Los argentinos Camila Speziale (21),  Hernán Perez Orsi (40) y 26 activistas de Greenpeace se encuentran detenidos en Rusia, desde la semana pasada, acusados de “piratería”. Según la organización, “fueron detenidos de manera ilegal y violenta” en el Ártico Ruso, cuando intentaron abordar la plataforma petrolera Prirazlomnaya de Gazprom, en protesta a sus intenciones de hacer la primera perforación para extraer petróleo en el Polo Norte.

Al principio, solo dos escaladores fueron detenidos por la Guardia Costera rusa. Los activistas restantes lograron volver al barco Arctic Sunrise, de Greenpeace, que activó su señal de alarma. De acuerdo a los últimos tweets de los tripulantes, un helicóptero sobrevoló la cubierta del barco, de él bajaron 16 agentes armados con cuerdas, los agruparon en el comedor y, desde entonces, no se obtuvo más respuesta de los teléfonos del barco. Según el reporte de la organización ecologista, “no se anunció ningún fundamento jurídico para esta acción”. El barco fue llevado a Mursmank, donde su tripulación fue acusada de piratería, después de 72 h de detención sin motivo legal declarado.

Pero, ¿qué por qué llegaron hasta allí? 

Desde 2012, la organización lleva adelante la campaña “Salvá el Ártico“, para alertar el peligro que sufre este ambiente virgen. El aumento de temperaturas allí es dos veces más rápido que en cualquier otra parte del mundo. La región podría quedarse sin hielo por primera vez en la historia del planeta. Esto, no sólo sería devastador para los pobladores, los osos polares, los narvales y las morsas, sino también para nosotros. Porque, al formar una capa de protección reflectante, el hielo del Ártico regula el clima y los medios de subsistencia en todo el planeta.

Ya sabemos que uno de los principales responsables del cambio climático es la liberación de emisiones en la quema de combustibles. Irónicamente,  ”el derretimiento de hielos resultante está en la mira de las industrias petroleras, que codician su basamento rico en petróleo”. En este contexto, los peligros de la exploración petrolera en esta zona son enormes. Un derrame en este ambiente frágil sería una catástrofe ambiental.

¿Se puede proteger el Ártico? Hace 30 años, Greenpeace realizó una campaña similar para proteger la Antártida. Y la zona fue declarada Parque Mundial, por lo que las industrias más destructivas tienen prohibido operar allí.

Ingresá a www.savethearctic.org para saber más sobre la campaña o a www.greenpeace.org.ar/camila para firmar la petición de pedido de liberación de los activistas.

Hasta la próxima,
Marian