Por la inflación, las monedas caminan a la desaparición

El dilema de los billetes de 100 pesos que nos quedaron chicos tiene otra cara y es la de las monedas que cayeron en desuso. Poco y nada se puede comprar con ese instrumento que tantos pequeños gastos cotidianos permitía realizar hace apenas unos años.

Poco tiempo atrás el que tenía una moneda la guardaba como un tesoro. No por el valor, claro, sino porque un gran número de micropagos se hacían con ese instrumento. Con ellas se pagaba un pasaje de colectivo o subte, eran acumuladas por quienes tenían una máquina de café o snacks en su oficina, y valoradas cuando se necesitaba comprar algo al paso en la calle o darle a los chicos para que compraran algo en el recreo.

Sin embargo, con la inflación acumulada, las monedas pasaron a ser un instrumento fuera de uso. Ya nadie las reclama cuando quedan como vuelto de un viaje en taxi y se terminaron las malas caras al supermercado chino cuando en lugar de monedas te da como vuelto un caramelo.

Un repaso por los comercios del barrio confirma la idea. Las de 5 y 10 centavos no permiten comprar ni un caramelo y son limitadísimos los productos que pueden adquirirse con las que valen menos de un peso.

En la panadería, donde con una moneda hace unos años te podías llevar una factura, hoy lo más barato que se puede conseguir es un pan francés que según los gramos que tenga rondará  el valor de 1,6 pesos y para adquirir una medialuna se necesitan 6 pesos.

En la ferretería, donde con una moneda de un peso te llevabas un puñado de clavos no hace mucho, hoy se necesitan cinco pesos para hacer esa compra. Lo más barato que se puede llevar es un tornillo, por 0,25 peso, o un cuerito para las canillas por 0,50 peso. El ferretero dice que necesita monedas sólo para dar el vuelto, porque ya no hay compras de menos de 2 pesos.

El kiosco es el lugar donde el golpe es más duro de digerir. Ahí se va con monedas, o mejor dicho, se iba… Con una moneda uno pedía un puñado de caramelos y todos los niños contentos. Hoy el caramelo más barato cuesta 20 centavos y si queremos un chicle necesitamos la moneda de un peso para adquirirlo. Si pensás en un alfajor, se necesitan dos billetes de la denominación más baja para comprarlo, y eso si no tenés pretensión de uno de marca o de la categoría denominada Premium que pueden costar más de 10 pesos.

A la bicicletería a ponerle un parche a la bici se iba con las monedas sonando en el bolsillo. Ahora se necesitan entre 6 y 30 pesos, según el trabajo que requiera, para hacer el arreglo más simple del rodado.

Y en la mercería, para comprar un metro de cinta o un botón también son necesarios cinco pesos. Nada de monedas.
Así como en la expansión de la circulación de billetes de 100 pesos se nota la inflación en la desaparición de las monedas se ve la otra cara del mismo problema.

Según el último informe del Banco Central del total de monedas en circulación, el 22,6% son de las versiones de uno y dos pesos. Mientras que cuatro años atrás, en enero de 2011 eran el 15,3 por ciento.

Entre enero de 2011 y enero de 2015 la cantidad de monedas de 1, 5, 25 y 50 centavos se incrementó apenas un 8%.  Mientras que el aumento de la cantidad de monedas de un peso fue del 40,2% en el período y de las de 2 pesos de… 3.616%. El notable incremento tiene que ver con que en el 2011 la moneda de 2 pesos era una novedad, pero con la inflación se volvió un instrumento necesario y hoy hay 353 millones de esas piezas en la calle.

La caída en desuso de las monedas modificó algunas fotos urbanas. La tarjeta SUBE para pagar el transporte público es una de ellas. Un viaje desde Capital al segundo cordón Gran Buenos Aires requiere una cantidad de monedas difícil de juntar… Y ni que pensar en la cola que se formaría en el colectivo esperando que la máquina aceptara 12 o 17 pesos en monedas por cada pasajero.

Las expendedoras de café, gaseosas y snacks mutaron con la inflación. Esos equipos donde uno podía sacar una gaseosa con una o dos monedas hace sólo algunos años, ahora tienen ranuras para poder tomar billetes o aceptan pagos con tarjeta de crédito.

Monedero, el sistema de micropagos de la tarjeta Visa, ya superó los 160.000 clientes con un mecanismo que permite con un sticker o una tarjeta precargada pagar un pasaje de subte, el peaje o sacar un alfajor o un café en una máquina al paso sin necesidad de disponer de un bolsillo cargado de monedas. Hay hasta edificios de departamentos que ofrecen estas tarjetas a los habitantes para que paguen el servicio de lavandería, para evitar el incordio de tener que juntar un enorme número de monedas para poder poner en marcha una secadora de ropa.

