Dos proyectos de lectura me tienen ocupada en este momento: uno es de novela negra; el otro, una plataforma de e-books. Los proyectos tienen como destino Línea Maginot pero avanzan a paso pesado. Me tomo un recreo y veo tarde y grabado –todo lo que veo en TV lo veo así- uno de mis shows favoritos de la pantalla chica norteamericana, el de Conan O’Brien y… ¡tiene de invitado a George R. R. Martin, el escritor de “Juegos de tronos”!
Me cae simpático George R. R. Martin. Supe de él, como supongo que debe de haber sucedido con los que no pertenecemos al mundo nerd, cuando me invitaron a la avant de la serie de HBO. Fuimos a una suerte de castillo de mentirita en el Gran Buenos Aires. Todo decorado ad hoc, personas disfrazadas. Parecía que estábamos en un mundo de locos, gente con problemitas. Luego de la proyección del primer capítulo entendimos todo. Supimos inmediatamente que estábamos frente a un éxito.