y distraernos en las veredas.

Vereda de Plátanos

Algunos ejemplares que son de mi preferecencia en el ranking de caducos, con bellezas particulares:

Gingko Biloba: desde que resurgió en el área afectada por la bomba nuclear, recibe el nombre de Árbol de la Vida. Sus hojas se tornan amarillentas o más bien doradas, y el suelo por debajo se vuelve un espectáculo. Sus hojas se utilizan para hacer infusiones que ayudan a la memoria.

Acer Japonés: sus hojas tornan a un color borravino muy intenso al caer, ese color que tanto representa al otoño en esta ciudad. Las hojas son variadas, pero siempre con 5 o 7 puntas y un verde intenso previo a cambio de color.

Crespón: está apareceiendo cada vez más en la ciudad. Sus flores persisten varios meses y son un espectáculo de colores (hay blanco, rosa, rojizo, salmón) y en invierno sus troncos desnudos nos permiten apreciar su corteza que está en constante cambio.

Intensas hojas de acer

 

Ojalá puedan apreciar de esta manera esta estación que empieza y trae consigo muchos cambios en la vida de los árboles de la Ciudad. Disfrutemos de esta etapa y observemos más el comportamiento de estos hermosos seres.

Para los curiosos que no saben que están observando, los invito a consultarme por medio de fotos vía Facebook o bien ingresar en el buscador de árboles de la Ciudad, donde se puede buscar la especie ingresando la dirección.

¡Bienvenido el otoño!

La naturaleza viva en la ciudad: ¿cómo hallarla?

Salís de tu casa, doblás en la esquina y te encontrás una boca de subte llena de gente.
A la salida, edificios de infinitos pisos colman tu visión. Entonces entrás en la oficina y sin darte cuenta, olvidaste de ver el sol o de sentir una brisa en la cara. Desconocés si la luna está llena o es nueva, si lloverá o si hay o no un nuevo árbol en la cuadra.
La mayoría de los días no te das cuenta, pero cuando pasa y tu cuerpo -o tu alma- te dice “no te olvides de la tierra”, no te imaginás como hacer para volver a conectar entre tanto cemento.

Selva de cemento

¿Qué hacer cuando la ciudad nos abruma y bloquea nuestro contacto con el verde, la vida y lo natural?
Lo más fácil tal vez sea pasar por un vivero, llevar una planta a casa que nos guste y cuidarla. Tal vez disfrutar de sus nuevos gajos, de las yemas que dan nacimiento a nuevas hojas y tal vez alguna flor atractiva.
Si nos animamos a ir un poco más allá, más profundo, quizás podemos evitar llevar una planta crecida y animarnos con el siguiente “combo”: maceta + tierra + semilla. Sí, ayudar a la semilla a germinar y a dar vida. Algo tan mínimo como una semilla nos lleva a mirar todos los días a la tierra, a ver el crecimiento, a ver si pasó algo, si brotó o si creció o simplemente si está bien. No hay placer más grande en la jardinería como ver las semillas brotar y las plantas nacer.
Otra opción más simple todavía es tratar de aprovechar los espacios verdes de la ciudad: tenemos tantas plazas, parques y hasta una gran reserva ecológica llena de vida que no tenemos razón para dejar de aprovecharlos. Observar los árboles, el color del césped, su textura y su aroma. Intentar de diferenciar el sonido de las aves y entender su comportamiento. Ellas también viven en la ciudad y tienen sus necesidades y deseos, pero a veces no nos hacemos el tiempo para observarlas.

Sentir el verde césped

Además de lo mencionado está el compartir. Regalar una planta es algo hermoso, compartir ese pedazo de vida con otro y crear un lazo a partir de esa conexión.
Mirar los árboles en la calle… Pensar que cualquier turista extranjero se queda asombrado por el nivel de arbolado en nuestras calles y nosotros ni lo reconocemos. ¡Tantas especies para disfrutar y compartir! Los altos plátanos, los fresnos, las tipas y robles en nuestras veredas, los palos borrachos, los ceibos, jacarandás, ombúes y tantos otros hermanos leñosos en nuestras plazas.
¡Disfrutemos del verde que tenemos, y contagiemos ese encanto para generar cada vez más!

Lejos de un consejo de jardinería, hoy me descargo en pos de una ciudad con más naturaleza.
Sientan el verde en su días, no olviden donde está la verdadera vida.

El compost casero: un abono natural para nuestras plantas

Cuando vemos alguna planta débil, marchita o simplemente triste solemos recorrer a un vivero a pedir algún fertilizante o compuesto químico para animarlas y verlas bien.
¿No sería mejor poder tener en casa ese fertilizante, hecho con nuestros propios restos orgánicos de comida, yerba y otros elementos que consumimos? Esto es el abono orgánico por excelente: el compost.

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Huerta en casa: segunda parte.

¡Seguimos con esta fantástica sección! La huerta en casa nos muestra el proceso completo de los alimentos que comemos, nos permite ser parte del nacimiento y crecimiento de los frutos, ver sus brotes, sus flores y sobre todo sus necesidades. Y claro, decidir la cosecha y disfrutar en casa de sus gustos y sabores.
Luego del post previo donde hablamos del lugar, la luz, el espacio y otras cuestiones generales, hoy vamos a ver qué podemos sembrar o plantar.

La cosecha en casa, un momento único.

 En este momento los viveros explotan con plantines de estación para huerta, que tienen cerca de un mes de vida desde su siembra. Entre los más comunes de la época están los tomates (cherry, redondo o perita), la berenjena, la frutilla y las aromáticas más clásicas. Estas las podemos obtener en los comercios (entre $7 y $10 cada uno) ya que para hacerlos de semilla estamos un poco tarde (aunque si quieren intentar, todavía llegan). Otros cultivos de esta temporada que podrían andar muy bien de semilla -en otro post desarrollaremos cómo hacerlo- son los siguientes: habas, remolacha, rabanito, acelga, lechuga, zanahoria, calabaza –zapallo anco-, pepino, zapallitos… ¡Vean todo lo que podemos experimentar en casa!
No crean que esto es algo imposible y demandante: un rato de atención al día, y algunas macetas improvisadas ya podrán satisfacer sus deseos de conectarse con estas nobles plantas.

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