En el otro extremo de la línea de los billetes y monedas en circulación está el dilema del papel de 100 pesos, que nos ha quedado chico como pieza de mayor denominación y hoy representa apenas 11,5 dólares, el de menor valor a nivel regional y probablemente uno de los más pequeños del mundo también.

En el extremo del absurdo, la moneda más grande, que en la convertibilidad equivalía a un dólar y que permitía realizar diversos micropagos cotidianos hoy vale apenas 0,11 dólar y la inflación la amenaza con hacerla desaparecer día a día.

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ART para empleadas domésticas: todo lo que debés saber del sistema

Desde el 3 de noviembre próximo todas las familias que tienen una empleada doméstica en el hogar, tendrán la obligación de pagar la cobertura de una Aseguradora de Riesgo del Trabajo (ART) para que proteja al trabajador en caso de un accidente o enfremedad laboral.

A no protestar porque te van a salir unos pesos más del bolsillo, lo primero que hay que tener en claro es que es una protección para todos, ya que el empleador tendrá alguien que responda ante la enfermedad o fallecimiento del trabajador. La obligación surgió con el nuevo régimen de empleadas domésticas que se sancionó en abril.

La primera pregunta que todos se van a hacer es cuánto costará y es ara la que no hay aún una respuesta, pero si te sirve de referencia, las aseguradoras cobran un fijo y un porcentaje por actividad, y el total de ese monto no debería exceder el 5% del salario mensual del trabajador. Por lo tanto, con los niveles salariales actuales, el cargo debería variar entre los 100 y los 250 pesos, según la carga horaria del trabajador.

La Unión de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (UART) emitió un comunicado que acá completamos para tener algunas respuestas a preguntas básicas sobre cómo funcionará el régimen que muchos ya conocen como trabajadores, pero que en este caso les tocará contratar como empleadores.

¿Cuál es el servicio que brinda una ART?

“Atención médica inmediata al trabajador accidentado. Rapidez y puntualidad en el pago de indemnizaciones. Recalificación para la reinserción laboral. Cobertura total en medicamentos, prótesis, rehabilitación y traslados”, explica la UART. Esto significa que a partir de la vigencia de la cobertura, una empleada doméstica que sufre un accidente en su trabajo deberá recurrir a la ART para su atención, y no a su obra social. El nivel de servicios médicos que brindan estas aseguradoras es, en muchos casos, de mejor calidad que el que brindan algunas obras sociales y más eficiente. Es importante que cuando se inscriba al trabajador se agende el teléfono de referencia para denunciar los accidentes que requieran atención.

¿Qué pasa si no contratás una ART para tu empleada?
Si pagás la obligación, pero no hacés el trámite de inscripción, el sistema te asignará automáticamente una de las 22 empresas que brindan este tipo de seguro. Si no pagaras el servicio, o lo contratas e incurrieras en impago, todas las obligaciones que le corresponden a las ART (asistencia médica, remedios, e indemnización dineraria por incapacidad causada por enfermedad o accidente laboral).

¿QUé pasa con el salario de la empleada mientras está de licencia por accidente laboral?
Los primeros 10 días de licencia por accidente o enfermedad laboral, el salario estará a cargo del empleador. Pero si la licencia necesaria para recuperarse superara ese plazo el salario correrá por cuenta de la ART, que además, te reintegrará el dinero de los 10 días que fueron pagados por el empleador.

¿Qué hay que tener en cuenta para contratar una ART?

“El seguro que contratarán los empleadores para sus dependientes será igual en todos los casos, independientemente de la ART seleccionada. No hay planes diferenciales”, dice la UART. Como el monto a pagar sería fijo y comunicado por las superintendencias de Riesgos de Trabajo y de Seguros, tampoco habrá variación en el monto que se paga entre una empresa y otra por la cobertura.

¿Cómo se abona la cobertura?

“Mensualmente, a través de AFIP, con los mismos mecanismos que se abona el resto de las cargas sociales”, explica la UART. El cargo total en concepto de obr social y aportes previsionales de un trabajador activo con más de 16 horas semanales pasó a ser de 268 pesos desde el mes de septiembre, cuyo pago vence en octubre. A esa cifra se le adicionará desde noviembre el cargo por el seguro de riesgo de trabajo.

¿Qué sucede si no se paga la cuota?

“La ART puede rescindir el contrato con la acumulación de una deuda equivalente a 2 cuotas. El empleador ingresa a un registro y por el transcurso de 1 año, las ART tienen la potestad de no afiliarlo”, explcian en la UART.

¿Qué hacer ante el caso de un accidente?

