Libros para leer en Buenos Aires mientras todos están en la playa

#LeerYEscribirBA

Esta etapa del año es complicada. Todo el mundo se agolpa en las terminales de ómnibus y aeropuertos para poder distenderse un poco de la gran ciudad e irse de vacaciones. Las autopistas colapsan y hay grandes colas en las estaciones de trenes. Para la mayoría es un momento memorable: van camino a la playa –o ya están ahí- a disfrutar del mar, el sol y la arena. Pero hay un porcentaje de la población porteña que por varios motivos se quedarán en Buenos Aires. Falta de dinero, mucho trabajo o incluso la decisión de querer quedarse aquí son algunas de las variantes.

¿Qué hacer en Buenos Aires cuando todos están de vacaciones? Desde #LeeryEscribirBA proponemos aprovechar el verano para leer buenos libros. Por eso entrevistamos a quienes padecen y padecerán la ciudad en esta estación del año, para que nos recomienden buenas lecturas.

Alejo tiene 24 años, es locutor y cuenta que no se fue de vacaciones “porque disfruto del laburo y no me armé planes para viajar”. En cuanto a sus lecturas, dice: “Yo leo por lo general dos a la vez. Una novela de las ‘entretenidas’, y después filosofía oriental o esas cosas. Hoy estoy terminando IT de Stephen King y a la par terminé uno muy lindo y cortito: Tres minutos diarios para escucharte de Paul Debesse”.

“Para el verano recomiendo novelas movidas de las que te atrapan y ‘taquilleras’. Sherlock Holmes es una gran recomendación”, opina Alejo.

Por otro lado Lionel es periodista y trabaja en el programa radial El dedo del medio. “Me me voy en junio a Europa entonces debo quedarme y ahorrar”, nos cuenta. En este momento está leyendo No me cogeréis vivo, “una recopilación de notas de Arturo Perez-Reverte entre 2001 y 2005”, agrega. Y continúa: “Recomendaría un libro como A Sangre Fría (de Truman Capote), porque lo leí en verano y me resultó atrapante; me parece ideal para una época como ésta donde es fácil dispersarse u optar por otras cosas además de leer.”

Sebastían tiene 24 años y es periodista. “Ahora intercalo entre Acabemos ya con esta crisis de Paul Krugman, Premio Nobel de Economía y Almeyda, alma y vida, del periodista Diego Borinsky. Paso un poco por la economía y luego me inserto en los pormenores y en la trayectoria del ex futbolista y ex entrenador de River”, nos cuenta.

La recomendación de Sebastián para quienes se quedan en Buenos Aires es la siguiente: “Recomiendo Kamikazes de Reynaldo Sietecase. Posee una lectura política sin banalidades, con los acontecimientos puestos en detalle, desde un lugar desapasionado. Si bien no existe un relato cronológico,  bien podría convertirse en un libro de historia para ser enseñado en las escuelas”.

Gastón no se fue de vacaciones debido a que hace poco empezó en su nuevo trabajo. Por su parte, recomienda Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. “Un libro para leer más de una vez”, dice y además agrega que es ideal para este verano ya que “Galeano tiene la capacidad de escribir de forma muy fácil de entender y de contar los hechos con una claridad indiscutible”.

 

Otras recomendaciones

Los que pasan el verano en Buenos Aires tiene dos opciones: o se indignan y maldicen no poder estar en un lugar deshabitado con playas, sierras o ríos, o intentan disfrutar de una de las ciudades más inquietas y estimulantes del mundo.

Para la opción A, lo mejor es leer historias que tengan como escenario un lugar paradisíaco. En este caso podemos recomendar dos novelas cortas: La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares, donde todo sucede en una isla extraña con climas inestables, fuertes mareas y mucha ciencia ficción; y El congreso de literatura de César Aira donde un científico muy particular tiene una serie de aventuras en la ciudad venezolana de Mérida, rodeado de sierras y tranquilidad.

Y para la opción B, los que tratan de disfrutar de Buenos Aires explorando cada uno de sus rincones, es inevitable recomendar a Robero Arlt: Un escritor clásico que tiene una forma muy particular de mirar a la ciudad logrando que los lectores se reenamoren de ella. La novela El juguete rabioso tiene todo para eliminar cualquier necesidad de ir a pasar el verano a un lugar que no sea Buenos Aires.