Diciembre: balances

Diciembre es un mes en donde confluyen  muchas cosas: el cansancio acumulado durante al año, las fiestas (siempre algo tensionantes), el cierre o finalización de muchas actividades, la planificación de las vacaciones, las reuniones. Es un mes en donde, en general, no tenemos demasiado tiempo para pensar. Sin embargo, casi naturalmente, todos hacemos algún tipo de balance. La vida es ciclos, como el día y la noche: el tiempo es una convención cultural, pero  apropiarnos de él, planificarlo, es un arte necesario.

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La vida sin proyectos.

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Uno de los mayores problemas que se presentan en los consultantes es la falta de proyectos. Por sobre todo en gente joven que, muy precozmente, va perdiendo el rumbo y no saben para dónde ir,  o de dónde vienen; sienten que han perdido el tiempo, entienden que están empantanados, pero no hay dirección, no hay proyectos: les falta ese anhelo que empuja hacia adelante y  entonces, lo que aparece, es la depresión, el vacío, y toda una florida serie de síntomas psicopatológicos. La vida, de esta manera, se transforma en ir al trabajo, volver a casa, TV o series hasta la ceguera, salida con amigos; algunos  pueden  ocuparse de los suyos en el caso de que haya familia, pero el asunto es que pasan los días, los meses y no hay cambios…y la vida va perdiendo su sustancia vital. Continuar leyendo

¿Qué es la depresión? Un mal de nuestra época.

De entrada les digo  que no se puede hablar de “la depresión”  sino de “las depresiones” y que, dentro de ellas, hay diferentes grados de intensidad.

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La depresión se está trasformando en un verdadero flagelo social: la vida moderna, los tiempos actuales que no nos permiten conectarnos con las tristezas en la vida cotidiana, van empujando a la gente a armar estados depresivos de todo tipo. Realmente es un problema en el mundo del trabajo, en millones de familias…el asunto está aumentando alarmantemende.   Si les parece, vamos por los criterios generales. Entonces: el deprimido es un sujeto frustrado libidinalmente. ¿Qué quiero decir con esto? La persona comienza a acumular toda un serie de “fracasos”, de pérdidas, de frustraciones  (que pueden ser cosas objetivamente dolorosas para todo el mundo, o simplemente nimiedades, pero que – para una persona muy frágil – pueden  ser una gran amenaza para su mundo emocional); su libido, sus intereses y anhelos, van hacia el mundo en busca de satisfacerse pero  se frustran, no logran esa satisfacción. “Estoy deprimida”, me dijo ayer una chica en su primera sesión: su novio, al que ella quiere mucho, la había dejado. Ese caudal libidinal queda frustrado, de golpe, entonces aparece el enorme vacío, ya no tiene al otro que le garantizaba  placer y amor; quiere a su novio, pero ya no lo tiene. Otra me decía  “me echaron del trabajo” qué frustración. “No sé qué hacer con mi vida, nada me satisface, nada me enciende”, acumulación de libido no colocada en el mundo. Continuar leyendo

¿Cómo elegir una buena pareja? Casi un arte.

Hace unos años, se hizo una encuesta mundial a gente de más de 80 años. A esa edad las personas, en general, suelen tener un claro balance de lo que ha sido su vida, lo bueno y lo malo, los errores y aciertos cometidos… es un momento  muy particular. Por supuesto que a esa altura,  aún puede haber proyectos ¿por qué no? pero es verdad que también, los años  -el camino recorrido y la proximidad de la muerte- hace que la gente haga ciertos balances de lo que ha sido su existencia. Es decir: se mira un poco más el pasado que el futuro, es algo natural y no tiene por qué ser algo tremendo, depende. ¿De qué depende? De eso quiero hablar.

Las preguntas fundamentales de esa encuesta eran las siguientes: ¿de qué se arrepiente?  ¿Qué cambiaría de su pasado? ¿Le hubiese gustado que algunas cosas hayan sido diferentes?  Casi nadie habló de cosas materiales. Pocos hablaron de sus hijos o de algo referido a ese tipo de vínculo. En raros casos también se mencionaron  cuestiones del mundo vocacional o del trabajo.  La gran mayoría respondió sobre asuntos, en definitiva, asociados al amor de pareja y a la sexualidad ¿interesante no? Continuar leyendo

Lo que cura…es la vida (los psicólogos acompañamos)

Somos nuestras experiencias y lo que logramos aprender de ellas.

La vez pasada  un consultante decía  sentirse empantanado, que consideraba que no estaba mejorando pese a su  año y pico de tratamiento; que sí me reconocía   haber dejado de ser “un vampiro”   -se había instalado como cosa cómica que él había llegado totalmente vampirizado- y que se estaba planteando dejar de venir, estaba enojado conmigo, muy. Estoy hablando de una persona con una enorme complejidad de síntomas obsesivos, muy limitantes para su vida. De alguna manera, el culpable de su mal estar…era yo. Durante ese año, mi objetivo fundamental era que el muchacho salga de su casa – y de la oscuridad- y que se instale en el mundo del trabajo. Para él eso no era central ni era su motivo de consulta. Algunos de ustedes pueden pensar que lo que hice fue demasiado directivo. Sí, lo fue. Yo estaba convencido de  que el laburo, y todo lo que circula en ese mundo, para este caso (quizá no para otro) era el primer paso, y la verdad que no me moví mucho de ahí hasta que empezó a trabajar, con resultado muy positivo para él. Continuar leyendo