“El trabajador debe informar a su empleador quien, a su vez, avisará de inmediato a la ART respectiva. La aseguradora instrumentará las acciones necesarias para dar la cobertura de asistencia médica y luego, en la medida que corresponda, brindar las indemnizaciones”, marcó la UART. Hay que tener en claro que las indemnizaciones corresponden a los trabajadores no sólo por fallecimiento, si no también por incapacidad laboral temporaria o permanente que haya resultado de un accidente o enfermedad consecuencia de su trabajo.

¿Cuáles son los tipos de incapacidad?

La UART los define de esta manera:
* Incapacidad Laboral Temporaria (ILT), cuando producto del accidente el trabajador está impedido de realizar las taras habituales de trabajo
* Incapacidad Laboral Permanente (ILP), si el daño producido por el accidente es permanente. Hay una tabla (denominada Tabla de Evaluación de Incapacidades o Baremo) que establece los porcentajes de incapacidad, según el tipo de lesión. Esta objetivación permite celeridad y es un elemento para evitar la generación de discrepancias.
* Gran Invalidez (GI), cuando producto del accidente el trabajador no puede valerse por sí mismo y necesita la ayuda de una tercera persona

¿Qué pasa ante el caso de fallecimiento producto de un accidente de trabajo?

“La ART deberá abonar la indemnización correspondiente a los derechohabientes: cónyuge, sobreviviente e hijos menores de 21 años”, según la UART.

¿Cuáles con las indemnizaciones?

En caso de una incapacidad temporaria, como si la empleada sufriera una quebradura que la inhabilita para realizar sus tareas, la ART abonará el salario al trabajador durante todo el tiempo que se vea afectada, liberando al empleador de cubrir el salario en ese período. “En caso de incapacidad permanente o fallecimiento, operan diferentes valores acordes al sueldo, porcentaje de incapacidad y edad del trabajador accidentado”, dice el comunicado de las aseguradoras.

 

Si todavía no sabés cómo registrar a una empleada doméstica, podés revisar el paso a paso acá.

Si querés ver cómo es la nueva ley, clickeá acá.

Si querés consultar la escala de salarios de servicio doméstico, podés verlo en este link.

Cómo cuidar el bolsillo con el dólar Mascherano

Controlar el gasto, por la desocupación y la inflación más que por el dólar. Aunque con el dólar en alza la inflación no aflojará en los próximos meses, por lo tanto es mejor ser prudente y evitar gastos superficiales porque esos pesos podemos necesitarlos el mes que viene para algo imprescindible.

  • Cancelar los créditos a tasa variable. Si no podés porque no tenés ahorros, es tiempo de organizarse para ir precancelándolos parcialmente. Ordená tu presupuesto, juntá el dinero de 6 cuotas y andá al banco a hacer un pago parcial, lo que hará que el interés te lo cobren sobre un monto menor de deuda porque lo que aportaste va destinado a disminuir el capital del préstamo que tomaste.
  • Casi todos tenemos un crédito variable disponible todos los meses, es la tarjeta de crédito que no sabemos cuánto nos va a cobrar de intereses por pagar el monto mínimo hasta el día que llega el resumen de cuenta. Por lo tanto, hay que evitar endeudarse con la tarjeta si no vamos a poder pagar el total.
  • Estar atentos con los descuentos disponibles y aprovecharlos de modo inteligente para adelantar compras estratégicas. Si hay 4×3 en snacks y el mes que viene festejás el cumple de tu hijo, compra las papas fritas y palitos ahora. Lo mismo con los productos que sabemos que se usan en la casa y que van a ir aumentando mes a mes. Si lo comprás hoy a 10 y lo usás en tres meses cuando el mismo producto cuesta 12 pesos, ganaste un 20% en tres meses y es un muy buen negocio. * Aclaración, no se recomienda stockear cosas tentadoras o que puede aumentar el consumo, porque las comprás y las vas a utilizar con más frecuencia de lo que hacías antes. Por ejemplo, consumís gaseosa el fin de semana, te stockeas de gaseosa y como está ahí pasás a tomarla todos los días).
  • Si querés ahorrar con un fin determinado, como un viaje, una fiesta o el arreglo de la cocina de tu casa, lo mejor es que en lugar de ahorrar los pesos todos los meses vayas comprando las cosas que necesitás y las guardás para el día que tengas que usarlas. Si es un producto que podés comprar en cuotas fijas sin interés con la tarjeta de crédito y sos ordenada pagando siempre el total del resumen, es una gran opción comprar financiado sin interés. Sobre todo en los viajes al exterior, porque al cerrar la compra también vas a congelar el valor del dólar al que te venden el paquete completo, y que seguramente será más alto cuando llegue el momento de viajar.
  • Si vas a viajar al exterior, y ya estás pagando las cuotas en pesos de tus vacaciones, podés empezar a pedir a la AFIP autorización para comprar dólar ahorro, porque esos dólares tienen un cargo del 20% en lugar del 35% que tiene el dólar tarjeta y si la moneda se mantiene estable, te podría convenir usar esos billetes en lugar de tarjetear
  • .
  • Mecanismos de ahorro que te defienden de la inflación. Todas aquellas cosas que puedas comprar en cuotas en pesos y que mantengan el valor en dólares son una buena opción. Un plan de ahorro de un auto, un terreno en cuotas, una cochera en cuotas o un departamento en un fideicomiso de pozo. Ojo, fíjate que sea una empresa confiable, con respaldo y que haya cumplido en el pasado con otros fideicomisos que hizo y entregó en tiempo y forma.

