Por: Cecilia Boufflet
El ministro de Economía, Axel Kicillof, reconoció que está en estudio si no la eliminación, por lo menos, la modificación del sistema de subsidios. Pero, cuánto representa para una familia de clase media porteña la eliminación de ese aporte? ¿Cuánto debería pagar un viaje en colectivo o en subte? ¿cuánto vale abrir la canilla y tener agua potable o encender el horno con una conexión de gas natural o presionar una llave y contar con luz? Una estimación realizada por Vil Metal prevé un aumento del gasto anual del hogar de más de 13.000 pesos.
Los subsidios aplicados en los servicios públicos desde la salida de la Convertibilidad fueron un sistema de contención para los sectores medios y bajos afectados por la devaluación. Pero sólo se mantuvieron sin modificaciones en el área metropolitana, por lo que en la actualidad representan una pesada carga para el presupuesto nacional que beneficia a buena parte de los sectores medios y altos de la Argentina.
El aumento anual del gasto en una familia tipo de Capital Federal con la eliminación de los subsidios podría rondar los 1.100 pesos mensuales y 13.300 pesos anuales, lo que representa una suba del 317%, según una estimación de Vil Metal.
Para estimar el impacto de la eliminación de los subsidios, se tomó como referencia el precio promedio por el servicio que se paga por la electricidad y el gas en Chile y Brasil, según la medición de los costos de la energía en la región que realiza mensualmente la consultora especializada Montamat y asociados.
El mayor impacto en este ejercicio resulta ser el del gas natural, que en el promedio de los dos países limítrofes cuesta 1.772% más que en la Argentina. Para el mismo tipo de cliente residencial, mientras que un argentino paga 1 peso, el promedio entre Chile y Brasil resulta en un servicio que cuesta 18 pesos. Por lo tanto, un cliente que actualmente paga una factura bimestral de 60 pesos por el gas, si dejara de ser subsidiado y se equipararan los precios con la región, recibiría una factura bimestral de 1.123 pesos. Si, de 60 a más de 1.100 pesos.
Para la cuenta se toma como referencia una familia tipo porteña, donde uno de los integrantes realiza sólo dos viajes diarios en colectivo sólo los días hábiles para ir a trabajar y el otro de los adultos utiliza el subte con la misma modalidad. Además, se considera que en ese hogar se paga por el servicio de agua y cloacas de Aysa 40 pesos por bimestre, por la electricidad 75 pesos y por el gas natural 60 pesos, también cada dos meses.
En el caso de la electricidad, un cliente con una factura subsidiada de 75 pesos bimestrales, debería pagar 544 pesos en el mismo período si los precios de la energía se equipararan con el promedio de Chile y Brasil, según la referencia de costos del servicio de luz en esos dos países difundido por el estudio Montamat. El aumento sería de 625% si se eliminaran los subsidios.
El servicio de agua y cloacas es el que sigue en el nivel de subas con un 300%. El calco de la eliminación de subsidios se toma en base a fuentes de Aysa que explicaron a Vil Metal que la recaudación por tarifas cubre solo el 25% de la operación de la empresa, el resto es subsidiado por el Estado. Es decir, un peso de servicio actual debería costar 4 pesos sin subsidios. Y una factura de una familia tipo de 40 pesos bimestrales pasaría a costar 160 pesos.
El transporte público es lo menos atrasado, después de los ajustes que tuvieron en el 2013 los boletos. Los colectivos y el subte en la ciudad funcionan en un 50% por el aporte del pasajero y otro 50% por el dinero estatal (municipal en el caso del subterráneo), según fuentes de los dos niveles de Gobierno.
El subte, en 3,5 pesos por viaje -con un proceso encausado para llevar la tarifa a 4,5 pesos- tiene un costo “técnico” calculada por la gestión de Mauricio Macri en 7,5 pesos, lo que significa un aumento del 114% con el valor actual. Por lo tanto, utilizar dos veces por día el servicio sólo de lunes a viernes por uno de los integrantes de la familia implicaría pasar de un gasto de 154 pesos mensuales a uno de 330 pesos.
El colectivo, con una tarifa inicial de 2,5 pesos para la Ciudad de Buenos Aires, sin subsidios costaría 5 pesos, según fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación. Lo que implicaría un aumento del 100% y un incremento en el gasto de un hogar donde uno de los integrantes utiliza ese medio para viajar al trabajo ida y vuelta cinco días por semana de 110 pesos, ya que el gasto total por 44 viajes sería de 220 pesos.
Así, para la misma familia que en la actualidad paga mensualmente por el servicio de electricidad ($37,5), gas ($30), agua ($20), subte ($154) y colectivo ($110) un total de 351,5 pesos y en el año 4.218 pesos; sin subsidios debería pagar 17.564 pesos anuales, un 317% más que en la actualidad.
Probablemente el sinceramiento de las tarifas sea una medida razonable, el dilema es que llega en el momento en que las familias están más fuertemente golpeadas por la inflación. Y eso, ahora, es un dato oficial.