Una mujer de alrededor de 80 años me llamó la atención. Su tono colombiano, su porte, su cabeza blanca, digna, con un peinado simple. Era una profesora, sentada en una mesa en el marco de un Congreso de Gerontología, mesa en la que se iba a hablar de Género y Vejez.
Dijo: “ En la época que yo me crié las mujeres teníamos dueño”, primero el padre, luego el esposo.
Siguió diciendo… con tranquilidad… sin enojo.. “ armé mi familia, la crié, crecieron y en un momento pensé…se me está pasando la vida y no soy nada…” Ella pensaba yo no soy, yo no puedo…
Cuantas mujeres pensaron y todavía pensarán así de sí mismas…
Siempre había querido estudiar y cuando cumplió los 50 años entró a la facultad: “encontré en el estudio…un mundo”.
Pudo en la mitad de la vida encontrarse con su deseo de ser, animarse y desplegarlo. Es una persona valorada y reconocida no sólo como profesora, como docente, sino por su humanidad, su humildad, su generosidad. No es poco.
Ella piensa que los hombres se dieron el lujo de desperdiciar el talento de millares de mujeres durante siglos…y hoy se dan el lujo de desperdiciar el talento de las personas mayores.
A principio del siglo XX, Leopoldo Lugones en su libro Didáctica, decía que las mujeres tenían que estudiar sólo hasta segundo grado… no era bueno que supiéramos tanto… Dijo en 1913:
“Cuando ella trabaja en el hogar, como esposa y como madre, hace la parte de labor que le concierne, en su máxima expresión de rendimiento útil; porque el hogar así formado, es el fundamento de la civilización y de la patria. Sus derechos son de carácter interno, por que no le compete la vida exterior. Pero en su santuario cerrado, ella gobierna, que es decir, dirige, con tanta eficacia como el hombre. El hogar es más necesario que el parlamento, porque sin parlamento se puede vivir, pero sin familia no.”
Ahora entiendo a muchas mujeres que me dijeron: “ mi marido no me dejaba trabajar ” … “mi marido nunca quiso que yo cante”… “mi marido creía que era una vergüenza que yo trabaje, porque eso implicaba que él solo no podía mantener su familia”… en fin subjetividades de una época.
Leopoldo…si nos vieras 100 años después!!!
Hoy en las universidades, hay más mujeres que hombres estudiando, en los posgrados también …cómo hacen las mujeres para estudiar entre ollas, mamaderas, computadoras, mandados…?
Muchas mujeres tuvieron que pelear con sus padres para poder estudiar, para realizar sus proyectos o sus sueños…hoy me viene a la mente Rita Levi Montalcini.
Nació en Turín, Italia el 22 de abril de 1909; murió en Roma, 30 de diciembre de 2012, vivió 103 años!!!!
En enero de 2008, celebró su cumpleaños número 99, trabajando en su laboratorio del Instituto Europeo de Investigación del Cerebro (Ebri).
Podés creerlo???? Alternaba su vida y trabajo entre Estados Unidos e Italia, viajaba de un continente a otro …
Parte de su tiempo lo dedicaba a la Fundación Rita Levi Montalcini que creó junto a su hermana en 1992, el objetivo de su fundación es mejorar el nivel educativo de las mujeres africanas, ella quería que las niñas africanas tuvieran la posibilidad de estudiar.
Tuvo que pelear mucho con su padre para que “la dejara estudiar” Medicina. El esperaba como todos los padres de esa época que la hermosa Rita se casara , fuera una buena madre y esposa.
Pero ella estaba decidida y se rebeló: en el año 1936 se graduó en Medicina después se especializó en Neurología, tenía 33 años.
Ella, como la profesora colombiana, pensaba que no se admitía la inteligencia femenina y que la dejaban en la sombra.
Fue una gran investigadora, realizó en colaboración con el profesor Stanley Cohen una investigación neurológica descubriendo el nerve growth factor, o NGF., es decir el Factor de Crecimiento Neuronal y es por ello que recibió el premio Nobel en 1986. El factor de crecimiento neuronal (NGF) fue el primer factor neurotrófico descrito y fue descubierto hace ya más de 30 años por Rita Levi-Montalcini, Stanley Cohen y Viktor Hamburger, de la Universidad de Washington en St. Louis.
El NGF en sencillo, es una proteína presente en el sistema nervioso además de hallarse en otros sistemas del cuerpo humano. Esta proteína promueve el desarrollo neuronal normal sobre todo en la etapa de gestación, en período embrionario. A partir de sus investigaciones se descubrieron otros factores que intervienen en el desarrollo de las células del sistema nervioso, que reciben el nombre de factores neurotróficos, son un grupo de proteínas naturales que mantienen vivas y sanas las neuronas no sólo, durante el desarrollo embriológico, sino también durante la etapa de adulto. Los factores neurotróficos son un medio para que las neuronas se comuniquen unas con otras, distinto de la sinapsis.
La Dra. Rita nunca se casó, se dedicó a trabajar, a investigar, fue una gran filántropa. Decía que se había casado con la neurología.
En un reportaje a los 96 años pensaba que su cerebro funcionaba igual que a los 20 años, ( quizás se refería a su velocidad mental), yo creo que funcionaba mucho mejor por todo lo que estudió, investigó y llevó adelante con mucha pasión en su vida…
Ahora que me acuerdo, mi abuela me decía que no estudie tanto…que me iba a hacer mal…Mi abuela no llegó a ver los avances científicos sobre el estudio del cerebro…
Te acordás de Palmiro Caballasca, que decía la frase «Me hirve la cabeza, señorita» … en Jacinta Pichimahuida…?
Bueno cuanto más inquieto sos, más curioso, más leés y querés aprender cosas nuevas o entender el mundo en el que vivís la cabeza te “hirve” de sinapsís, conexiones, comunicaciones, porque en el cerebro las distintas partes trabajan en simultáneo… más lo usas mejor lo tenés “afinado”…
No se enteró mi bobe, que cuantos más desafíos se le proponen al cerebro, más plasticidad se produce, se modifica su estructura y su dinámica.
En los últimos años sabemos que, cuanto más lees, cuanto más estudias, más flexible sos… el cerebro necesita que el sujeto, la persona que lo lleva protegido por el cráneo y con sombrero, lo estimule, le presente desafíos, lo inquiete con cosas novedosas…que lo oxigene caminando …que lo alimente estando en contacto con el mundo y la gente…
Le preguntaron a la Dra. Montalcini en un reportaje:
¿Qué haría hoy si tuviese 20 años?
- ¡Pero… si estoy haciéndolo!
Chapeau! Es para quitarse el sombrero!