Inflación oficina: cuánto cuesta ir a trabajar

Los aumentos de años anteriores se concentraban en el supermercado, en la ropa, en los servicios no públicos. Eso hacía que todos sufriéramos porque aumentaban los alimentos, la salud, el colegio de los chicos, la ropa, pero tuviéramos a mano el rebusque de cambiar de cambiar de marca, bajar el plan de prepaga, aunque nos costara un gran malhumor por la pérdida de calidad de vida que suponía el traspaso.

El dilema de este año es que los aumentos se dan en cosas que no son prescindibles. La tarifa de gas, el boleto de colectivo, de subte o la nafta son algunos de los ejemplos de aumentos imposibles de esquivar por nuestros bolsillos.

Así, se nos ocurrió en Vil Metal comparar cuál era el costo de ir a trabajar al microcentro para un habitante de la Ciudad de Buenos Aires en diciembre del año pasado y en este frío julio y la “inflación oficina” nos dio una suba del 28% en sólo seis meses del año para los que usan colectivo.

inflación oficina

Viajar en colectivo ida y vuelta al trabajo en diciembre costaba en el mes 66 pesos y en la actualidad sale 132 pesos y ha sido el mayor aumento con un 100% al pasar de 1,5 a 3 pesos el costo del boleto mínimo.

Comer un alfajor y tomar una gaseosa en diciembre de lunes a viernes significaba un gasto de 330 pesos en el mes, mientras que en la actualidad repetir esa merienda cuesta 484 pesos, con un aumento del 47%.

Lo que menos aumentó es menú del día, en una casa de comida rápida, si se utilizaba ese lugar para almorzar en el trabajo de lunes a viernes representaba en diciembre un gasto mensual de 1232 pesos y es hoy un 20% más caro, lo que supone 1.474 pesos.

Para los que van en auto

El auto está volviéndose un bien de lujo en la Ciudad de Buenos Aires con los precios de cochera y la suba del 40% que tuvo la nafta desde diciembre hasta julio. Cargar tres tanques de nafta por mes y pagar de lunes a viernes una cochera con estadía diurna es 44% más costoso que en diciembre pasado.

Apenas siete meses atrás la suma de esos dos servicios representaba 2.102,5 pesos mensuales de gasto que ahora superan los 3.000 pesos. Eso sólo para poner en marcha el motor y disponerse a manejar hasta el trabajo, donde el aumento de salarios en el mismo período no alcanza ni a la mitad de lo que se incremetó el costo de viajar en el auto o en colectivo hasta allí.

Para ir al trabajono hay precios cuidados.

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¿Cuánto ahorrás en un crédito con las nuevas tasas que reguló el Central?

El Banco Central reguló los créditos personales y prendarios intentando recuperar el impulso al consumo que esos préstamos generaron en los últimos años y que se frenó con la suba de tasas para contener el impacto de la devaluación de enero. Lo primero que tenés que pensar si estás buscando un crédito, es si lo necesitás verdaderamente. Y si la respuesta es que sí, ¿ cuánto más barato será endeudarse con el nuevo régimen?

Comparamos dos créditos exactamente iguales con las tasas que rigieron hasta esta medida y con las que fija la normativa y se podrían ahorrar cinco cuotas y casi el 10% del préstamo.

a finanzas

Un préstamo personal de 30.000 pesos y a 48 meses de plazo, antes de la norma del Central la tasa nominal anual promedio del mercado era de 48% y la cuota promedio llegaba a 1.607 pesos. El mismo crédito con la nueva regulación, tendría una tasa del 40.9% y una cuota de 1.443 pesos en promedio.

¿Cuánto pagabas y cuánto pagarás ahora por pedirle 30.000 pesos al banco? En el esquema anterior, en 4 años le devolvías al banco 77.136 pesos, un 160% más de lo que habías pedido. Con la nueva norma, devolverás en 48 cuotas 69.264 pesos, que equivalen a un 130% más de lo que pediste. En pesos, en cuatro años te ahorrás 7.872 pesos que equivalen a 5,5 cuotas de préstamo.

