¿Qué sucedería si todos los niños escribiesen poemas?

#LeerYEscribirBA

Son muchos los chicos que comenzaron a escribir desde niños. Como una aventura precoz e inocente buscando canalizar muchas de sus emociones y cosas cotidianas que le sucedían. Uno de estos casos –que parece ser un fenómeno aislado- es Maricel. Ella escribía poesía y hasta ganó varios premios al respecto.

Empecé a escribir a los 12 años después de hacer un trabajo práctico para la materia Lengua y Literatura. Habíamos leído fragmentos de Hoja de Hierba de Walt Whitman y teníamos que hacer una versión propia de Canto a mí mismo”, me cuenta mientras hace memoria.

Y continúa: “Desde ese día, escribí constantemente poesías hasta los 18. La profesora que daba esa materia, Angela Gentile, me impulsó a que lo haga y me ayudó formándome con libros que de otra manera jamás habría conocido, como la Antología de los poetas malditos de Pelegrini”.

La literatura es una disciplina artística que se puede poner en práctica a temprana edad dado que aprendemos a leer y escribir en los primeros años del primario.

Maricel tuvo la fortuna de ser premiada al respecto. “Gané algunos premios locales, en Berisso, tres medallas en los Torneos Juveniles Bonaerenses (una de plata, una de bronce y una de oro, en ese orden) y el primer premio de un concurso para jóvenes de habla hispana que se organizaba en Melilla, España”, cuenta.

Salvando el caso de los los bonaerenses, los demás premios mencionados son de vanguardia, es decir, no son conocidos por la sociedad en su conjunto. De hecho un concurso de literatura, hoy en día, no es algo que tenga una repercusión acorde a lo que realmente significa como modo de experimentación creativa.

Maricel logró alcanzar el sueño de todo jóven: ir a Mar del Plata, sólo que –gran diferencia- no fue jugando al fútbol, al vóley o al ajedrez; lo hizo escribiendo.

“La experiencia de ir a Mar del Plata fue única, fue muy movilizador porque me permitió conocer a otros chicos de todas partes con intereses similares a los míos. También fue un mimo al ego, algo que siempre es bueno”, cuenta orgullosa.

Por estos días Maricel abandonó por completo la poesía. Ya no escribe poemas “porque con los años me convertí en una persona diferente”.  Cuenta que sólo fue una etapa de su vida y la recuerda con nostalgia. Ahora se desempeña como periodista. “Creo que el periodismo me sirve para tener más capacidad descriptiva y poder ponerle un poco más de sensibilidad a ciertos temas”.

Luego de charlar con ella se me hicieron varias preguntas en la cabeza. ¿Por qué son tan pocos los casos de niños literatos? Si todos tenemos de chicos una materia de Literatura en la escuela, ¿por qué no hemos podido ejercitar desde la infancia o temprana adolescencia esa sensibilidad con la que cuenta Maricel? ¿Acaso no alcanza con que la escuela nos acerque al mundo de los poemas? ¿Es un problema del sistema educativo, de la familia, de la sociedad, de la cultura? ¿Qué sucedería si todos los niños escribiesen poemas? Sería maravilloso que todos tengamos, alguna vez, un contacto directo con la literatura. Y si fuera en la niñez, mucho mejor.