Un préstamo prendario de 70.000 pesos y a 4 años de plazo, antes de la norma del BCRA, la tasa nominal anual era, en promedio, del 41 por ciento y la cuota costaba 3.373 pesos. Mientras que con la nueva normativa, la máxima tasa que puede aplicar un banco es del 35.28 por ciento y la cuota promedio 3.076 pesos de pesos.

¿Y si le pediste al banco 70.000 pesos para comprarte un auto con una prenda? En el esquema anterior, en 4 años le devolvías al banco 161.904 pesos, un 131% más de lo que habías pedido. Con la nueva norma, devolverás en 48 cuotas 147.648 pesos, que equivalen a un 111% más de lo que pediste. En pesos, en cuatro años te ahorrás 14.256 pesos que equivalen a 4,6 cuotas de préstamo.

Como habrás notado, el nuevo régimen no hace que los créditos sean una ganga. De hecho, los bancos medianos y chicos, que tendrán una regulación diferente a la que se fijó para las 35 entidades más grandes, y en muchos casos no necesitarán tocar la tasa que hoy cobran porque cumplen con la medida.

Por lo tanto, considerá bien si el crédito que vas a tomar es un buen o un mal crédito, antes de avanzar y endeudarte.

Por otra parte, si la baja del costo financiero no es significativa, la posibilidad de que los consumidores retomen los pedidos de créditos que habían abandonado con los aumentos, es escasa. En un banco mediano que consultamos desde Vil Metal realizaron una encuesta para saber si sus clientes estaban interesados en tomar créditos y la respuesta mayoritaria manifestó que sólo lo harían si la tasa de interés baja significativamente. No parece que una rebaja de 6 puntos alcance para conformarlos y volver a usar esta herramienta financiera como motor de consumo.

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Hipotecarios: se necesita un salario de $20.000 para comprar un departamento

Inmuebles carísimos valuados en dólares, salarios en pesos, devaluación e inflación vuelven imposible el acceso a la vivienda propia. Los créditos hipotecarios son una aguja en un pajar, y ni siquiera los que ofrece la banca pública pueden resolver el problema de los sectores medios y bajos que tienen que acceder a la primera vivienda, ya que las tasas son altas y para poder financiar el 70% de una propiedad, se necesitan salarios de clase media alta.

La excepción es el Pro.Cre.Ar, pero este crédito está destinado a la construcción de viviendas y deja fuera a los habitantes de grandes ciudades, donde la compra de un terreno es imposible.

Según el último relevamiento de escrituras de la Capital Federal realizado por el Colegio de Escribanos porteños, la propiedad promedio escriturada en la ciudad tenía un valor en abril pasado de 747.109 pesos. Para financiar el 70% de esa vivienda, es necesario demostrar ingresos por encima de los 20.000 pesos para obtener un crédito.

créditos hipotecarios

La oferta de los bancos privados es prácticamente nula, pero los bancos públicos tienen opciones que podrían resultar atractivas con tasas de interés negativas en una economía con una inflación por encima del 30% anual. Sin embargo, el costo financiero es tan alto que resulta en una cuota mensual que requiere ingresos que casi triplican el salario promedio de la economía, que ronda los 8.900 pesos y 5,5 veces el salario mínimo, vital y móvil, actualmente de 3.600 pesos.

Si bien se pueden sumar ingresos del grupo familiar, una pareja con dos salarios promedio ganaría mensualmente 17.800 pesos y no podría calificar para ninguno de los créditos evaluados.

Comparamos las ofertas vigentes de los bancos Nación, Provincia, Ciudad y Hipotecario, considerando créditos de 500.000 pesos que corresponderían al 67% de una propiedad de 747.109 pesos, identificada como la escritura promedio de la Capital por el Colegio de Escribanos. La comparación se realizó con préstamos a 15 años de plazo y para primera vivienda, resultando la cuota más barata la del Banco Nación, de 7.945 pesos y la más cara la del Provincia, con 11.115 pesos.

En tanto, el banco que requiere el menor nivel de ingresos (por que ofrece la mejor relación entre cuota e ingresos) en este escenario es el Ciudad, que permite acceder a un crédito de 500.000 pesos con un ingreso de 20.162 pesos, mientras que el Nación demanda 26.483 pesos y el Provincia 27.787 pesos.

El Hipotecario es el que requiere el nivel de ingresos más alto. Para acceder a un crédito de 500.000 pesos se debe demostrar ingresos por 33.727 pesos. Sin embargo, el gran atractivo de este crédito es que ofrece una tasa de interés fija que tiene un enorme atractivo en un contexto de alta volatilidad como el actual. No es poca cosa, la tasa fija es la condición más valorada por los tomadores de crédito.

Aunque la cuota es la más alta, con 11.115 pesos, el Provincia es el único banco que ofrece un crédito en pesos equivalente a los 150.000 dólares y permite –para empleados públicos de la provincia- financiar hasta el 100% del valor de la propiedad, lo que permitiría acceder a un crédito sin necesidad de disponer de un fondo de ahorros.

Los pocos y caros créditos vigentes sólo sirven para aquellos que ya tienen una propiedad y tienen que financiar el salto de un dos ambientes a un tres ambientes, por ejemplo. Pero son casi una ilusión óptica para la clase media-media que quiere acceder a la primera vivienda.

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La Selección Argentina, más valiosa que las empresas del Merval

 

La Selección Argentina a ya está camino a la Copa del Mundo Brasil 2014 con un plantel colmado de estrellas con ingresos varias veces millonarios. La suma de los cachets de los jugadores elegidos por Alejandro Sabella alcanza los 600 millones de dólares.

Para tomar dimensión del valor de esos jugadores se nos ocurrió compararla con el de las empresas argentinas que cotizan el Merval 25. El dato puede sorprender a más de uno: con los millones de dólares necesarios para comprar a los 23 jugadores que irán al Mundial podrían adquirirse 12 de las empresas que cotizan en la Bolsa de la Argentina y una buena porción de las empresas más grandes del país.

Mundial 2014

Teniendo en cuenta el valor de mercado al 14 de mayo, con el valor de los jugadores se podrían comprar:

TGN, valuada en 20 millones de dólares

Transener, valuada en 46 millones de dólares

Mirgor, valuada en 101 millones de dólares

Central Puerto, valuada en 111 millones de dólares

Indupa, valuada en 117 millones de dólares

Endesa Costanera, valuada en 128 millones de dólares

Comercial del Plata, valuada en 156 millones de dólares

Hipotecario, valuada en 173 millones de dólares

TGS, valuada en 252 millones de dólares

Edenor, valuada en 281 millones de dólares

Ledesma, valuada en 312 millones de dólares

Pampa Energía, valuada en 493 millones de dólares

Además, con el dinero necesario para adquirir los jugadores del equipo argentino podría comprarse el 40% de un banco importante como el Galicia, con un valor de mercado de 1.516 millones de dólares al 14 de mayo último. O el 30% del SantanderRío que tiene un valor bolsa de 2.099 millones de dólares.

¿El dato es un indicador de lo barata que está la bolsa argentina o de que hay una burbuja en el negocio del futbol?

“Cuando el Barcelona compró a Neymar en 52 millones de euros se discutió esa idea, pero a la semana de contratarlo se habían vendido en el mundo 500.000 camisetas con su nombre que valían 100 euros cada una, por lo tanto generó una facturación de 50 millones de euros y quedó en clara la respuesta”, explica el analista financiero Claudio Zuchovicki.

Vale millones, vale más que muchas empresas, ojalá que valga un campeonato.

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Tarjetas: ¿cuántos años lleva pagar el monto mínimo?

Del año pasado a este, la suba de la tasa de interés hizo que afrontar una deuda de 1.000 pesos en una tarjeta de crédito pagando sólo el monto mínimo demande 51 años más de lo que requería en 2013.

En www.vil-metal.com explicamos muchas veces cuál es la trampa detrás de las cuotas sin interés, que no es otra que la de tentarte a consumir más y que después pagues el monto mínimo. Cuando requerís esa financiación, las cuotas que eran con cero interés pasan a tener la tasa más alta del mercado.

Pero si siempre fue pecado pagar el monto mínimo de las tarjetas de crédito y financiarse con ese instrumento, desde que subieron las tasas en febrero, en la Argentina, el pecado es mortal.

Hace algo más de un año buena parte de los bancos del sistema financiero se comprometieron a bajar las tasas de interés de la refinanciación hasta el 35%. Con ese costo, si uno tuviera una deuda de 1.000 pesos en la tarjeta de crédito y se limitara a pagar sólo el monto mínimo todos los meses tardaría en cancelarla nada menos que 91 años. Si, 91 años para pagar 1.000 pesos de deuda.

Pero con la suba de tasas, esa pesada herencia que es arrastrar el monto mínimo se hizo considerablemente más larga. Los bancos de primera línea para sus clientes Premium, con mejor comportamiento financiero, y que tienen su sueldo depositado en la entidad llegan a cobrar 50% por la refinanciación del monto mínimo, pero las tasas pueden llegar hasta el 70% en las tarjetas emitidas por financieras no bancarias.

¿Qué significa en años de deuda enfrentar una refinanciación con el 70% de tasas de interés?

Que pagar una deuda de 1.000 pesos afrontando sólo el monto mínimo todos los meses te llevaría 142 años para poder cancelarla.Es que lo que te cobran de interés es tan alto, que casi anula el pago que hacés todos los meses. Dicho de otro modo, lo que pagás todos los meses va casi en su totalidad a pagar los intereses.

Claro que la cuenta es ridícula porque todos sabemos que vamos a morir antes de terminar de pagarla, pero verlo en años es una buena forma de dimensionar el peso de esa deuda cuando enfrentamos esa tasa de interés escandalosa.

Si estás endeudado con la tarjeta y pensás que la salida es un crédito personal, acá podés leer más sobre el tema.

 

¿Cuánto gastaría una familia porteña sin subsidios?

El ministro de Economía, Axel Kicillof, reconoció que está en estudio si no la eliminación, por lo menos, la modificación del sistema de subsidios. Pero, cuánto representa para una familia de clase media porteña la eliminación de ese aporte? ¿Cuánto debería pagar un viaje en colectivo o en subte? ¿cuánto vale abrir la canilla y tener agua potable o encender el horno con una conexión de gas natural o presionar una llave y contar con luz? Una estimación realizada por Vil Metal prevé un aumento del gasto anual del hogar de más de 13.000 pesos.

Gas Burner

Los subsidios aplicados en los servicios públicos desde la salida de la Convertibilidad fueron un sistema de contención para los sectores medios y bajos afectados por la devaluación. Pero sólo se mantuvieron sin modificaciones en el área metropolitana, por lo que en la actualidad representan una pesada carga para el presupuesto nacional que beneficia a buena parte de los sectores medios y altos de la Argentina.

El aumento anual del gasto en una familia tipo de Capital Federal con la eliminación de los subsidios podría rondar los 1.100 pesos mensuales y 13.300 pesos anuales, lo que representa una suba del 317%, según una estimación de Vil Metal.

Para estimar el impacto de la eliminación de los subsidios, se tomó como referencia el precio promedio por el servicio que se paga por la electricidad y el gas en Chile y Brasil, según la medición de los costos de la energía en la región que realiza mensualmente la consultora especializada Montamat y asociados.

El mayor impacto en este ejercicio resulta ser el del gas natural, que en el promedio de los dos países limítrofes cuesta 1.772% más que en la Argentina. Para el mismo tipo de cliente residencial, mientras que un argentino paga 1 peso, el promedio entre Chile y Brasil resulta en un servicio que cuesta 18 pesos. Por lo tanto, un cliente que actualmente paga una factura bimestral de 60 pesos por el gas, si dejara de ser subsidiado y se equipararan los precios con la región, recibiría una factura bimestral de 1.123 pesos. Si, de 60 a más de 1.100 pesos.

Para la cuenta se toma como referencia una familia tipo porteña, donde uno de los integrantes realiza sólo dos viajes diarios en colectivo sólo los días hábiles para ir a trabajar y el otro de los adultos utiliza el subte con la misma modalidad. Además, se considera que en ese hogar se paga por el servicio de agua y cloacas de Aysa 40 pesos por bimestre, por la electricidad 75 pesos y por el gas natural 60 pesos, también cada dos meses.

En el caso de la electricidad, un cliente con una factura subsidiada de 75 pesos bimestrales, debería pagar 544 pesos en el mismo período si los precios de la energía se equipararan con el promedio de Chile y Brasil, según la referencia de costos del servicio de luz en esos dos países difundido por el estudio Montamat. El aumento sería de 625% si se eliminaran los subsidios.

El servicio de agua y cloacas es el que sigue en el nivel de subas con un 300%. El calco de la eliminación de subsidios se toma en base a fuentes de Aysa que explicaron a Vil Metal que la recaudación por tarifas cubre solo el 25% de la operación de la empresa, el resto es subsidiado por el Estado. Es decir, un peso de servicio actual debería costar 4 pesos sin subsidios. Y una factura de una familia tipo de 40 pesos bimestrales pasaría a costar 160 pesos.

El transporte público es lo menos atrasado, después de los ajustes que tuvieron en el 2013 los boletos. Los colectivos y el subte en la ciudad funcionan en un 50% por el aporte del pasajero y otro 50% por el dinero estatal (municipal en el caso del subterráneo), según fuentes de los dos niveles de Gobierno.

El subte, en 3,5 pesos por viaje -con un proceso encausado para llevar la tarifa a 4,5 pesos- tiene un costo “técnico” calculada por la gestión de Mauricio Macri en 7,5 pesos, lo que significa un aumento del 114% con el valor actual. Por lo tanto, utilizar dos veces por día el servicio sólo de lunes a viernes por uno de los integrantes de la familia implicaría pasar de un gasto de 154 pesos mensuales a uno de 330 pesos.

El colectivo, con una tarifa inicial de 2,5 pesos para la Ciudad de Buenos Aires, sin subsidios costaría 5 pesos, según fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación. Lo que implicaría un aumento del 100% y un incremento en el gasto de un hogar donde uno de los integrantes utiliza ese medio para viajar al trabajo ida y vuelta cinco días por semana de 110 pesos, ya que el gasto total por 44 viajes sería de 220 pesos.

Así, para la misma familia que en la actualidad paga mensualmente por el servicio de electricidad ($37,5), gas ($30), agua ($20), subte ($154) y colectivo ($110) un total de 351,5 pesos y en el año 4.218 pesos; sin subsidios debería pagar 17.564 pesos anuales, un 317% más que en la actualidad.

Probablemente el sinceramiento de las tarifas sea una medida razonable, el dilema es que llega en el momento en que las familias están más fuertemente golpeadas por la inflación. Y eso, ahora, es un dato oficial.

ProCreAr: A quiénes beneficia el crédito del Gobierno

La línea de créditos hipotecarios para la construcción que lanzó el Gobierno en junio del año pasado prometía otorgar 100.000 créditos entre 2012 y 2013, y si bien sólo se han iniciado obras por el 53,4% de lo proyectado, el impacto sobre la construcción y el acceso a la vivienda es brutal. Para tener una referencia, si la casa promedio fuera de unos 100 metros cuadrados, los metros construídos con el Pro.Cre.Ar equivaldrían al 40% del total de obras que se realiza en la Argentina en un año, por todo concepto.

procrear

Más allá del voluminoso número de sorteos realizados que eleva los beneficiarios por encima de los 300.000, la cantidad efectiva de créditos asignados está bastante por debajo del número de viviendas que se prometían construir en un año, ya que se hay 53.399 obras iniciadas. La diferencia se da porque muchos de los sorteados no logran después acreditar las condiciones requeridas para acceder a la hipoteca y quedan en el camino o porque demoran en hacerlo. Por eso, el volumen de créditos que instrumenta el Banco Hipotecario va aumentando mes a mes a medida que van madurando los trámites en stock y el año próximo debería iniciarse un número mayor de obras que las que estarán en marcha al final del 2013.

Radiografía del plan

El plan asigna líneas para la refacción y la adquisición de viviendas nuevas, pero el grueso de los fondos se destinan a la construcción, con un crédito promedio de 271.000 pesos en todo el país. La provincia con el crédito promedio más bajo es La Rioja, con un monto de 232.587 pesos, y el más alto es en Tierra del Fuego, con 316.650 pesos, probablemente por el impacto del costo de la construcción y los requerimientos habitacionales en un lugar de temperaturas extremas. La Ciudad de Buenos Aires es una excepción, con un crédito promedio menor a los 100.000 pesos, porque el grueso de los fondos está destinado a refacción, por la dificultad de acceder a un terreno para la construcción en la Capital Federal.

La provincia de Buenos Aires es la que ha obtenido el mayor beneficio del plan, absorbiendo el 35% de los créditos otorgados hasta ahora, el 14% fueron a Santa Fe y el 12% a Córdoba. El dato responde también a la densidad de habitantes en el interior del país.

En relación a la cantidad de préstamos sorteados, la provincia que ha obtenido la mayor cantidad de créditos es La Pampa, donde ya se otorgaron el 30 por ciento. La siguen Entre Ríos con un 26% y San Luis con un 24 por ciento.

El podio de las más rezagadas en concretar la asignación de los créditos después de ser sorteados lo encabezan Salta y Tucumán, donde sólo han recibido los fondos el 9% de los beneficiados hasta ahora, seguidas por Capital Federal, con el 11%, y Jujuy con el 12%.

Quiénes son los beneficiarios

El Pro.Cre.Ar determina el nivel de tasa de interés del crédito según el nivel de ingresos que acredita el grupo familiar. Los dos segmentos destinados a las familias con menos recursos fueron los que obtuvieron el mayor número de créditos, con el 69% de los préstamos. El 43% se otorgaron a una tasa del 7% anual, a familias con ingresos de entre 6.000 y 12.000 pesos; y el 26% a una tasa del 2% anual a familias con ingresos inferiores a los 6.000 pesos mensuales.

Este último grupo, el más carenciado y donde el Pro.Cre.Ar lograría el mayor impacto social en términos de acceso a la vivienda propia, tiene un beneficiario promedio de 34 años, cuando el promedio general es de 36 años. Y el ingreso promedio en este grupo es de 3.742 pesos, cuando el promedio de ingreso general del crédito es de 9.756 pesos.

El segmento más alto de tasa de interés, para familias con ingresos de 24.000 a 30.000 mensuales sólo obtuvo el 0,44% de los créditos del programa. Si bien desde la oposición se cuestionó al programa por la posibilidad de que beneficiaria con créditos subsidiados a segmentos medios y altos de la sociedad, el dato concreto descarta esas especulaciones.

La casi ausencia de moras demuestra la valoración del crédito hipotecario para los beneficiarios. De los 53.399 créditos en curso, sólo se registra un caso con atraso en el pago mayor a los 90 días.

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